Praga en los tiempos de los Luxemburgo
Los Luxemburgo fueron una de las cuatro dinastías reales que a lo largo de la historia se sucedieron en el trono de Bohemia. Gobernaron el país entre 1310 y 1437, tras casarse Juan de Luxemburgo con la princesa Elisa, heredera de la dinastía real checa de los Premislitas. A los Luxemburgo, especialmente al rey Carlos IV, hijo de Juan y Elisa, se debe el mayor florecimiento del país y de su capital, Praga. Esta vez visitaremos dos edificios capitalinos que recuerdan aquellos tiempos. La iglesia de Santiago y la Casa de la Campana de Piedra.
En el centro de Praga, situado entre la Plaza de la Ciudad Vieja y la Plaza de la República, se encuentra la iglesia de Santiago, del siglo XIII, a la que pertenece un convento de la orden de los Minoritas. En este lugar fue donde se celebró la fiesta de la coronación de Juan de Luxemburgo y su esposa Elisa.
La iglesia de Santiago es una de las más grandes y más antiguas de la capital checa, según cuenta Jaroslava Nováková, de la Agencia de Turismo de Praga.”Esta iglesia surgió cuando la Vieja Ciudad de Praga comenzó a ser rodeada de muros de protección, o sea alrededor del año 1230, en estilo románico. Gracias a Juan de Luxemburgo y su esposa, el inmueble fue reconstruido en el siglo XIV y transformado en una hermosa e inmensa basílica gótica. No obstante, en 1689 la iglesia fue destruida por un incendio y posteriormente fue renovada y remodelada en estilo barroco”.
Durante mucho tiempo, la iglesia de Santiago, en Praga, fue un lugar de descanso de los peregrinos en el Camino de Santiago. Las altas torres de la iglesia debían facilitarles a los peregrinos la orientación. La iglesia conserva hasta la actualidad tres torres.
Santiago fue considerado patrono del gremio de los carniceros. Eso explica por qué en el medioevo en las proximidades de la iglesia de Santiago, en Praga, había un sinnúmero de puestos de venta y comercios de carniceros.Cuando en el siglo XV estallaron en el país las guerras de los husitas, quienes destruían todo lo relacionado con la religión católica, la iglesia de Santiago y el convento quedaron casi intactos, justamente gracias a la protección de los carniceros.
Los carniceros defendían la iglesia asimismo contra los ladrones, según testimonia una leyenda que cuenta Jaroslava Nováková.
”En el altar principal se encuentra situada una estatuilla muy valiosa de la Virgen María Dolorosa. Cuando cierta vez un ladrón quiso robarla, fue castigado duramente. Uno de los carniceros que se asomó casualmente al interior de la iglesia y vio lo que estaba pasando, le cortó un brazo al bandido. El brazo del malhechor se conserva en la iglesia de Santiago hasta el presente”.
Sea como fuere, si realmente se trató de una leyenda o si es verdad lo que sucedió entonces, lo cierto es que cerca de la entrada a la iglesia, en el pasillo a la mano derecha, cuelga en lo alto algún objeto que realmente se asemeja a un brazo humano disecado.En la nave lateral del inmueble, en dirección al norte, está situada en la pared una placa del año 1615 que lleva una inscripción de los carniceros, quienes advierten que cada persona que quiera hacer algún daño o ponga en peligro la iglesia, será hecha pedazos.
En la decoración de los interiores de la iglesia de Santiago participaron los más destacados artistas del barroco. En la iglesia hay un total de 22 altares y otro mobiliario. Encontramos allí un hermoso sarcófago, obra del escultor y tallista checo Fernando Maximiliano Brokoff, así como una estatua de Santa Inés Premislita, una de las patronas de la nación checa.
Cabe mencionar también el enorme órgano local de cuatro teclados manuales que data del año 1705. La iglesia tiene una excelente acústica por lo que hasta la actualidad se celebran en ella conciertos de música sacra y clásica.En 1861, después de que los monasterios en Chequia fueron clausurados por orden de José II Habsburgo, en el refectorio del convento fue creado el primer parvulario en el territorio checo, que existió allí durante cierto tiempo.
Actualmente la iglesia y el convento sirven nuevamente a la orden Minorita que enlaza en sus actividades con los años de gloria de la época en que gobernaron el país los soberanos de la dinastía de los Luxemburgo.
De la iglesia de Santiago nos dirigimos ahora a otro sitio relacionado con el reinado de los Luxemburgo en los territorios checos, a la Casa de la Campana de Piedra, que queda a sólo unas cuantas decenas de metros de distancia de la iglesia.
Atravesamos el llamado Patio Comercial o también Ungelt, y pasamos junto a la iglesia de Nuestra Señora de Týn. En su entrada norte nos detenemos un rato y admiramos el hermoso arco decorativo, obra del taller de Petr Parléř, al que se debe también un sinnúmero de construcciones en Praga que datan de los tiempos de los Luxemburgo. Por ejemplo, la Catedral de San Vito y algunos edificios que conforman el Castillo de Praga.
De la iglesia de Nuestra Seňora de Týn nos quedan sólo unos pasos para llegar a la Plaza de la Ciudad Vieja, en cuyo centro está situado el Viejo Ayuntamiento con el popular reloj astronómico.Al ponernos de espalda al Ayuntamiento y mirando en dirección desde donde hemos llegado, vemos la Casa de la Campana de Piedra, con una sencilla fachada gótica y en una de sus esquinas con una campana de piedra. En el Medioevo, cuando las casas no tenían número, se utilizaban signos como el de este edificio, cuya historia nos la cuenta Jaroslava Nováková, de la Agencia de Turismo de Praga.
”La Casa de la Campana de Piedra es considerada una de las mansiones aristocráticas medievales de mayor valor que hay en la capital checa. El edificio data de las postrimerías del siglo XIII, pero entre 1310 y 1340 fue sometido a una amplia reconstrucción. En la capilla local se conservan testimonios arquitectónicos y decoraciones murales originales. No obstante, el patio y otras partes del inmueble son de estilo renacentista o barroco que adquirieron durante las numerosas reconstrucciones”.
Los primeros cambios comenzaron a principios del siglo XIV, cuando el edificio fue transformado poco a poco en un representativo palacio, en el que se asentaron Juan de Luxemburgo y su esposa Elisa, según documentan las crónicas.El matrimonio real no pudo vivir en el Castillo de Praga, ya que éste se encontraba en un estado catastrófico debido a un fuerte incendio que azotó en el año 1303 esa zona de Praga, situada en el lado opuesto del río Moldava, según sostiene Jaroslava Nováková.
”Las crónicas sostienen que el incendio destruyó gran parte del Castillo de Praga. Los historiadores suponen por ello que el primogénito de Elisa y Juan de Luxemburgo, Carlos IV, nació en mayo de 1316 precisamente en la Casa de la Campana de Piedra, que fue transformada en un cómodo hogar para la aristocracia”.
Carlos IV sería posteriormente rey de Bohemia y emperador romano-germánico y durante su reinado las tierras checas vivieron los años de su mayor gloria.
Pero volvamos a la Casa de la Campana de Piedra. En los tiempos de los Luxemburgo se trató de una extensa residencia que ocupaba un gran espacio en la plaza. Además, el edificio fue absolutamente autosuficiente, tenía su propio pozo con agua potable y el extenso patio local se convertía regularmente en un mercado, al que eran invitados vendedores del país y del extranjero.En los siglos posteriores, el inmueble fue azotado por incendios varias veces y poco a poco se fue reduciendo su extensión. Fue reconstruido y remodelado en repetidas ocasiones, hasta que en el siglo XVIII adquirió una fachada barroca que conservó hasta mediados del siglo XX.
De la extensa residencia quedaba entonces sólo el edificio en forma de torre. Entre 1980 y 1987 fue decidido devolverle su aspecto gótico original. En el año 1988 el inmueble pasó a ser administrado por la Galería Nacional de Praga y lo es hasta el presente. Se organizan allí exposiciones de arte temporales y conciertos.
Aquí, amigos, terminamos este relato sobre algunos de los edificios de Praga vinculados estrechamente con el reinado en Bohemia de la dinastía de los Luxemburgo. En alguna próxima ocasión visitaremos otras antiguas construcciones capitalinas que datan de aquella época.