Chequia destruye la granja porcina de Lety construida en el lugar de un campo de concentración nazi
Después de varios años de disputas, las autoridades checas dieron luz verde a la demolición de la granja porcina de Lety, construida en el lugar del antiguo campo de concentración nazi para gitanos.
La granja porcina fue construida por el régimen comunista checoslovaco en los años 70 sin tomar en cuenta que en ese lugar se encontraba un antiguo campo de concentración gitano.
Los primeros intentos por devolver la dignidad al lugar, donde encontraron la muerte unas 330 personas, niños en la mayoría de los casos, empezaron después de la Revolución de Terciopelo de 1989 que acabó con el comunismo en Checoslovaquia.
El líder de aquella revolución pacífica y posterior presidente de Checoslovaquia, Václav Havel, fue el primero en prestar atención a Lety e inaugurar un monumento conmemorativo a las víctimas del antiguo campo de concentración en 1995.
“El régimen totalitario comunista trató de borrar de la memoria a las víctimas gitanas del nazismo, trató de que fueran olvidadas”.
A mediados de los años 90, los descendientes de las víctimas y de los presos del campo de Lety, empezaron a levantar sus voces para exigir la demolición de la granja porcina. La liquidación de la granja fue debatida por instituciones internacionales como el Consejo de la UE, el Comité de Derechos Humanos de la ONU y el Parlamento europeo.
Fue hasta el año 2018 cuando las autoridades checas aprobaron un presupuesto para comprar el terreno donde se encontraba la granja porcina. Sin embargo, el Gobierno checo demoró cuatro años para comenzar con los trabajos de liquidación. El ministro de Cultura, Martin Baxa, comentó el asunto para la Televisión checa.
“El hecho de que se tardara tantas décadas para recordar a las víctimas del holocausto gitano y que en la zona del antiguo campo de concentración se mantuviera una granja porcina es una vergüenza”.
La propia demolición de la granja empezó este lunes. A lo largo de los próximos años debería reemplazarla un monumento gitano cuyos costes llegarán a unos 4,5 millones de euros. Parcialmente los cubrirá el Estado checo y en parte se utilizarán los Fondos Noruegos. Según el ministro Baxa, el monumento servirá para recordar a las víctimas gitanas del nazismo y contará con un centro de investigación sobre la historia de los gitanos en Chequia. Y en el tema de la función educativa puso énfasis en entrevista para la Televisión checa el antiguo ministro de Cultura, Daniel Herman, uno de los principales promotores del monumento de Lety.
“Hay que asumir que muchos miembros de nuestra sociedad no saben que el 90 % de los gitanos de Bohemia y Moravia fueron asesinados en la época del nazismo. Los gitanos llevan más o menos ocho siglos formando parte de nuestra sociedad, son nuestros compatriotas. Perseguir a una persona por haber nacido en cierto grupo étnico es inaceptable. No existe una culpa colectiva basada en el origen étnico”.
El llamado campo gitano de Lety surgió oficialmente en agosto de 1942 y funcionó un año, hasta el mes de agosto de 1943. Durante la Segunda Guerra Mundial fue el destino de unos 1300 presos de los cuales unos 330 murieron en el lugar, unas 500 personas fueron deportadas a Auschwitz.
El segundo campo de concentración para gitanos en el entonces Protectorado de Bohemia y Moravia estaba en Hodonín. Hoy el lugar ofrece exposiciones, eventos culturales, educativos y de conmemoración.