Venceslao IV amaba Praga, por los placeres que le brindaba

Venceslao IV

En la presente edición de Radioviajes volveremos a hablar de los edificios de Praga vinculados al reinado de la dinastía de los Luxemburgo, quienes encabezaron el país unos 130 años, durante los siglos XIV y XV. Esta vez nos dedicaremos al período de Venceslao IV, hijo de Carlos IV y nieto de Juan de Luxemburgo y Elisa Premislita, de los que hemos hablado en una de las ediciones anteriores de este espacio.

Venceslao IV
Mientras que Carlos IV, quien gobernó el país entre 1346 y 1378, fue un soberano erudito a quien se debe el mayor florecimiento de Praga y de todo el Reino Checo, su hijo Venceslao IV prefería divertirse y se sentía amargado al tener que dedicarse a las obligaciones relacionadas con su reinado.

Venceslao IV amaba la ciudad de Praga, pero lo que más le gustaba era la vida en el centro de la ciudad, por los placeres que brindaba, como afirma la historiadora Jaroslava Nováková, de la Agencia de Turismo de Praga.

”A Venceslao IV no le gustaba vivir en el Castillo de Praga. Prefería pasar su tiempo en el centro de la ciudad. En vez de rodearse de dignatarios de la Iglesia y relacionarse con aristócratas de mayor influencia y bienes, se juntaba con representantes de la nobleza de rango más bajo. Y la Vieja Ciudad de Praga le atraía a Venceslao IV de tal manera, que decidió trasladarse a vivir a esa zona y mandó a construir allí su nueva sede, llamada Corte Real”.

Jaroslava Nováková  (Foto: ČT 24)
La Corte Real (Králův dvůr) fue situada en las inmediaciones de una de las puertas de entrada a la Vieja Ciudad de Praga que era llamada Desastrada (Odraná), porque realmente estaba en muy mal estado. Resulta que las puertas y los muros que rodeaban la zona más antigua de Praga fueron surgiendo a comienzos del siglo XIII y hasta los tiempos de Venceslao IV no fueron sometidas a reparaciones.

En el lugar donde se encontraba antaño la puerta Desastrada se levanta actualmente la Torre de la Pólvora (Prašná brána). Con el correr de los siglos desapareció también el palacio del soberano y su antigua presencia en estos lugares la recuerda hasta el presente la cercana calle de la Corte Real (Králodvorská).

La Torre de la Pólvora
Ya que hemos mencionado la Torre de la Pólvora, cabe decir que se trata de una obra del gótico tardío, o sea, de finales del siglo XV, auque fue terminada en el siglo XIX y remodelada en estilo neogótico. El nombre actual de la torre surgió en el siglo XVIII, cuando sirvió como depósito de pólvora.

Volvamos ahora a Venceslao IV y su sede, la Corte Real. La extensión de este edificio era admirable para aquellos tiempos y también su proyección horizontal en forma de un triángulo fue algo novedoso. El soberano se trasladó al lugar inmediatamente después de terminadas las obras de construcción, sostiene Jaroslava Nováková.

”Venceslao IV gobernó el país desde este nuevo palacio en la Ciudad Vieja. Frecuentemente salía a divertirse también, ya que a diferencia del Castillo de Praga, cerca de su nueva sede había muchas cervecerías y otros lugares de distracción. A comienzos del siglo XV, Venceslao IV fue asaltado en su palacio, secuestrado y mantenido prisionero algún tiempo en Viena, por orden de su hermano Segismundo y de una parte de la aristocracia nacional”.

La Casa Municipal
Los hermanos más tarde se reconciliaron y tras la muerte de Venceslao IV en 1419, Segismundo le sucedió en el trono del Reino Checo.

El edificio de la Corte Real no se ha conservado hasta la actualidad, como habíamos dicho con anterioridad. A comienzos del siglo XX fue derrumbado y en su lugar fue construida la Casa Municipal (Obecní dům), hecha en estilo Art Noveau e inaugurada el 5 de enero de 1912.

En esta casa se celebran actualmente exposiciones y conciertos, por ejemplo en el marco del renombrado festival musical Primavera de Praga y hay allí también un restaurante, un bar y una cafetería.

El inmueble está estrechamente vinculado con el surgimiento de la República Checoslovaca independiente en el año 1918. Personeros de la monarquía austro-húngara entregaron allí el poder a los futuros representantes oficiales del nuevo Estado Checoslovaco, acto que recuerda una placa conmemorativa situada en el edificio.

El festival musical Primavera de Praga en la Casa Municipal,  foto: CzechTourism
Esto ocurrió el 28 de octubre de 1918. Ese mismo día, desde el balcón del Salón del Alcalde de la Casa Municipal, el Comité Nacional Checoslovaco anunció oficialmente la independencia del país.

Al atravesar la puerta de la Torre de la Pólvora y caminar como una cuadra en dirección a la Plaza de la Ciudad Vieja, a mano izquierda podemos ver un edificio que tiene una arquitectura palaciega. Jaroslava Nováková sostiene que la historia de esta casa también es interesante.

”En este lugar había antaño unos baños públicos, los más populares de la Ciudad Vieja de Praga en la Edad Media. A este sitio gustaba ir también el rey Venceslao IV que, además de la limpieza y masajes, buscaba divertirse con las mujeres que frecuentaban la instalación y que, en su mayoría, eran prostitutas de mayor rango”.

Casa de la Moneda,  foto: Archivo de Andrej Šumbera,  Kralovskacesta.cz
Pasado el tiempo, el edificio fue transformado en Casa de la Moneda y más tarde todavía, en el siglo XIX, fue sede de la jefatura militar de la capital Praga.

El soberano de la dinastía de los Luxemburgo que menos influyó en los cambios arquitectónicos en Praga fue Segismundo, hermano de Venceslao IV. No obstante, ello se debió en gran medida a la difícil época en la que le tocó gobernar el país.

La Iglesia católica fue perdiendo en el siglo XV prestigio entre la población y cada vez más se extendía la influencia de los husitas, movimiento religioso nacional reformista.

Jan Hus
Segismundo defendió los valores conservadores y respaldó a los dignatarios católicos frente a los husitas, lo que provocó una ola de resistencia contra él. A este soberano le fue atribuida incluso la responsabilidad por la muerte en la hoguera del reformador religioso, el maestro Juan Hus, quien dio nombre al movimiento de sus seguidores y quien se convirtió en mártir nacional.

La postura negativa de la nación checa con respecto al período histórico de Segismundo Luxemburgo se profundizó aún más en la época del resurgimiento nacional, en el siglo XIX.

Los intelectuales nacionales, influidos por los ideales de los husitas y de la lucha por la independencia nacional y la imposición del idioma checo como lengua oficial, calificaron a Segismundo como una de las figuras más controvertidas y discutibles de la historia checa.

Segismundo Luxemburgo
Si queremos ser objetivos, debemos reconocer que Segismundo fue un importante político europeo de las postrimerías de la Edad Media que ejercía como mediador en las disputas entre Inglaterra y Francia, entre Polonia y Alemania y que defendía una reforma parcial de la Iglesia Católica.

A raíz del estallido de las guerras husitas en el Reino Checo y sus conflictos a nivel nacional, Segismundo se vio obligado a vivir muchos años fuera del país por lo que, a diferencia de otros familiares suyos, difícilmente pudo promover obras de construcción en Praga que lo recordaran hasta el presente.

Segismundo Luxemburgo, el último descendiente masculino de esa dinastía de soberanos del Reino Checo, murió el 9 de diciembre de 1437 en la ciudad morava de Znojmo, durante un viaje a Hungría.