Un año de Fiala en el gobierno: “Me siento como en una película de acción”
Petr Fiala lleva un año presidiendo el gobierno checo. En este tiempo ha tenido que enfrentarse a la pandemia del COVID-19, la guerra en Ucrania y sus consecuencias, como la crisis migratoria y la energética, además de ocuparse de la presidencia checa del Consejo de la UE.
El 17 de diciembre se cumple un año desde el nombramiento del gabinete dirigido por Petr Fiala, líder del Partido Cívico Democrático (ODS). La coalición gubernamental formada por el ODS, TOP 09, el democristiano Partido Popular (KDU-ČSL), Partido Pirata y el de Alcaldes e Independientes (STAN) empezó su mandato con la atención puesta en la gestión de la pandemia del COVID-19. Entonces difícilmente se habría imaginado que al cabo de dos meses sus prioridades cambiarían radicalmente debido al estallido de la invasión rusa de Ucrania. Chequia tuvo que gestionar de inmediato una gran ola de inmigración ucraniana y, posteriormente, la subida de precios, la inflación y la crisis energética que provocó la agresión de Moscú.
En el balance anual ofrecido en el marco del programa Preguntas y Respuestas del jefe del gobierno Petr Fiala, publicado por la Oficina del Gobierno, el primer ministro consideró que su gabinete había conseguido superar todos los desafíos que trajo el turbulento año de 2022.
“Tengo la sensación como si estuviera en una película de acción. Los desafíos y eventos inesperados siguen llegando, y siempre que el gobierno supera una cosa, surge otro problema. No se cumplió nada de lo que habíamos planeado al comienzo porque fue reemplazado por otras cosas. Después de un año tengo la sensación de que pudimos con todo”.
Considera Fiala que, entre los éxitos del gobierno actual, destacan la gestión de la pandemia del COVID-19, la solución ejemplar de la crisis migratoria vinculada a la guerra en Ucrania y la actuación frente la crisis energética, siendo este último punto el más importante en la vida cotidiana del pueblo checo.
“Es muy importante que hayamos conseguido garantizar suficientes recursos energéticos, y eso no es nada que se dé por supuesto. Todavía en primavera existía el peligro de no tener suficiente gas. También pudimos solucionar el precio de las energías. Conseguimos garantizar unos precios aceptables tanto para los ciudadanos como las empresas y las instituciones públicas. Los precios suben, pero subirían mucho más sin las medidas tomadas por el gobierno”.
Con estas medidas, Fiala se refiere a la limitación de precios, la tarifa de ahorro y la supresión de impuestos a los recursos renovables. “Suficientes recursos energéticos, el mantenimiento bajo control de los precios de la energía y la creación de un sistema para aquellos que se encuentren en una situación vital problemática, esto son los éxitos de nuestro gobierno y no son pocos para este periodo”, concluyó el jefe del gobierno en su balance anual.
Una opinión diametralmente opuesta dieron al respecto los representantes de los dos partidos de la oposición, el movimiento ANO, encabezado por el exprimer ministro Andrej Babiš, y el partido Libertad y Democracia Directa (SPD). Tomio Okamura, jefe del SPD, considera que el gobierno actual, al que considera incompetente, es responsable de la caída del nivel de vida de los checos. En entrevista para la Radio Checa criticó el llamado Paraguas contra la Carestía, programa del gobierno que concede a los habitantes subsidios a la vivienda, las energías y los hijos.
“El Paraguas contra la Carestía no funciona. El primer ministro Fiala, en otras palabras, dijo que el gobierno mandaba a la gente a pedir subsidios. En vez de eso, el gobierno debería resolver los altos precios de la energía”.
Según el vicepresidente del movimiento ANO, Karel Havlíček, el único logro del gobierno de Petr Fiala fue el alquiler de las terminales flotantes de gas natural licuado en el puerto de Eemshaven en Países Bajos. En entrevista para la agencia de prensa ČTK, opinó este jueves que considera un fracaso el resto de pasos tomados por el gobierno. “La mayor subida interanual de precios de la energía de la UE. Todo eso solo por el hecho de subestimar brutalmente medidas que se podían tomar a tiempo y que nosotros proponíamos”, dijo Havlíček.
La segunda mitad de este año también fue marcada por varias expresiones de descontento por parte del pueblo checo. La manifestación más numerosa, con unas 70.000 personas, se produjo en la plaza Venceslao de Praga el 3 de septiembre. Los asistentes demandaron, bajo el lema “Chequia primero”, la dimisión del gobierno de Petr Fiala. También se pudieron observar pancartas contra la UE, la OTAN, el pacto verde europeo o las sanciones a Rusia.
Por otro lado, en octubre, la misma plaza se llenó de personas que expresaron su apoyo a Ucrania, a los valores democráticos y a las sanciones contra Rusia.
El primer año del mandato de Petr Fiala coincidió también con la presidencia checa del Consejo de la Unión Europea, que comenzó el 1 de julio y se prolongará hasta 31 de diciembre, cuando Suecia tome el relevo. Durante este tiempo Praga recibió a los máximos representantes políticos europeos y organizó numerosas cumbres internacionales. Entre los resultados de la presidencia checa, marcada por el apoyo a Ucrania o a la ampliación de la UE hacia los Balcanes occidentales o la propia Ucrania y Moldavia, destaca la creación de la Comunidad Política Europea, plataforma de diálogo y cooperación de todos los países europeos que va más allá de la UE, y que dio sus primeros pasos en la capital checa.