Se cumplen 630 años del martirio de san Juan Nepomuceno
Juan Nepomuceno (1340-1393), vicario general del arzobispo de Praga, patrón de Bohemia, fue asesinado por orden del rey Venceslao IV. Sufrió martirio por negarse a romper el voto de secreto de confesión. Venceslao IV le exigió que revelara los secretos de confesión de su esposa Sofía de Baviera, reina consorte de Bohemia.
Otra versión de los sucesos indica que, en realidad, Juan Nepomuceno fue víctima de las intrigas de poder. Confirmó al candidato del arzobispo para el puesto de abad del monasterio de Kladruby contra los deseos del rey, por lo que fue brutalmente arrojado desde el Puente Carlos al río Moldava por orden del propio monarca el 20 de marzo de 1393.
Ya fuera por las luchas de poder o por oponerse a revelar el secreto de la confesión sacramental, san Juan Nepomuceno deja un legado de honradez, firmeza de principios y confianza, que lo llevan a ser el patrón de los confesores, los peregrinos, los barqueros y protector contra las inundaciones. Juan Nepomuceno fue beatificado en 1721 y canonizado en 1729.
Hoy en día existen cientos de iglesias y capillas consagradas a san Juan Nepomuceno. Hay miles de estatuas en Europa Central, Italia, España y en América del Sur, África y Asia. Sus atributos son el hábito coral, cinco estrellas sobre la cabeza, un crucifijo en su mano derecha, una hoja de palma, un libro y un dedo en los labios. En Europa hay más de 30.000 representaciones del santo y en el mundo se pueden apreciar más de 66.000.
