Tesla, siempre hay algo nuevo que inventar
Tesla no es solo automóviles eléctricos. La marca homónima checa, o checoslovaca, existe desde hace casi 80 años. Aunque haya pasado por momentos turbulentos, Tesla sigue siendo sinónimo de calidad con un legado exclusivamente checo.
Si hoy en día decimos la palabra Tesla, lo primero que se nos ocurre es la marca de coches eléctricos estadounidense. Tesla, sin embargo, también es un fabricante de aparatos eléctricos checo u, originalmente, checoslovaco que se fundó en 1946.
La Tesla checoslovaca surgió tras la nacionalización de 16 empresas tanto de origen checoslovaco, como extranjero, como fue el caso, por ejemplo, de las filiales checoslovacas de Philips y Siemens. Puesto que el régimen socialista juntó bajo un solo nombre tantas entidades, la fabricación de la marca Tesla tenía un registro muy amplio que comprendía la producción de bombillas, válvulas termoiónicas, emisoras y receptores de radio y televisión, así como productos para la comunicación del ejército. Por eso, en la segunda mitad del siglo XX, todos los checoslovacos conocían la marca, según recordó en entrevista para la Radio Checa el antiguo presidente del consejo de administración de la empresa y empleado desde 1965, František Hála.
“¡Si hubiéramos registrado la marca Tesla en 1946 de Hloubětín! En 1953 el gobierno decidió que todos los talleres, empresas, fábricas que producían algo que tenía que ver con la industria de bajo voltaje se llamarían Tesla. Surgió un problema: cómo distinguir entre cada una de las empresas. Entonces a cada Tesla le añadían su sede, como, por ejemplo, Tesla Brno o Tesla Bratislava. Había 58 Teslas y cada una, por supuesto, fabricaba una cosa. Por eso todos conocen a Tesla”.
El nombre de Tesla se refería originalmente al inventor de origen serbio Nikola Tesla. No obstante, tras el desacuerdo entre la entonces Yugoslavia y la URSS en 1949, el régimen checoslovaco se vio obligado a explicar el origen del nombre de una manera distinta y presentó la palabra Tesla como abreviatura de las palabras checas “TEchnika SLAboproudá”, esto es, tecnología de bajo voltaje.
Emisoras para todo el COMECON
La Tesla checoslovaca desarrolló una red de emisoras de radio y televisión que no se limitaba solo para el territorio checoslovaco, sino que alcanzaba a los demás países del llamado COMECON o Consejo de Ayuda Mutua Económica que agrupaba a diversos países socialistas en torno a la Unión Soviética. Solo en el territorio de la antigua URSS, Tesla gestionaba con sus 1500 emisoras más del 60% de la radio y televisión a finales del siglo XX. Muchas emisoras fueron vendidas a Egipto, Argel, Yemen y Siria.
František Hála recordó la primera emisora de televisión, situada en la colina de Petřín en Praga.
“Empezamos con la tarea de inventar y fabricar una emisora de televisión. Eso fue después de la Segunda Guerra Mundial. Desarrollamos la emisora en la colina de Petřín y en el año 1953 se inauguró en nuestra emisora la primera emisión de televisión en la República. Así comenzó una época, cuando Tesla fabricaba la técnología de emisión, emisoras de alta y baja potencia, emisoras de televisión, radio, y aparatos para los soldados porque nuestro ejército en el pasado siempre utilizaba los medios de comunicación de Tesla”.
Tesla en la actualidad
Con la Revolución de Terciopelo en 1989 y la apertura de Checoslovaquia hacia nuevos mercados, las actividades de Tesla registraron un frenazo considerable. De acuerdo con Hála, la mencionada fabricación para las Fuerzas Armadas checas fue un ámbito de producción muy importante que salvó el futuro de la marca y conforma uno de sus ámbitos de producción fundamental hasta la actualidad.
“Después de la revolución en el 89 y sobre el año 2000 dejamos de fabricar emisoras porque era más económico trasladarlo a China y nosotros no podíamos competir desde el punto de vista del precio, no de la calidad. Dejamos de fabricar emisoras, sistema de antena y máquinas de medición y nos quedamos con la fabricación de medios de comunicación para el ejército”.
Además de los productos especiales para el ejército checo, la Tesla actual se centra, por ejemplo, en el ámbito del internet de las cosas. Según explicó para la Radio Checa el director de Tesla Hloubětín de Praga, Michal Nováček, la empresa siempre intenta inventar soluciones que faciliten la vida a sus clientes, ya sean empresas grandes, científicos o usuarios convencionales, y menciona, por ejemplo, el desarrollo de un detector de la contaminación lumínica y otros productos.
“Las novedades que tenemos son aparatos de transmisión de datos en áreas especiales restringidas. Luego tenemos novedades en la esfera de medición y regulación de la concentración de radón. Intentamos respetar valores tradicionales y creemos que la salud es uno de los más importantes que tiene el ser humano. Nos dedicamos mucho a esta esfera, desde los sensores de bajo presupuesto por sondas de medición y sistemas de regulación hasta máquinas de medición en laboratorios muy elaboradas”.
Aunque Tesla haya estado bajo la gestión de empresarios irlandeses entre los años 2008 y 2012, siempre ha sido una de las marcas típicamente checas que difundían el buen nombre de Checoslovaquia y, posteriormente, República Checa, en el extranjero. Su filosofía está basada hasta la actualidad en la tradición checa y en la calidad garantizada, según enfatiza Nováček.
“El departamento de desarrollo inventa una cosa, la elabora, se fabrica el prototipo y si es aceptado por el cliente y por nuestra fabricación, se inicia la producción en serie estándar. Aquí se inventa, diseña, fabrica, se prueba y también se hace el software. Para nosotros es muy importante que Tesla signifique seguridad, estamos en manos checas, y por su calidad, ningún producto se nos devuelve”.
En las casi ocho décadas de su existencia, Tesla pasó por muchos campos de fabricación. Aunque la marca ya no esté tan presente en los hogares checos como en la segunda mitad del siglo XX, el lema del director Nováček, que dice “siempre hay que inventar algo nuevo”, asegura que más novedades en el ámbito de la ingeniería eléctrica están por venir en las décadas venideras.
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