Obama satisface tanto a partidarios como detractores del radar
Barack Obama no dio el domingo pasado en Praga una respuesta clara sobre si EE.UU. seguirá desarrollando la construcción de la estación antimisiles en Europa Central. Pero a pesar de ello cosechó ovaciones en su discurso.
“La República Checa y Polonia demostraron su valentía al ofrecer su territorio para el emplazamiento del escudo antimisiles. En caso de que Irán continúe representando un peligro, continuaremos nosotros en la construcción de un sistema de defensa efectivo en cuanto a los costes. En caso de que el peligro iraní no continúe, no tendremos ningún motivo para construir el sistema antimisiles en Europa”, recalcó el presidente de EE.UU.
Barack Obama tiene fama de ser muy buen orador, lo que en Praga confirmó con sus declaraciones ambiguas respecto al escudo antimisiles. Tanto los que están a favor del proyecto, como los detractores del mismo, entendieron que Obama les dio la razón.
El primer ministro saliente, Mirek Topolánek, sigue insistiendo en la necesidad de realizar la construcción.
“El llamamiento de Obama a la eliminación del armamento nuclear y una defensa activa contra los eventuales riesgos, fue importante para la República Checa, donde podría surgir la estación estadounidense”, subrayó el jefe del Gobierno.Por su parte, el jefe del opositor Partido Socialdemócrata, Jiří Paroubek, está convencido de que Obama se pronunció en contra del proyecto.
“En cuanto a la base de radares, tras el discurso de Obama, se redujeron las posibilidades de los partidarios de la construcción de llevar a cabo el proyecto. Creo que la Socialdemocracia hace una buena política al rechazar el radar”, afirmó.
De todas formas, tanto los partidarios como los detractores de la base ovacionaron en Praga el llamamiento de Obama al desarme nuclear.