Tres amigos construyen una réplica de un barco vikingo del siglo XII
Tres amigos, aficionados a la navegación y la cultura vikinga, llevan tres años construyendo la réplica del barco Gislinge del siglo XII bajo el tejado del palacio de Oslavany cerca de Brno. Hasta finales del año, debería estar lista para la inauguración.
Daniel Juríček se enamoró de los barcos vikingos en un festival en el Museo al aire libre de los eslavos y los vikingos en la isla polaca de Wolin. En 2010, emprendió su primera navegación por el Mar Báltico y, desde entonces, repitió expediciones similares con sus amigos. Hace tres años, Juríček y dos amigos más decidieron construir un barco propio según los planos publicados por el Museo de barcos vikingos en Roskilde, Dinamarca. Más detalles sobre el barco ofreció para la Radio Checa Roman Vrána, el segundo del trío de aficionados.
“Se trata de un barco comercial o laboral. Los barcos vikingos siempre servían a un propósito. Los drakkar clásicos en los que la gente se imagina los luchadores vikingos, eran barcos muy estrechos que no podían transportar mucha carga. Así que también se construían barcos de carga. Y nosotros construimos un barquito que es más pequeño, de unos ocho metros, y servía para actividades cotidianas”.
Explica Daniel Juríček que los planos los obtuvieron de forma gratuita del museo de Roskilde como parte de un proyecto mundial en el que participan aficionados de todo el planeta, compartiendo sus logros, experiencias y dificultades en la construcción de barcos vikingos. Éste, según cuenta Juríček, se había encontrado en 1993 en un antiguo fiordo, hoy en día ya seco. Tal vez, el barco pertenecía a un hombre adinerado que lo utilizaba para distribuir sus mercancías por el fiordo. No obstante, no se trataba de un barco apto para navegar en alta mar.
“El barco lo encontraron cerca del pueblo Gislinge, de ahí su nombre. Es un barco de pescadores, comercial, como dijo Roman. Pero mientras que estos barcos se construían de forma simple, por lo general era un trozo de madera ahuecado, nuestro barco es interesante por el hecho de estar construido de la misma forma en la que se construían los barcos grandes”.
El trio de constructores tuvo suerte al comienzo de la construcción ya que la ciudad de Oslavany, cerca de Brno, les había regalado un tronco enorme de fresno de entre 100 y 200 años de edad. Teniendo el material, los constructores buscaban un lugar adecuado para llevar a cabo su trabajo. Y lo encontraron en el palacio de Oslavany, prosigue Juríček.
“El impulso nos llegó de un amigo que ha construido unos seis o siete barcos. Construyó todos en un museo al aire libre, es decir, en público para que la gente pudiera ver cómo avanzaba. Él nos dijo: ‘No sean tontos. No lo hagan en un garaje en el que nadie se dará cuenta. Es un oficio muy interesante, así que construidlo para que el público pueda verlo’. Con esta idea fui a hablar con la administración de la ciudad de Oslavany y así es cómo llegamos al palacio de Oslavany”.
Juríček y su equipo se reúnen una vez por semana. Como dice, para terminar la obra faltan tres cosas: el timón, el mástil y los soportes para los remos. Todo debería estar listo para la inauguración a finales de este año.
Según cuenta Roman Vrána, otra complicación vendrá cuando quieran sacar el barco del palacio. Con el fin de recaudar dinero para la compra de un remolque, realizaron una colecta pública en la que consiguieron obtener la cifra necesaria. Y algo más consiguieron, dice Vrána.
“Tenemos muchos voluntarios que, en realidad, pagaron por la navegación. Podría decir que se tratará de una navegación llena de sufrimiento porque si no hay viento, hay que remar, si el viento sopla de forma que no nos conviene, también hay que remar, y si sopla demasiado, también hay que remar, entonces, prácticamente tendrán que remar todo el tiempo”.
Cuentan los constructores que la botadura del barco tendrá lugar en el río Oslavka en Oslavany porque le deben mucho a la ciudad. A Juríček le gustaría realizarla en invierno porque, como dice, el evento tendría más espíritu nórdico. Para atraer al público, sin embargo, la inauguración se llevará a cabo la próxima primavera, acompañada, por ejemplo, de representaciones de esgrima histórico.