La cuchara, un pequeño y cálido bar de Malá Strana en el que conviven locales y turistas

Un refugio para los locales en pleno centro de Praga

En el barrio de Malá Strana hay una pequeña cafetería donde los locales pueden estar a gusto en pleno centro de Praga y los turistas se sienten como en casa. Su dueña es Denisa Vyčichlová, una checa amante de la cultura latinoamericana que desborda simpatía y tiene el talento de tratar a todos sus clientes como verdaderos amigos. En esta entrevista, la dueña del ya clásico bar Lžička (La cuchara) nos cuenta la increíble historia de un lugar que ningún amante de Praga debería dejar de visitar.

Fachada | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

No hay margen de error: si un extranjero cree que los checos son fríos de seguro no conoce aún a Denisa Vyčichlová, la dueña del hermoso bar Lžička (La cuchara) de Malá Strana, una cafetería que abrió hace apenas dos años, pero da la sensación de que existe hace más de un siglo porque no hay vecino que no se asome aunque sea un instante para saludarla. Ella agradece a sus amigos de la zona porque hacía mucho que soñaba con tener un bar y, gracias a ellos, supo que ese lugar estaba en alquiler: como esos sitios tan céntricos requieren un concurso, al enterarse de su existencia decidieron postularse junto a su pareja al proceso de selección y ya la primera vez que entraron al local sintieron que había una excelente energía.

Denisa Vyčichlová | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

“Y tenía muchas ganas de que funcionara, lo cual finalmente sucedió porque nuestra idea era hacer una pequeña cafetería, una cafetería para la comunidad que funcionara sobre todo para el público local porque lamentablemente aquí en el centro hay muchos cafés orientados al turismo”.

Agrega que en esos bares o cafés suelen prestar atención a la cantidad y ellos, por el contrario, querían enfocarse en la calidad, en poder brindar un trato personal a sus clientes y ofrecerles todas las condiciones necesarias para que puedan pasar un rato agradable. Algunas de las especialidades de la cafetería La Cuchara son las tortas y galletas caseras, sin añadidos de azúcar ni gluten y, por supuesto, el café, el producto por excelencia del establecimiento, a tal punto que decidieron comprar una máquina más grande y ampliar considerablemente la variedad.

Las delicias | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

La importancia de la cuchara

Cuenta Denisa que fue todo un tema el proceso de selección del nombre del bar, durante el cual intervinieron varios amigos y con su esposo y socio llegaron a pensar muchísimas variantes, entre las cuales una de las más firmes fue El Túnel. Sin embargo, el título definitivo se le ocurrió a ella un día en la gran casa en la que vive con su pareja y sus respectivas familias.

Más cucharas | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

“Y un día llegué a casa y dije, pero claro, si aquí tenemos la cuchara gigante de la abuela de mi pareja y así se me ocurrió el nombre que primero era ‘La cuchara cayó en la cafetería’. Pero mi pareja me dijo que era demasiado largo y hasta un poco infantil porque yo soy así. Pero ya no podía sacarme de la cabeza la idea de la cuchara ni la conexión con el símbolo de la abuela, así que acortamos el nombre de la cafetería a ‘La cuchara’”.

Lamenta Denisa que la abuela no haya llegado a ver el bar porque falleció apenas tres meses antes de cumplir los cien años y está convencida de que le hubiera encantado este bar que, de todos modos, la homenajea con esa cuchara gigante que cuelga sobre el mostrador y es casi lo primero que ve todo el mundo al ingresar al establecimiento. Esa enorme cuchara original del año 1945 fue un regalo de bodas que le hicieron a la abuela como símbolo de la abundancia. Hoy es, sin lugar a dudas, el estandarte de la cafetería y su eficacia está intacta porque, tal como ella misma cuenta, ya les dio abundancia de nuevos contactos, conocidos y hasta amigos. Y aunque está claro que es la más pintoresca, esa no es la única cuchara decorativa del lugar.

“Eso se lo debemos también a nuestros amigos de Malá Strana que fueron los primeros que empezaron a traernos esas pequeñas cucharas que tenemos en exhibición, y desde hace un tiempo cuando alguien se va de viaje nos traen cucharas de distintos lugares y rincones del mundo. Por eso ahora tenemos una colección muy amplia de cucharas”.

Colección de cucharas | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Lo curioso es que algunos de los clientes y amigos del bar son los dueños de otros negocios de la zona. Es que si La cuchara logró funcionar fue, justamente, gracias a su excelente idea de no resignarse y apostar a construir algo que brillaba por su ausencia: un refugio como los bares de antes, esos sitios a los que la gente iba muy temprano a la mañana a tomar un café, leer el periódico y quizás charlar.

“La verdad que es algo muy agradable abrir por la mañana y sentir que estás aquí como entre amigos”.
Denisa Vyčichlová

“Malá Strana es como un pequeño pueblo, mucha gente no lo ve así por tratarse del centro pero realmente siguen viviendo aquí algunos antiguos locales, nosotros los conocemos y aquí se organizan incluso diferentes eventos, así que al abrir el bar no nos esperábamos encontrar tan rápido nuestro público y que toda esa gente volviera con nosotros, pero la verdad que es algo muy agradable abrir por la mañana y sentir que estás aquí como entre amigos”.

Al amigo ausente

El recuerdo en homenaje al coreógrafo Vlastimil Harapes | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Otra particularidad del bar es que tiene, en un rincón, una especie de altar que recuerda al prestigioso actor y bailarín Vlastimil Harapes que falleció el año pasado y era uno de los clientes más queridos del bar, a tal punto que, en lo que hubiera sido su cumpleaños, los dueños de la cafetería le hicieron un homenaje proyectando imágenes y recuerdos de su vida y obra. Una celebración conmovedora que contó con la presencia de amigos, familiares y seres queridos. Además de un retrato y una botella con su foto que recuerda el vino que siempre iba a tomar, en el altarcito hay, como no podía ser de otra forma, un juego de cucharas que él tenía en su casa.

“Él era nuestro gran amigo y un amante de Malá Strana que apoyaba a todos los negocios de la zona, un vecino al que le encantaba la compañía y venía casi todas las noches a saludar a todo el mundo, tomarse una copa de vino Hibernal, cantar y bailar. Y cuando abrimos el café inmediatamente le gustó este lugar, tanto que decidió celebrar aquí el verano pasado cuando cumplió setenta y siete, fue una gran fiesta en la que tocó en vivo una banda dixiland y todos los invitados disfrutaron de un pastel, y bailaron y cantaron hasta horas de la mañana”.

Uno de los sitios predilectos de los locales | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Embajadores checos en el mundo

Agrega Denisa que, aunque la mayoría de los clientes son locales, también suelen recibir a algunos turistas a los que no les gusta sentarse en lugares convencionales sino que buscan sitios más auténticos y con un poco de tranquilidad, que les permita disfrutar de un buen café fuera del bullicio. De hecho, dice que ya tuvo la suerte de que un par de personas latinoamericanas volvieran al bar después de un tiempo y eso para ella es muy valioso porque asegura que le encanta la cultura de esa parte del mundo.

“Me encanta América Latina, yo no sé de dónde viene eso pero me gusta muchísimo”.
Denisa Vyčichlová

“Me encanta América Latina, yo no sé de dónde viene eso pero me gusta muchísimo. Cuando la gente me hace algún comentario al respecto pongo música latina, por ejemplo cubana porque me encanta. Claro que el hecho de haber estado de vacaciones en República Dominicana me influyó: cuando tuve la oportunidad de visitar los cafés locales disfruté mucho de esa energía, porque ya a las siete de la mañana puedes ver a las chicas bailando un poco de salsa y es imposible no engancharte, eso es exactamente como lo que sucede en nuestro bar”.

Las fotos de la boda de la abuela | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Por otro lado, agrega que otro factor que favorece mucho la estupenda atmósfera del bar es su ubicación privilegiada en Tržiště número 12. Porque si bien están en pleno centro es cierto que justo esa calle no es de las más concurridas de la zona y, por lo tanto, tiene también algo relajante. En definitiva, un contexto ideal para que cualquier persona, local o turista, pueda sentarse, disfrutar del café y charlar todo lo que quiera con su dueña o los demás clientes.

“Aquí suelen venir también personas de muchas nacionalidades, también porque hay muchas embajadas por la zona, y la verdad es que también nos gusta mucho recibir a los turistas, solemos entablar conversación con ellos y siempre nos gusta sorprenderlos tocando alguna canción de su país o diciéndoles alguna frase en su propia lengua porque nos gusta que se sientan como en casa aquí”.

La dueña de la cafetería La Cuchara | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

De hecho, cuenta Denisa que, luego de visitar su bar, fue justamente una clienta de Austria la que, al enterarse de que la cafetería no figuraba en internet, les terminó abriendo un perfil en Google Maps. En ese momento comenzó el segundo gran boom del bar que, a partir de entonces, empezó a recibir montones de reseñas positivas que destacan, en efecto, la simpatía de la dueña y hoy le dan a La cuchara un puntaje casi perfecto en esa plataforma. Además de sorprenderse, ella no deja de agradecerlo porque no se consideran profesionales del rubro gastronómico, sino personas llenas de entusiasmo que, tal como reza uno de los carteles de la entrada, hacen el café y todo lo demás con mucho amor.

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