El rostro de San Juan Nepomuceno modelado por científicos

San Juan Nepomuceno, foto: ČTK/Miroslav Chaloupka

Un grupo de científicos checos logró restablecer el verdadero aspecto de San Juan Nepomuceno. El rostro de este santo patrono checo, hecho de bronce, ha sido presentado este jueves en su pueblo natal, Nepomuk, situado en Bohemia Occidental

San Juan Nepomuceno,  foto: ČTK/Miroslav Chaloupka

Un hombre de rostro alargado con barba y de pelo largo. Así es presentado San Juan Nepomuceno por la mayoría de las esculturas hechas en tiempos pasados. Sin embargo, su verdadero aspecto era desconocido hasta el presente. Con motivo del 290 aniversario de la canonización de San Juan Nepomuceno, en el Museo de San Juan del pueblo de Nepomuk, al sur de Pilsen, fue presentado cómo era en realidad su rostro. Este fue restablecido por un grupo de antropólogos del Museo Nacional de Brno y luego hecho de bronce.

Eva Vaníčková,  foto: ČTK/Miroslav Chaloupka
Lo más complicado para los científicos fue conseguir datos detallados sobre el aspecto del santo, en vista de que sus restos mortales se guardan en la Catedral de San Vito en Praga y es casi imposible conseguir un permiso para acceder a ellos. Los antropólogos tenían a disposición solamente fotografías del cráneo del santo, dibujos e información sobre las mediciones hechas en los años 70 del siglo XX, cuando sus restos mortales fueron sometidos a un estudio científico detallado, como indica el antropólogo Ondřej Bílek.

“En base a esos datos hemos procedido a definir con mi colega Eva la forma que tenían los ojos del santo y hacer una réplica de su cráneo. Entretanto hemos hecho también otros diseños para luego compararlos mutuamente y llegar a definir cuál respondía mejor al original. Cuando uno deja descansar su vista un rato, llega a darse cuenta mejor de los errores que eventualmente había cometido al modelar un rostro o figura determinados”.

Al terminar de modelar los antropólogos en 3D la réplica del cráneo de San Juan Nepomuceno, procedieron a la modelación de la masa muscular y de los tejidos de su cabeza. Si los científicos pudieran escanear el cráneo original del santo, la apariencia de su reconstruido rostro con el original sería mejor todavía.

”En este trabajo escultórico, o sea en la réplica de la cabeza del santo vemos que éste está bien afeitado y tiene una tonsura corta. Esto testimonia, en vista de las costumbres practicadas en el siglo XIV, que esa persona había pertenecido a una orden religiosa”.

No obstante, de acuerdo con la antropóloga Eva Vaníčková, que participó en los trabajos de recomposición, con una certeza de hasta un 70% es posible afirmar que el cráneo del santo era relativamente pequeño, el rostro un tanto prolongado con una nariz delgada y ojos hundidos, ubicados uno cerca del otro.

”En este trabajo escultórico, o sea en la réplica de la cabeza del santo vemos que éste está bien afeitado y tiene una tonsura corta. Esto testimonia, en vista de las costumbres practicadas en el siglo XIV, que esa persona había pertenecido a una orden religiosa. Una cierta asimetría se puede ver en la mandíbula inferior viendo la cabeza del santo desde el frente, y otra asimetría es patente en la bóveda craneal, mirando desde atrás”.

Eva Vaníčková,  foto: ČTK/Miroslav Chaloupka
La antropóloga checa reconoció que la nueva escultura de bronce del rostro de San Juan Nepomuceno que crearon, es seguramente la única en el mundo donde el santo patrono checo no tiene barba. Agrega que junto a sus colegas están convencidos de que realmente no la tenía, al igual que el pelo largo, ya que en su época en el caso de tener un clérigo pelo largo y barba podía ser considerado de derrochador.

La idea de reconstruir el rostro de San Juan Nepomuceno surgió en 2017, pero tardó cierto tiempo conseguir los alrededor de 6000 euros necesarios para la realización del proyecto. Esto se hizo posible sobre todo gracias a las donaciones de ciudadanos de Eslovaquia.

El nuevo busto de bronce de San Juan Nepomuceno permanecerá durante un año en el Museo de San Juan del pueblo de Nepomuk. El sacerdote local Jiří Spiřík, confía en que la obra traerá al lugar a un mayor número de turistas a la vez que reconoce que éstos podrían quedar sorprendidos al ver el verdadero aspecto del santo que nada se asemeja a sus monumentos realizados en el pasado.

“No veneramos las estatuas, ni los cuadros, sino a las personas que sirvieron de inspiración para esas obras. Veneramos a la persona como tal, todo lo bueno que hizo por los demás y que merece ser imitado”.

”Hay que decir sin embargo que no veneramos las estatuas, ni los cuadros, sino a las propias personas que sirvieron de inspiración para esas obras. Por ello no importa la forma en que fueran modelados o retratados en el pasado. Veneramos a la persona como tal, todo lo bueno que hizo por los demás, y que merece ser imitado”.

Se calcula que en el mundo entero hay más de 66 000 esculturas de San Juan Nepomuceno. Las hay en Italia, España, Uganda, en países de América Latina. En Brasil hay incluso una ciudad que lleva el nombre del santo checo.

San Juan Nepomuceno es considerado patrono de los abogados, molineros, confesores, así como de los puentes. Sus atributos son una cruz, una palmera, cinco estrellas sobre su cabeza y el dedo al labio como señal de callar. Muchas personas conocen a este santo gracias a una leyenda que cuenta que San Juan Nepomuceno, vicario general del arzobispo de Praga y confesor de la reina, prefirió la muerte a desvelar al soberano checo Venceslao IV los secretos de ésta. Según cuenta la leyenda, en el año 1393 Juan Nepomuceno fue torturado por orden del rey, le fue cortada la lengua y fue lanzado al río Moldava desde el puente de Carlos.

En el siglo XVII apareció el culto de Juan Nepomuceno que pronto comenzó a extenderse por el Reino Checo y por otras tierras. Canonizado fue hasta en marzo de 1729.

San Juan Nepomuceno,  foto: Kristýna Maková

Se calcula que en el mundo entero hay más de 66 000 esculturas de San Juan Nepomuceno. Las hay en Italia, España, Uganda, en países de América Latina. En Brasil hay incluso una ciudad que lleva el nombre del santo checo.