Un “Bar Inteligente” pretende aliviar tanto los bolsillos como el medio ambiente
Los científicos de la Universidad Técnica Checa inauguraron el proyecto “Bar Inteligente” para ayudar a reducir el gasto en agua y energía al tirar la cerveza.
El alto precio de la energía representa uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la sociedad checa y europea en la actualidad. Por todas partes se busca la forma de ahorrar, incluso a la barra de los restaurantes y bares checos. Las históricas subidas de precios han obligado a una quinta parte de los restaurantes checos a cerrar. El resto se ve forzado a subir los precios, por una parte, y, por otra, encontrar maneras de reducir los gastos al mínimo. Con el último punto puede que les ayude la última investigación de la Universidad Técnica Checa, titulada “Bar Inteligente”.
Los investigadores instalaron en 45 restaurantes de toda la República Checa unos sensores durante un año que miden cuánta electricidad y agua se consume al tirar una cerveza. Más detalles ofreció en entrevista para la Radio Checa Alexandr Lazarov, del Instituto de Informática, Robótica y Cibernética de la Universidad Téćnica Checa.
“Aquí abajo, en el espacio de las cisternas, hemos instalado sensores de temperatura que nos dicen en tiempo real cuál es la temperatura de la cerveza. Antes de entrar en la instalación frigorífica, la cerveza pasa por otros sensores de temperatura para que ésta se pueda observar durante la conducción del líquido. Después de la instalación frigorífica, pasa por otros siete sensores de temperatura y de caudal”.
Lazarov explica que los sensores están escondidos en la barra y los clientes no los pueden ver. También enfatiza que no influyen en ninguna manera en el sabor de la cerveza. Lo que puede afectar su calidad es la temperatura del local y el número de clientes, según datos recientes.
“Si añadimos a los datos sobre la temperatura y el volumen la temperatura ambiental y la humedad, podemos saber cómo influye en la calidad de la bebida la temperatura de la habitación o el número de clientes. Al mismo tiempo, queremos observar el gasto de energía eléctrica de la instalación frigorífica. En muchas ocasiones está influida por la temperatura externa, que puede hacer que aumente”.
En el proyecto “Bar Inteligente” participan empresas como Plzeňský prazdroj, uno de los mayores fabricantes de cerveza del país, o la compañía Microsoft. Si consigue triunfar, podría ahorrarse hasta un tercio en energía, defiende Ivan Tučník, representante de Plzeňský prazdroj.
“Cuando sepamos dónde se producen los mayores escapes de energía, nos centraremos en esta área para traer a los dueños de los restaurantes tecnologías de ahorro en el futuro. Algo parecido se da en el consumo de agua. Hemos medido la huella de carbono de nuestra cerveza desde el grano hasta el vaso y nos dimos cuenta de que un tercio de la huella depende de la refrigeración. Por eso nos centramos en la barra y la instalación frigorífica. Somos conscientes de que es muy importante tanto para los dueños de los restaurantes y su negocio como para el medio ambiente”.
Las palabras de Tučník fueron confirmadas por los dueños de los restaurantes que participan en el proyecto y que agradecen mucho la iniciativa. Con uno de ellos, Michal Řezníček, conversó la Radio Checa.
“Los sensores deberían detectar el consumo actual de energía. Eso nos ayudaría mucho y por eso participamos en el proyecto. El precio alto de la energía nos causa grandes problemas”.
De acuerdo con los datos de la encuesta realizada por la Asociación Checa de Cervecerías en noviembre de 2022, todas las cervecerías que participaron en el sondeo, que fueron 15, vigilan sus gastos de agua. Las mayores compañías también controlan su huella de carbono. Algunas se plantearon incluso el desafío de tener una huella de carbono neutra antes de 2035.
