Los alumnos de la sección bilingüe de Praga visitaron la Embajada española
En el marco de la Semana de Administración Abierta al ciudadano, la Embajada de España recibió a un grupo de alumnos de Budějovická, el liceo bilingüe de Praga. Durante la visita, el embajador Lossada habló, junto a su equipo, sobre su trabajo y respondió consultas de los estudiantes checos.
El jueves pasado, poco antes del mediodía, los estudiantes de la sección bilingüe de Praga se entrevistaron con el embajador de España Ángel Lossada, la agregada de Educación, Amaya Cal Linares, y la directora del Instituto Cervantes de Praga, Luisa Fernanda Garrido, entre otros diplomáticos y autoridades consulares. En un clima ameno en el que no faltaron quesos y fiambres españoles, los estudiantes del colegio secundario Budějovická de Praga pudieron conocer de primera mano las actividades que realizan a diario los diplomáticos y formular distintas preguntas sobre su relación con la sociedad checa, los principales logros de la Embajada y las aptitudes que debería tener un buen embajador. La actividad se enmarcó en la semana de la administración abierta al ciudadano, tal como explica la agregada de Educación.
“Fue en el contexto de la semana de la administración abierta, una idea que viene de la secretaría de Estado de Función Pública en la que se invita, no solo dentro de España sino también fuera de España, a que se abra la administración al ciudadano. Entonces programamos como una de las actividades esta jornada de puertas abiertas para los estudiantes de las secciones bilingües y, en este caso, de Praga, que era lo más sencillo”.
Las seis escuelas bilingües en Chequia están distribuidas entre las ciudades de Praga, Pilsen, Olomouc, Ostrava, Brno y České Budějovice y tienen como principal objetivo formar a estudiantes tanto en idioma checo como en español para que, en el futuro, puedan constituir verdaderos puentes entre ambas culturas. Tienen en promedio once horas semanales de clases de español distribuidas en distintas asignaturas como literatura, historia, matemática, química y física. Precisamente, cuando uno de los estudiantes preguntó cuál era el principal logro de su mandato, el embajador respondió que haber podido darle entidad jurídica a ese trabajo que se viene realizando hace mucho tiempo.
“Las seis escuelas bilingües necesitaban una cobertura jurídica actualizada que las regulara en todos sus aspectos fundamentales y la base de eso se decidió hace casi cuatro años a través de un tratado internacional, esto es, que se firmara un tratado internacional específico entre el Reino de España y la República Checa”.
Debido a una serie de demoras que tuvo también como causa la pandemia, ese tratado internacional que dio el marco legal a ambos países para promocionar, por ejemplo, a un determinado número de profesores, entró en vigor el 17 de noviembre del año pasado luego de que fuera firmado por el propio embajador de España y el ministro de Educación checo. Y además de abrir la posibilidad de crear nuevas secciones en el futuro, el embajador destaca que, desde hace casi veinte años, las secciones bilingües, junto al instituto Cervantes, vienen haciendo un gran trabajo para promover el universo del español incluso más allá del idioma. En efecto, la directora del Cervantes de Praga, Luisa Fernanda Garrido, también les pudo hablar a los estudiantes del convenio que, por segundo año consecutivo, permite rendir el examen internacional de español en cada una de las seis secciones bilingües del país.
“El Instituto Cervantes es el encargado de realizar las pruebas DELE, entonces, con este convenio, las pruebas DELE se llevan a cabo en los liceos bilingües, en las secciones bilingües de toda la República Checa, y no es necesario que los alumnos se desplacen al Instituto Cervantes”.
Por su parte, el embajador Ángel Lossada explicó que todos esos esfuerzos y logros se deben a que uno de los objetivos fundamentales de la Embajada es la promoción de la cultura en español y, en ese sentido, resaltó que la misma presencia de esos jóvenes en la Embajada constituye un motivo de orgullo para todo su equipo.
“Yo, desde el punto de vista de las sensaciones, diría satisfacción, y también el orgullo de decir que este es un trabajo que vale la pena. Este esfuerzo que estamos haciendo entre todos vale la pena, es bueno para los checos y es bueno para nosotros, por lo tanto, es un win-win y a mí me encantan las situaciones win-win, yo no quiero ganar a costa de que otro pierda, yo quiero ganar ganando con otro”.
La agregada de Educación, Cal Linares, también muy contenta con el encuentro, agregó que no hay que perder de vista algunas características que hacen a la idiosincrasia de muchos estudiantes checos y que, en comparación con los hispanos, podrían pensarse como diferencias culturales.
“Sí, yo añadiría un poco el perfil del estudiante checo que, en general, parece más tímido porque, por ejemplo, han sido dos los que preguntan y al final lo tienen que tener todo preparado cuando su nivel de lengua es realmente alto, porque no solo estudian lengua y literatura, sino que también estudian física, química y matemática, es decir, el conocimiento es muy amplio pero no dejan de ser alumnos de quinto curso. Es decir que el año que vienen hacen la ‘maturita’, les queda un solo curso, su competencia lingüística es mucho más alta de lo que parece cuando intervienen porque son en general más tímidos en comparación con la media del alumnado en otros países”.
Aunque tanto el embajador como la agregada de Educación llevan cuatro años en Chequia y están muy contentos con su vida en el país, reconocen que no sienten que hayan progresado tanto como deseaban con el idioma checo. El embajador tiene la ventaja de dominar el ruso, ya que aprendió ese idioma durante su estadía como secretario de la Embajada de España en Moscú entre 1989 y 1992. Sin embargo, entiende que su mayor obstáculo para aprender checo fue el covid.
“Los dos años de pandemia no estábamos con gente, no tenía sentido la conversación, la conversación con checos para poder aprender el idioma se interrumpió durante dos años, por eso mi experiencia ha sido mala”.
Lo mismo le sucedió a la agregada de Educación que, si bien empezó a estudiar el idioma con mucho entusiasmo, tampoco pudo superar las dificultades que aparecieron a raíz de la pandemia.
“Cuando lo tuvimos que transformar en clases online no me vi capaz, la verdad, y ahí me desfondé y luego no he seguido con el checo, sí que es verdad que como tengo niños pequeños que están en un colegio inglés, pero sus compañeros son checos, al final por ellos digamos que he captado más palabras, pero muy poquito, porque al final con los años la vida aquí es en inglés y es muy difícil, muy difícil”.
En todo caso, esa pequeña decepción que ambos sintieron respecto al aprendizaje del checo no se compara con la enorme satisfacción que brindan los avances conseguidos en el ámbito de las secciones bilingües y que este encuentro con los estudiantes no hizo más que confirmar.