Nueva exposición muestra pasado, presente y futuro de la animación checa

‘Mundos de la animación checa’

Una nueva exposición pone de relieve toda la historia y trayectoria de los dibujos animados checos, que gozaron de una enorme popularidad en la segunda mitad del siglo XX.

‘Mundos de la animación checa’  | Foto: Art Movement

Los dibujos animados checos han gozado históricamente de una gran popularidad internacional. Ahora, una exposición da relevancia a esta tradición para demostrar que es todavía una industria viva y admirada, especialmente por las generaciones más jóvenes.
La animación checa tiene una larga historia que se remonta a la década de 1920. No obstante, su edad de oro fue entre 1945 y 1989, cuando se publicaron series de televisión como Bob y Bobek, Pat y Mat, El topo Krtek o Maxipes Fík, y películas como La mano de Jiří Trnka, El flautista de Hamelín de Jiří Barta o Una invención diabólica de Karel Zeman.

Las mejores producciones tuvieron lugar durante la época comunista del país, algo que se puede explicar porque durante este tiempo las películas animadas, como otras producciones televisivas o cinematográficas, fueron financiadas por el estado. Por ello, no había un presupuesto ajustado. Si bien es cierto que algunas animaciones fueron censuradas y otros proyectos fueron prohibidos o infrafinanciados, las mejores piezas se publicaron a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.

La exposición, ‘Mundos de la animación checa’ en su traducción al español, se encuentra en el distrito de Holešovice, en Praga, y quiere demostrar que los dibujos animados no son solo una cosa del pasado. El comisario de la exposición y premiado director de animación, Jan Bubeníček, ha explicado su intención con la muestra.

“El objetivo de nuestra exposición es dar a los visitantes una idea de la animación checa, pero no solo como algo que ya se ha terminado, algo del pasado, con marionetas y decoraciones. Queremos mostrarlo como algo vivo, y presentarles el proceso de animación, mostrar al público las distintas disciplinas que intervienen en él. Queremos enseñar el presente y el futuro además del pasado histórico”.

Jan Bubeníček | Foto: Martin Hrnčíř,  Český rozhlas

El lugar donde se encuentra la exposición es luminoso y de concepto abierto. Dos personajes, creados especialmente para la ocasión y vestidos con sombrero de copa y frac, guían a los visitantes a través de la muestra. Ambos pisos del edificio cuentan con rincones donde se pueden ver los típicos espacios de trabajo de los animadores. Todo el recorrido es interactivo, con paredes que te animan a dibujar en ellas.

A pesar de ser una exposición muy cuidada, Kateřina Riley, una de las organizadoras, apunta que tuvieron que enfrentar muchas dificultades.

“Pasamos tres años preparándolo, porque hubo muchos problemas de derechos de autor. También nos tomó un tiempo encontrar una manera de presentarlo; de hecho, tuvimos que cambiar el comisario porque no teníamos la sensación de que fuera la persona adecuada. Y luego llegó el Covid de nuevo. Fue un año muy duro, trabajamos mucho. Tuvimos que traer todos los contenidos y objetos de distintos sitios de la República Checa”.

'Mundos de la animación checa’  | Foto: Art Movement

Además, también se encontraron con problemas a la hora de cooperar con los familiares de los animadores fallecidos. Esto pasó, según explica Riley, con Břetislav Pojar, el titiritero, animador y director checo que murió en 2012. Por ello, no tienen toda la información que querían conseguir.

La exposición abarca toda la animación checa, pasada, presente y futura. Empieza con la prehistoria, con los primeros cazadores-recolectores, y sigue con los egipcios y griegos antiguos, que intentaron representar el movimiento en su arte. También se representan los primeros años del cine, con, por ejemplo, los hermanos Lumière, quienes inventaron el cinematógrafo en la década de 1890.

'Mundos de la animación checa’  | Foto: Art Movement

Y es que fue la combinación de animación y cine lo que creó el extraño y maravilloso mundo del cine de animación que la exposición quiere explorar desde todos los ángulos. Además, se puede seguir todo el proceso de cómo se produce una película animada en la vida real, las diferentes técnicas de animación y el trabajo de varios animadores checos famosos. Ofrece un rincón infantil y una cafetería donde se pueden ver películas históricas, tal como relata Riley.

“Tenemos alrededor de doscientas películas aquí, para niños y para adultos, pasadas pero también contemporáneas. Si quieres, puedes sentarte, elegir algo y verlo. En la cafetería puedes ir cuando quieras, incluso sin entrar en la exposición”.

Los domingos por la tarde se ofrecen minicursos de animación para niños a partir de seis años y sus familias, donde se enseñan los principios básicos de los dibujos animados clásicos o la animación plana y semiplana.

La exposición está organizada por Art Movement, la organización sin ánimo de lucro que ha estado detrás de otras muestras en Praga como la de Tim Burton, de David Cronenberg o de Pixar. ‘Mundos de la animación checa’ está abierta a los visitantes todos los días de la semana hasta el 3 de julio.

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