Se desarrolla en Chequia un motor híbrido de avión que reducirá el consumo de combustible
La Unión Europea dio 35 millones de euros para el desarrollo de un motor aéreo híbrido que se está desarrollando en Praga. Este usará hidrógeno para reducir el consumo y las emisiones de dióxido de carbono.
La Unión Europea pretende ser neutral en emisiones de dióxido de carbono antes de 2050 también en el muy contaminante transporte aéreo. Más de veinte empresas e instituciones europeas, incluida la Universidad Técnica Checa (ČVUT) o el Centro de Investigación Aeroespacial Checo (VZLU) participan en el proyecto europeo de desarrollo de un motor de avión híbrido que reduzca el consumo y, por tanto, sus emisiones.
El director de la empresa GE Aviation en la República Checa, Milan Šlapák, cree que el camino para llegar a esa huella de carbono neutra pasa por la reducción paulatina de emisiones. A la Radio Checa mostró el prototipo de motor de avión híbrido que están desarrollando en el barrio praguense de Letňany, algo que muy pocas empresas son capaces de hacer en la actualidad, dijo.
“El hecho es que nadie más hace esto en la República Checa ni lo va a hacer. En Europa Central u Oriental también somos los únicos, y a nivel europeo, de todo el continente, se trata de dos o tres empresas que juegan con el hidrógeno y las opciones híbridas de propulsión como estamos jugando nosotros. Es un motor de nueva generación, pero es el único de esta categoría que se controla de manera completamente digital”.
Milan Šlapák contó lo que esperan conseguir con este motor, para el que se cuenta con un plazo de desarrollo de cuatro años.
“La arquitectura esperada de este sistema híbrido se complementará con un motor eléctrico que ayudará en algunas o todas las fases del vuelo. Es un motor eléctrico que estará propulsado por hidrógeno”.
El director del Centro de Investigación Aeroespacial Checo, Josef Kašpar, advierte que es muy difícil hacer que funcionen de forma armónica un motor alimentado por combustibles fósiles tradicionales y otro eléctrico, ya que las condiciones físicas necesarias para uno y otro son completamente distintas. En la actual fase de desarrollo se trata de analizar todos los fallos que se producen para irlos solventado hasta conseguir un motor de avión que dé todas las garantías de seguridad y se pueda sacar al mercado, destaca el ingeniero.
Un motor híbrido como el que se está desarrollando tiene, sin embargo, una desventaja importante, que es su mayor peso, lo que provoca todo tipo de cálculos respecto a las posibilidades de los futuros aviones que los porten, explica Milan Šlapák.
“¿Vamos a transportar la misma cantidad de pasajeros o somos capaces de hacer un avión más grande para llevar más pasajeros? ¿O vamos a remodelar y aprovechar aviones ya existentes y, en tal caso, llevar menos pasajeros? Esto significaría menos ingresos, así que podríamos también llevar la misma cantidad de pasajeros pero reducir el alcance de estos aviones, esto es, realizar vuelos más cortos. Se trata de muchos análisis que habrá que hacer cuando demostremos que el sistema está tecnológicamente maduro”.
Aunque el desarrollo del motor híbrido está previsto para un total de cuatro años, para que volemos en un avión con este tipo de motores habrá que esperar varios años más.
La aviación contribuye notablemente al aumento del efecto invernadero. Sus emisiones de dióxido de carbono representan entre el 2% y el 3% del total de emisiones mundiales.