Tribunal Constitucional: las comadronas podrán asistir partos en casa
En una sentencia que marca un hito en la jurisdicción checa, el Tribunal Constitucional dio permiso a las comadronas para asistir partos en casa. Hasta ahora se enfrentaban a fuertes multas. La sentencia advierte de que la ley al respecto debe ser modificada.
Las comadronas podrán asistir partos en casa, pero este acto seguirá sin ser considerado atención sanitaria, ya que en los domicilios difícilmente se pueden dar las condiciones para tal cosa. Así lo decidió el Tribunal Constitucional esta semana. Los partos en casa ya estaban permitidos en la República Checa, pero se decidió prohibir la participación de profesionales sanitarios para intentar que no se produjeran al considerar que conllevan un riesgo demasiado alto.
Gracias a la sentencia, ahora ese riesgo asumido será responsabilidad de los padres y no del profesional sanitario que ayuda.
En entrevista para la Radio Checa, el senador Ondřej Šimetka, que también es director de la Clínica de Ginecología y Maternidad del Hospital Universitario de Ostrava, dio la bienvenida a la decisión, pero dejó clara su postura al respecto.
“Para empezar, diría que, como médico, preferiría que todas las mujeres dieran a luz en la maternidad de un hospital. Por otro lado, respeto a las mujeres que no lo quieren así y quieren dar a luz en casa, para quienes esta puede ser también, en teoría, una opción realmente segura en algunos casos”.
La decisión del Constitucional es buena en cualquier caso, opina Šimetka, porque soluciona los problemas causados por la prohibición, que más bien agravó el problema que se pretendía atajar.
“Lo que celebro de la sentencia del Tribunal Constitucional es que dice claramente que la legislación actual en la República Checa es poco clara, caótica e impredecible, y que algo así no debería existir en un Estado regido por el Estado de derecho. El tribunal pidió a los legisladores que remedien la situación. Mencionó lo absurdo de que las comadronas están sujetas a multas de hasta 40.000 euros por asistir a este tipo de partos. En la práctica se había creado un sistema con el que los nacimientos se seguían produciendo en casa, pero de forma mucho menos segura, ya que la presencia de un trabajador sanitario reducía significativamente el riesgo. Así que, paradójicamente, los esfuerzos por prohibir los partos en casa conllevaron un mayor peligro”.
Según Šimetka, la ley tiene que aceptar la realidad de que sencillamente, los partos en casa existen, siempre los ha habido y los seguirá habiendo, y por tanto, el Estado debe cuidar para que se den las máximas condiciones de seguridad, lo que se consigue con una buena regulación.
“Son las mujeres quienes tienen que decir. Y aunque se trate de un grupo muy pequeño las que sencillamente nunca darán a luz en una maternidad, ellas evalúan la situación y si es una opción segura para ellas. Si miramos a los países que nos rodean, es parecido en todas partes. En Austria los partos en casa representan aproximadamente entre el 1,5% y el 2%; en Alemania, aproximadamente el 1%. Los países de nuestro entorno están intentando afrontar esta situación de alguna manera y han establecido reglas claras para que estos nacimientos sean seguros. Nosotros tenemos que hacer esto también”.
Recuerda Šimetka que un parto nunca es completamente seguro, ni siquiera en una clínica, que de lo que se trata es de reducir el riesgo a la mínima expresión. Y reconoce asimismo que hay casos en los que este riesgo puede ser también mínimo en los partos en casa.
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