Praga manifestó por séptima vez su desacuerdo con el antisemitismo
Unas 400 personas, incluidos el presidente de la Cámara Alta checa, Přemysl Sobotka, y el embajador de Israel, Jaakov Levy, se reunieron este domingo en el Jardín Wallenstein de Praga para expresar su desacuerdo con las actividades de los neonazis y antisemitas. Según el informe sobre el antisemitismo en Chequia en 2009, la situación en el país es relativamente buena, a diferencia del resto de la Unión Europea.
El secretario de la Federación de las Comunidades Judías, Tomáš Kraus, constató ante los reunidos que el informe del Foro Checo contra el Antisemitismo, así como los últimos sondeos de opinión confirman que la sociedad checa es bastante inmune a las manifestaciones antihebreas.
“El antisemitismo no tiene resonancia en la sociedad checa, con lo cual contrasta fuertemente la situación en la Unión Europea. En los países comunitarios aumentó en 2009 el número de los ataques contra los judíos. Las peores estadísticas se refieren a Francia y Gran Bretaña”.
En Gran Bretaña se registraron en 2009 en total 924 ataques antijudíos. Por su parte, en la República Checa fueron 28 incidentes antisemitas y ninguna agresión física.
Mientras que el antisemitismo es considerado políticamente incorrecto, no es tal el caso del antisionismo, que puede ser aún más peligroso, advirtieron los manifestantes en Praga. El analista británico Tom Gross apuntó que en los medios de comunicación occidentales aparecen intentos de boicotear Israel o demonizarlo de una manera que excede el límite de una crítica legítima y se convierte en la demonización de los judíos en general.“Observamos este fenómeno también en otras profesiones, en algunos espectáculos de teatro en Londres, en concursos arquitectónicos, en conferencias médicas, etc. Es un resultado de la atmósfera en las sociedades británica, francesa, sueca, holandesa. En menor medida se manifiesta también en EE.UU., Canadá y Australia. En España la situación es muy mala. En muchos casos la cobertura de los acontecimientos ocurridos en Israel y Oriente Medio es mentirosa”.
Entre los participantes en la manifestación en el Jardín Wallenstein se encontró Tommy Karas, que estuvo recluido en el campo de concentración de Terezín y cuyo padre y hermano perecieron en las cámaras de gas de Auschwitz. En esta oportunidad, Karas recordó que en Terezín se enteró por primera vez de Katyn, donde en 1940 los rusos masacraron a 22.000 militares e intelectuales polacos. A finales de la Segunda Guerra Mundial trajeron esta noticia, silenciada por las grandes potencias y los regímenes comunistas, los prisioneros polacos, internados en Terezín.