“Ovocné knedlíky”, el plato preferido del archiduque Francisco Fernando de Austria

Foto: Matina Schneibergová

Los platos dulces son una especialidad de Chequia. Esta vez les presentaremos “ovocné knedlíky”, una de las delicias checas que amaba por ejemplo el archiduque Francisco Fernando de Austria.

Foto: Matina Schneibergová

Los “ovocné knedlíky” son bolas de masa hervidas en agua y rellenas de fruta. Se preparan de masa hecha con levadura o masa de requesón. Se pueden llenar con frutas como melocotón, arándanos, albaricoque, o fresas. “Knedlíky” es el nombre para las bolas de masa hervidas, y el adjetivo “ovocné” significa de fruta.

Castillo de Konopiště,  foto: Denisa Tomanová
Se sirven calientes, espolvoreadas con requesón y azúcar, y bañadas con mantequilla derretida. Por lo general se sirven como plato fuerte, y a veces como postre.

Para la mayoría de los extranjeros, el hecho de que una comida dulce se sirva como plato fuerte es sorprendente. Sin embargo, para los checos los “ovocné knedlíky” son una comida muy popular, sobre todo en el verano.

El cocinero Mirek Císař compartió con nosotros su receta para hacer este plato típico checo.

“Bueno, primero hay que preparar la masa. La hacemos con harina, leche, levadura, un poco de azúcar y una pizca de sal. Tenemos que mezclar la levadura con un poco de leche y azúcar, así sale más rápido. Luego añadimos harina, huevos, más leche y sal. Lo mezclamos todo para que se forme una masa muy densa, con la que podemos trabajar fácilmente. Y luego la dejamos subir”.

Castillo de Konopiště,  foto: Martina Schneibergová
Cuando la masa ya ha subido, se recomienda hacer unos bollos que luego se estiran y se cortan en unos cuadros. La fruta se pone en los cuadritos – sea arándanos, fresas, frambuesas, ciruelas, depende del gusto. Si la fruta no es bastante dulce, se puede añadir azúcar.

“Luego se hacen unos pañuelitos de la masa con la fruta. No se debe dejar ningún agujero. Las bolas de masa se hierven por unos 12-15 minutos, de acuerdo con el tamaño. Dado que son hechas de masa de levadura, cuando se sacan del agua es mejor picarlas para que salga el vapor. Y después ya están listas. Las bolas de masa rellenas de fruta se pueden servir con azúcar, requesón, crema batida, azúcar de canela, etc.”

Los “ovocné knedlíky” se preparan según distintas recetas. Existen muchos aderezos que se pueden echar sobre las bolas. En Moravia es popular la amapola, en Chequia requesón, crema batida o pan rallado tostado. Una novedad en este campo es el cacao endulzado.

Castillo de Konopiště - el comedor,  foto: Martina Schneibergová
Las bolas de harina rellenas de fruta se cocinan en Chequia desde el siglo XVII. Aun a principios del siglo XIX, eran muy diferentes a las que conocemos hoy. Se amasaban de panecillos remojados y huevos. Frutas picadas eran parte de la masa, no un solo relleno. Las bolas de masa se freían en manteca de cerdo y luego se hervían en agua o en vino.

Aunque ahora se preparan de una manera diferente, siguen siendo un plato muy popular entre los checos. En el Castillo de Konopiště en Bohemia Central se celebra cada año un festival de “ovocné knedlíky”.

Petr Šuráni, actual jefe de la cocina del castillo que se especializa en la preparación de los “ovocné knedlíky”, dice que la demanda de las bolas de masa dulces está subiendo.

“Cada año se hacen más y más “knedlíky”. Por ejemplo, el año pasado preparamos 2,000 bolas de masa para el festival”.

En el Castillo de Konopiště se prepara solo una receta de las bolas de masa dulce. Se hacen de masa de patatas y se rellenan de ciruelas. Se sirven con semillas de amapola, azúcar y mantequilla derretida.

El archiduque Francisco Fernando de Austria,  dueño del Castillo de Konopiště,  foto: public domain
Los “ovocné knedlíky” preparados de esta manera eran la comida preferida del archiduque Francisco Fernando de Austria, dueño del Castillo de Konopiště a fines del siglo XIX. La administradora del Castillo, Helena Nohejlová, nos cuenta cómo se mantuvo la tradición de cocinarlos en el castillo.

“Nos llegó la información de que Francisco Fernando de Austria una vez escribió una carta al Príncipe Schwarzenberg diciendo que tenía muchas ganas de volver al Castillo de Konopiště y que la cocinera preparara su comida preferida. Y esto eran las bolas de masa hervidas rellenas de ciruelas, espolvoreadas con requesón, amapola y con mantequilla derretida. Nos inspiramos en esta carta y comenzamos a hacer los “ovocné knedlíky” tal, cómo le gustaban al archiduque”.

Las bolas de masa hervida con fruta adentro son típicas en Europa Central. Aparte de la República Checa, también se pueden encontrar en los países vecinos. Los más similares a los checos son los que se preparan en Austria. En la región del Tirol es popular el “Germknödel”, una gran bola de masa hervida rellena de mermelada de ciruelas y servida con natilla. En el sur de Alemania se cocinan los “Dampfnudeln”, unas bolas dulces preparadas en una sartén tapada, que resultan a la vez tostadas y hervidas.