Andrej Babiš contra el Tribunal Constitucional
El Tribunal Constitucional checo decidió modificar de manera significativa la ley electoral. El veredicto, que surge nueve meses antes de las próximas elecciones parlamentarias, ha alegrado a la oposición y provocado ataques y acusaciones por parte del primer ministro, Andrej Babiš.
El Tribunal Constitucional checo anunció el miércoles su decisión de anular una estipulación de la ley electoral introducida hace más de veinte años. Esta establecía un porcentaje mínimo de votos, que debían obtener las coaliciones de partidos y movimientos políticos para acceder a la Cámara de Diputados tras las elecciones: un 10 % para las coaliciones de dos, un 15 % para las coaliciones de tres y un 20 % para las coaliciones de cuatro y más sujetos políticos.
Esta estipulación se ha visto anulada por el Tribunal Constitucional. De acuerdo con su resolución, al igual que los partidos políticos individuales, también a las coaliciones les bastará obtener el 5 % de los votos.
La decisión desató una ola de reacciones en Chequia. Las declaraciones más fuertes fueron pronunciadas por el primer ministro, Andrej Babiš, quien acusó al tribunal y a su presidente Pavel Rychetský de un intento de influir en la situación política en el país y socavar la confianza de los ciudadanos en el sistema constitucional.
“El Tribunal Constitucional está intentado influir en la situación política de nuestro país. Y eso no le corresponde. Al parecer, a esta República a menudo no la dirigen representantes elegidos por el pueblo, sino jueces constitucionales. Un cambio tan serio del sistema electoral, que ha funcionado sin problemas durante más de 20 años, debería ser objeto de un amplio, minucioso y premeditado debate político. No el resultado de una demanda y de una decisión judicial“.
Andrej Babiš acusó también a Rychetský de haber conspirado con el movimiento Alcaldes e Independientes (STAN) y haber acordado la anulación de la estipulación a cambio de que el movimiento apoyaría la candidatura del juez a la presidencia de la República en 2023.
Rychetský rechazó las acusaciones y recalcó que la decisión fue aprobada por 11 de los 15 jueces del tribunal. Las declaraciones tampoco sentaron bien al jefe del STAN, Vít Rakušan.
“Si el primer ministro sugiere que esto ha pasado porque STAN le ofreció algo al señor Rychetský, se trata de un reflejo del mundo en el que actúa el primer ministro. Negocios y chanchullos, sobornos, intercambios de algo por algo. Nosotros no vivimos de esta manera. Espero que este mundo que él está proyectando también en la República Checa, termine pronto”.
En sus propias palabras, el Tribunal Constitucional Checo se decidió por el paso, porque la ley, en su versión actual, constituía una violación de la igualdad del derecho electoral y de las oportunidades de los partidos políticos.
Efectivamente, la estipulación fue introducida en el año 2000, con el fin de limitar la influencia de los partidos políticos pequeños, según explicó el politólogo Tomáš Lebeda en el programa Vinohradská 12 de la Radio Checa.
“La estipulación tuvo un fin especial. Estaba dirigida en contra de una coalición de cuatro partidos, entonces una verdadera oposición para la coalición del Gobierno de los Socialdemócratas y el Partido Cívico Democrático. Y tuvo efecto. No mecánico en el sentido de que algún sujeto político no pudiera acceder a la Cámara de Diputados, sino más bien psicológico, que causó que se desintegraran algunas coaliciones”.
La decisión del Tribunal Constitucional resonó de manera positiva con los partidos de oposición, quienes acogieron con agrado el fin del antiguo sistema electoral. El camino hacia el cambio, no obstante, fue bastante largo. El impulso lo dio un grupo de senadores de STAN en 2007.
El tiempo transcurrido y el momento de la decisión han hecho cuestionar a algunos representantes políticos las verdaderas intenciones del tribunal. De acuerdo con el jefe del partido SPD, Tomio Okamura, el cuerpo judicial ayudó con su decisión a las coaliciones que están formando los partidos de la oposición de cara a las próximas elecciones parlamentarias. Por su lado, el jefe de los comunistas, Vojtěch Filip, calificó el veredicto de ‘una seria intromisión en la campaña electoral en curso’.
No obstante, por encima de la ruptura que la resolución ha provocado en la escena política está el estrés. La decisión del Tribunal Constitucional ya se aplicará para las próximas elecciones a la Cámara Baja del Parlamento checo, que se celebrarán el 8 y 9 de octubre de este año. Por lo que la Cámara de Diputados y el Senado tienen solo nueve meses para acordar el lado técnico de la decisión del Tribunal Constitucional e incorporar los cambios en la legislación checa.