No habrá radar estadounidense en Chequia

Barack Obama, foto: ČTK

EE.UU. abandonó el proyecto de construir un escudo antimisiles en Europa Central. El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró que su país buscará crear un sistema alternativo, más barato y efectivo, para hacer frente a la amenaza enemiga.

El escudo antimisiles en Europa Central contaba con una estación de radar antimisiles en la República Checa y una base de cohetes interceptores en Polonia. Pero tras más de dos años de negociaciones, EE.UU. decidió anular el proyecto.

Los estadounidenses simplemente actualizaron su estrategia de defensa, explicó el primer ministro checo, Jan Fischer, después de recibir la noticia de parte de Barack Obama, quien le informó por teléfono.

“Los líderes militares y políticos de EE.UU. revisaron las prioridades en cuanto a su sistema defensivo. Según ellos, la amenaza más grande hoy día consiste en ataques con cohetes de alcance corto y medio. Por el momento, no es inminente un ataque con cohetes de largo alcance”, precisó.

Barack Obama,  foto: ČTK
De esa forma, EE.UU. decidió sustituir en el futuro las bases en Chequia y Polonia por una batería de misiles interceptores desplazados en naves militares.

Esa decisión es aplaudida, sobre todo, por Rusia, que estuvo criticando fuertemente el proyecto desde su principio. “Es un paso responsable, lo aprecio”, comentó el presidente ruso, Dmitri Medvédev.

Por su parte, el ministro checo de RR.EE., Jan Kohout, insistió en que los aliados no han dado marcha atrás frente a la presión rusa.

“Hemos coincido con la parte estadounidense que sobre la seguridad de los aliados seguirá decidiéndose en Washington, Bruselas y Praga, y en ningún caso en Moscú. A pesar de ello estamos interesados en colaborar con la Federación Rusa respecto a la lucha contra ataques de misiles, ya que hacemos frente a amenazas comunes”, acentuó.

La renuncia estadounidense de construir una base de radares en Chequia es bienvenida también por los socialdemócratas, comunistas y el Partido de los Verdes.

“Es un triunfo de la población checa”, recalcó el jefe de la Socialdemocracia, Jiří Paroubek, refiriéndose al hecho de que, según sondeos de opinión pública, un 70 por ciento de la población se expresaba en contra de la construcción del radar en territorio checo.