El cine de animación checo viaja a las Canarias
La República Checa es el país invitado en el décimo aniversario del festival de cine de animación Animayo, celebrado durante esta semana en Gran Canaria. El programa del festival incluye por ejemplo la obra de la nominada al Oscar Michaela Pavlátová, del clásico de los efectos especiales Karel Zeman y el estreno mundial de ‘The Journey of the Little Man’, de Radek Beran.
No es de extrañar, por tanto, que el festival de cine de animación, efectos especiales y videojuegos Animayo, celebrado hasta este sábado en Gran Canaria, dedique su décimo aniversario a homenajear a la rica tradición checa.
De hecho, una de las protagonistas será la animadora Michaela Pavlátová, una figura clave del cine checo contemporáneo, que se encuentra en persona en el festival, y que presenta varios de sus trabajos en la sección La Noche de los dos Rombos, como explica el organizador de Animayo, Damián Perea.
“La Noche de Dos Rombos es cine erótico de humor hecho por mujeres, llevamos haciéndolo durante cinco años. Y Michaela hace unos tres años nos envió algunos de sus cortos, y yo creía que para este décimo aniversario sería ideal poder contar con ella, con su presencia también en una master class. Estamos hablando de una autora nominada a los Oscar, ganadora del Oso de Oro de Berlín, el gran premio Hiroshima, o sea que es un gran nombre. Además me cuadraba justo con este ciclo de cine erótico, que no sé por qué, es el que más éxito tiene en el festival”.Pavlátová se dio a conocer internacionalmente en 1991, por su nominación al Oscar con su cortometraje ‘Palabras, palabras, palabras’ (‘Řeči, Řeči, Řeči’), en el que ya marca un estilo propio, caracterizado por el lirismo, la imaginación desbordada, un trazo característico en el dibujo y su fino sentido del humor. Desde entonces ha compaginado la animación con el cine convencional, siendo autora por ejemplo de ‘Los Hijos de la Noche’ (‘Děti Noci’), premiada en el festival de Karlovy Vary.
Perea subraya su importancia en el marco de lo que puede ofrecer actualmente la animación checa.
“Creatividad desbordante, un diseño y un estilo únicos. La verdad es que los creativos que son mujeres normalmente suelen ser los mejores directores de cine erótico, algo por otro lado muy curioso. Y a nivel de temática, suele ser picante. Creo que es una autora para mí imprescindible. Yo la coloco dentro de los grandes del cine checo, como Švankmajer, y los clásicos. Pero de los contemporáneos, es un valor en alza, por eso decidí que fuera ella la que viniera en representación”.El otro peso pesado que desembarca en las Palmas de Gran Canaria es Karel Zeman (1910-1989), uno de los fundadores del cine checo de animación y creador de una amplia filmografía considerado actualmente como pieza insustituible de la historia de los efectos especiales. De Zeman son por ejemplo las películas ‘Viaje a la Prehistoria’ (‘Cesta do pravěku’) de 1955 o ‘El Aprendiz de Brujo’ (‘Čarodějův Učeñ’) de 1977.
Sus soluciones, un portento para la época, han provocado sensación en el festival, nos cuenta Damián Perea.
“De efectos especiales clásicos, la verdad es que no teníamos mucho, y como todos saben, Zeman viene a ser como el Méliès del cine checo, un pionero de los efectos especiales, también de la animación. Lo que hemos hecho fue proyectar cuatro largometrajes de efectos tradicionales, y el efecto en el público ha sido increíble. Y ver la época en la que lo estaban haciendo, son de los 60, los 50. Los efectos especiales que se hacían eran pintados, los fondos, el mar pintado, las rayas de los trajes pintadas a mano también. Yo creo que Zeman es imprescindible”.El viaje del pequeño checo
Si por un lado se ha apostado por los grandes tanto del pasado como de la actualidad, Animayo también ha querido convertirse en escaparate para las nuevas promesas checas. En su programa destaca la masterclass de Alex Dowis, especialista en el llamado light painting o speed painting de dibujo mediante haces de luz, así como un pase de los mejores cortometrajes de los estudiantes de la FAMU, la Facultad de Cine de Praga.
“Quería traer algo nuevo de los checos, algo para que la gente no solo recordara el pasado, porque parece que el cine checo, sí, fue muy grande en el pasado pero… Pero no, lo que quiero decirles es: espérate, que el cine checo todavía está con muy buena salud, y está generando nuevas ideas, nuevos conceptos. Están trabajando ahora mucho en 2D, cuando antes eran tradicionalmente las marionetas o el stop-motion. Los largometrajes que he ido viendo allí en Praga, creo que si consiguen la parte comercial, convencer a algunos distribuidores, van a tener muchísimo éxito”.En este sentido, uno de los puntos álgidos del programa es el estreno mundial de ‘The Journey of the Little Man’ (‘Malý Pan’), de Radek Beran.
“Se ha hecho con títeres sobre elementos reales. O sea, el bosque es real, el agua es real, las construcciones, que están hechas en medio de los paisajes reales. Eso es algo muy novedoso. Cuando fui a Praga a conocer a los directores, mi cabeza casi explota. No es por echarnos piedras contra nuestro propio tejado en España, pero la verdad es que nos dan mil vueltas a muchos españoles a nivel creativo”. El énfasis en la dimensión artística del trabajo, en aportar ideas insólitas y en el rechazo a los convencionalismos es algo que marca distancias entre el cine de animación checo y el producido en países como España, donde hay mayor presión por satisfacer las supuestas necesidades del público, añade Damián.“No están pensando, como hacemos nosotros, en qué gusta al público, que sea comercial, nos estamos americanizando mucho en eso. Y de pronto me encuentro unos autores que están como en otra época haciendo arte, puro arte, sin pensar en si va a gustar o no. Y al final gusta, porque al final es auténtico, es original. Y esta película, si tengo que decir algo es que es original, la música es increíble, y tiene un buen mensaje”.
La imaginación al poder
Precisamente la concepción de la animación como una obra más artística que comercial deja en los autores checos más espacio y libertad creativa, lo que da lugar a soluciones altamente innovadoras y a un estilo que no trata en todo momento de ser hermoso o fácil de asumir, incide Perea explicando las peculiaridades de la animación checa.
“Normalmente suele ser de marionetas, aunque hacen de todo. En general lo que los distingue es el estilo, el diseño. No se parece a nada de lo que hay en otras partes del mundo. No es un estilo muy comercial, redondeado, como puede ser un Disney, no intentan buscar que sea tampoco agradable el personaje. Y muy originales. Al final sale la originalidad esa. Como por ejemplo, una película en la que utilizan calcetines, en otra muñecos de trapo. Utilizan una serie de elementos muy diferentes. La temática también se nota muchísimo, es más profunda. Es una temática que se atreve a hablar de política o de elementos filosóficos que quizás otros no se atreverían”.A la calidad e interés de la animación checa también se suma una cuestión personal y subjetiva. Y es que la infancia de Damián Perea está íntimamente vinculada a los cortometrajes checoslovacos que salpicaban la programación infantil de la televisión española de los años 80.
“Yo me crié en los 80 con toda esta animación que se trajo a España. En los 80 cuando teníamos Barrio Sésamo no eran los Barrio Sésamo de ahora. Los de aquella época, o la Bola de Cristal y otros programas así famosos ponían en medio cortometrajes checos. La gente me preguntaba por qué el décimo aniversario se lo dedico al cine checo, y es que desde muy pequeñito lo tengo muy metido”.
Damián Perea volverá pronto a la República Checa, esta vez como jurado del festival de cine infantil y juvenil de Zlín.