Los soldados checoslovacos caídos en la batalla de Dukla siguen en el olvido
En la histórica operación militar de Dukla, durante la Segunda Guerra Mundial, cayeron unos 2.000 soldados checoslovacos. Más de 600 no tienen hasta hoy ninguna tumba y sus nombres tampoco aparecen en ningún monumento.
Historiadores del Ministerio de Defensa checo descubrieron hace poco que 617 soldados checoslovacos que hace 80 años cayeron en combate contra los nazis en la parte polaca del desfiladero de Dukla, no disponen hasta hoy de una tumba o monumento que recordara sus nombres. Actualmente las autoridades checas, junto con las polacas, buscan cómo enmendar esa falta.
La operación militar del Dukla y de los Cárpatos comenzó el 8 de septiembre con el objetivo de pasar desde Polonia rápidamente a Checoslovaquia por el desfiladero de Dukla y ayudar al Levantamiento Nacional Eslovaco, que estalló el 29 de agosto.
Se pensaba que gracias a esa operación se lograría derrotar pronto al enemigo nazi, pero finalmente las tareas se prolongaron hasta finales de octubre, sin lograr su objetivo. Sus participantes sufrieron una dura derrota, sobre todo en el estrecho desfiladero de Dukla, bajo control entonces de los nazis. Los combates fueron muy duros, como recordó hace algún tiempo para el Instituto de la Memoria del Pueblo Bohuslav Anděl, quien había participado en la operación.
“Nosotros íbamos abajo por el desfiladero. Ese día había una densa neblina, pero luego se levantó y el enemigo nazi nos tenía como en el palma de la mano. Y cuando comenzaron a disparar, yo traté de ocultarme y sólo veía todo el desastre. Como si alguien cortara el pasto con una guadaña, así caían al suelo los caballos y nuestros colegas de lucha. Fue algo terrible”.
De lado del Ejército Rojo luchó entonces también el Primer Cuerpo del Ejército Checoslovaco, bajo el liderazgo del general Ludvík Svoboda. Pero hasta el 22 de septiembre estas unidades perdieron a 117 oficiales y a 3.289 hombres, entre muertos, heridos y desaparecidos, como recordara en su tiempo otro participante, Vilém Sacher.
También otro de los combatientes de Dukla, Josef Valenta, recordó con tristeza para el Instituto de la Memoria del Pueblo aquella sangrienta contienda de la que fue partícipe en su juventud.
“Allí muchos de los soldados encanecieron siendo jóvenes. No se pueden imaginar lo terrible que fue eso. Para atravesar el desfiladero de Dukla había que pasar por un estrecho camino y los nazis, que estaban escondidos por todos lados empezaron a dispararnos, matándonos como a moscas. No nos dejaron llegar a nuestra meta”.
Una reparación histórica
De los 16.000 soldados checoslovacos que lucharon en Dukla perdieron su vida allí unos 2.000. En los monumentos a la operación de Dukla y los Cárpatos falta no obstante una mención de unos 617 soldados checoslovacos, cuyos nombres fueron descubiertos hace poco en los archivos del Ministerio de Defensa checo, según contó a la Radio Checa el historiador de ese ministerio, Pavel Krugler.
“Nos hemos dirigido en busca de ayuda a la Cruz Roja Internacional que, terminada la Segunda Guerra Mundial participó en la exhumación de soldados en Dukla. De las informaciones de entonces se desprende que había un gran desorden en los datos respectivos, porque en las tumbas, donde debían haber sido sepultados soldados del Ejército Rojo, habían sido sepultados soldados checoslovacos y viceversa”.
De acuerdo con Krugler, las autoridades checas decidieron crear una tumba o monumento colectivo en recuerdo a todos los soldados checoslovacos caídos durante la operación de Dukla y los Cárpatos. Para ello, tanto los representantes checos como polacos involucrados han avanzado en negociaciones para concretar el proyecto y dar así, finalmente, un merecido reconocimiento para estos héroes olvidados.