El arte femenino es una cuestión masculina
Se inaugura en Praga la exposición colectiva internacional Pintura femenina, ¡un asunto masculino!, en la que siete artistas juntan sus fuerzas para demostrar que las mujeres, simplemente, hacen arte sin más, y no “arte femenino”.
Acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, aumentar la participación de las mujeres en puestos directivos o mejorar en el índice de igualdad de género son algunos de los temas que resuenan cada vez más en el debate público en Chequia, especialmente después de lo sucedido con la directora de animación Daria Kashcheeva en la entrega de los premios del cine checo sobre la incompatibilidad de ser madre y artista, cuando se le retiró la palabra a mitad de su discurso por “alargarse demasiado”, argumentaron.
En este contexto, se inauguró este martes en Praga la exposición Feminine Painting – It's a Masculine Thing! (Pintura femenina, ¡un asunto masculino!) que apunta a lo despectivo que es el término “arte femenino”, según explicó para Radio Praga Internacional una de sus comisarias, Jaroslava Tomanová.
“El nombre parafrasea un artículo del artista aborigen Richard Bell, de Australia. El artículo se llama El arte aborigen es un asunto blanco. Ahí analiza cómo las personas que no son de origen aborigen aprovechan el arte aborigen para sus propósitos, para el mercado, las instituciones, etcétera. El mismo mecanismo aplicamos al término ‘pintura femenina’. Creemos que surgió en las estructuras de la sociedad patriarcal para discriminar el arte de las mujeres o aquellos que se identifican como tales”.
La exposición se basa en la investigación doctoral de la segunda curadora, Martina Drozd Smutná, que realizó en la Academia de Bellas Artes en Praga. Asegura que las escuelas, la prensa y la crítica que utiliza el término “arte femenino” es representada por el 99% por los hombres y, en efecto, se trata de una definición absurda que, además, no es utilizada por las mujeres.
No obstante, según cuenta Martina Drozd Smutná, en la sociedad checa se produjo un cambio positivo y fuerte en los últimos años, especialmente si se compara con los años 90. En esta época, frecuentaba la Academia de Bellas Artes en Praga la artista Olina Franco, también participante de la exposición, que cofundó el grupo artístico de tres mujeres Koza Nostra. En aquella época solo recibió etiquetas de burla como “grupo feminista” o comentarios despectivos.
“Creo que el hecho de poder estudiar un doctorado y este tema en concreto que critica a la propia institución, mientras que esta institución me concede becas y me apoya muchísimo durante todo este tiempo, muestra que la institución es muy abierta y entiende que debería llegar un cambio. Y yo creo que está en camino”.
Entre los participantes de la exposición en Praga se puede encontrar a la artista polaca Marta Nadolle, al compositor Ian Mikyska, que se pregunta si los instrumentos musicales se pueden asociar al género, o la artista Adelita Husni-Bey, de origen libio-italiano, que plantea la cuestión de la educación “horizontal”, es decir, un cambio en la educación en el que todos aprendan de todos, incluso los profesores de los alumnos, lo cual es algo que les gustaría propagar más a las comisarias de la exposición también en las universidades checas.
Crear arte en comunidad
La exposición Pintura femenina, ¡un asunto masculino! se puede ver en el nuevo espacio artístico de la galería sin ánimo de lucro Světova 1 que funciona gracias a la comunidad artística y donaciones voluntarias. “Valoro mucho su postura hacia nosotros. Las cosas surgen en un ambiente en el que las personas aprenden unas de otras”, dice Jaroslava Tomanová y asegura que Světova 1 es uno de los espacios más abiertos en la capital.
La creación en equipo y el contexto de la ciudad es algo crucial también para la obra de otro de los artistas participantes en la exposición Jazael Olguín Zapata, de Ciudad de México, quien vino a Praga aprovechando una residencia artística para mantener un diálogo con la autora de la investigación sobre “arte femenino” Martina Drozd Smutná. Sus pinturas las convirtió en obras de cerámica.
“A partir de estas conversaciones, lo que yo estoy haciendo es una traducción iconoclasta. Son piezas de cerámica. Quien quiera experimentar la pieza, que sea espectador o espectadora, que pueda sostenerse sobre el piso, pararse. Si lo siente lo suficientemente seguro, caminar sobre ella de manera que me interesa desplazar la experiencia de la obra de arte de la visión a las plantas del pie”.
Estando en Praga durante un mes de residencia, Jazael Olguín Zapata colabora estrechamente con el espacio artístico de MeetFactory en el barrio capitalino de Smíchov. Además del proyecto Pintura Femenina, está realizando el proyecto Caminar por las paredes, inspirándose en las paredes de Praga. Según dice, le fascina que sean de distintas épocas y llenas de texturas que quiere llevar al piso.
“En Praga, me interesan mucho sus distintas capas históricas. Que también es una ciudad vieja como de la que yo vengo, que ha atravesado muchos procesos históricos, cruciales e importantes no solo para la región, sino también para el mundo actual en el que vivimos, y creo que me quedo con estas distintas capas de historia de un barrio a otro, son visibles y eso es muy interesante. Y creo que también me interesan mucho los parques y toda la parte de naturaleza que hay en la ciudad y cómo se van mezclando espacios urbanos con los espacios naturales”.
Añade el artista que la experiencia praguense está siendo muy rica también porque tiene que ver con tejer comunidad, establecer vínculos sociales. Así, el 26 de marzo tendrá en MeetFactory un open studio, mostrando pinturas, dibujos, objetos, esculturas, y ofreciendo una reflexión un poco más amplia sobre cómo podemos ver de forma más crítica nuestra forma de “habitar la ciudad”.
Según explica, lo que le impresionó en Chequia era el alto grado de escultura pública que hay en las calles, los parques, las plazas y distintos rincones del país, igual que sus fachadas y ornamentos.
Estando en Praga, Jazael también conoció a uno de los artistas más llamativos del arte checo contemporáneo, David Černý, cuyos vehículos rojos colgados de la fachada de MeetFactory no pueden pasar desapercibidos.
“Supongo que David se suma a esta tradición importante que hay de arte en el espacio público en la República Checa. Me interesa muchísimo el proyecto de MeetFactory como una especie de proyecto artístico que no está pensando nada más en el objeto que va a ocupar un espacio, sino en toda la infraestructura que posibilita y permite que artistas de distintas latitudes se reúnan, compartan una cocina, una sauna, estudios, actividades y que todo eso sea parte de una experiencia artística. Creo que es de las residencias más interesantes que he conocido en mi vida”.
Una vez terminada su residencia, Jazael volverá a Ciudad de México a colaborar con su colectivo, esperando poder volver a Praga, según dice. Su obra como parte de la exposición Pintura femenina, ¡un asunto masculino! se podrá contemplar en Světova 1 hasta el 15 de mayo.