El Festival de Cine argentino en Praga vuelve y cumple su primera década

Con actores populares como Ricardo Darín y Natalia Oreiro, y una gran variedad de géneros entre comedias, dramas y una película inaugural con la que todo el mundo puede sentirse identificado, empieza este jueves la décima edición del Festival de Cine argentino en Praga.

Jan Rybář en el emblemático cine Lucerna | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Jan Rybář es lo que suele decirse un hombre de mundo: es checo, pero en 1968 tuvo que exiliarse en Inglaterra donde vivió diez años y luego se mudó a Francia donde, entre clases de cine e idiomas, permaneció hasta 2010. Después regresó a Chequia y empezó a trabajar en el emblemático cine Lucerna seleccionando, por ejemplo, películas taiwanesas, pero, sobre todo, como director artístico, desde sus comienzos hasta hoy, del Festival de Cine argentino de Praga, cuya décima edición se desarrollará, en ese mismo sitio, entre el 14 y 18 de octubre.

“Lo que me llamó la atención naturalmente es la riqueza del cine argentino: se producen más de cien películas por año, películas de gran calidad que ganan Oscar y Goya y son conocidas en toda América Latina y en España, pero también aquí la gente va a ver las películas argentinas y creo que hay algo interesante, por ejemplo, el humor argentino que se ve en las películas es bastante parecido al checo: un poco negro, un poco ridículo”.

Lucerna | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

Pero más allá de las semejanzas culturales, Jan Rybář considera que aún queda mucho trabajo por hacer para que los espectadores checos puedan conocer no solo sus producciones contemporáneas sino también la rica historia del cine argentino que, en su opinión, se caracteriza por seguir, en cada momento histórico, las tendencias mundiales, aunque siempre incorporando rasgos propios de su identidad nacional.

“Es un cine con una tradición muy buena, por ejemplo, hay películas de los años 40, 50, hace poco tiempo vi películas de Hugo Fregonese, un director de cine que trabajó en Argentina, pero también en Hollywood y sus películas son maravillosas, ese tipo de cine que creo que aquí podríamos presentar al público checo es una tradición muy importante para los argentinos que el público de aquí tiene que descubrir”.

El Festival de Cine argentino cumple una década | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

En lo que respecta a la décima edición del Festival de Cine argentino en Praga, que vuelve a hacerse presencial luego de que, el año pasado, se redujera a proyecciones virtuales a causa de la pandemia, Jan Rybář explica que, como es habitual, trataron de elegir películas de géneros cinematográficos variados y situadas en diferentes partes del país. El objetivo es, en ese sentido, que el público checo pueda ver otras locaciones más allá de la Ciudad de Buenos Aires.

“La primera película de este año es La odisea de los giles, que ganó el premio Goya y es muy interesante porque es una comedia sobre la época del corralito, y eso siempre me llamó la atención: durante el corralito y después había una situación económica muy difícil pero la tradición cinematográfica en Argentina es muy importante y, a pesar de las dificultades económicas, el cine sobrevive”.

La película, basada en la novela La noche de la usina del popular escritor Eduardo Sacheri, es apta para todo público y transcurre en un pequeño pueblo en el que un grupo de gente común intenta defenderse de una situación muy adversa. Rybář destaca que es la típica historia con la que todo el mundo puede llegar a identificarse y además cuenta con un notable elenco que, entre otros actores, reúne nada menos que al infaltable Ricardo Darín con su hijo Chino Darín, a quien los checos ya conocen por su actuación en la película El ángel que, dicho sea de paso, inauguró la edición anterior.

Jan Rybář,  director artístico del Festival de Cine argentino de Praga | Foto: Juan Pablo Bertazza,  Radio Prague International

“Hay otras películas que también son para todo el público: por ejemplo, El cuento de las comadrejas, una comedia, pero también diría un thriller, una historia rocambolesca con grandes actores como Graciela Borges, Luis Brandoni, actores muy importantes para el cine argentino”.

Otras novedades interesantes de esta edición son Una casa lejos de Mayra Bottero, emotivo y sutil tratamiento de una desgastada relación entre un padre y su hija, y la película El silencio del cazador de Martín Desalvo, que toma como escenario la selva y fue catalogado como un western contemporáneo en el que la aparición de un mítico jaguar reaviva antiguas rivalidades entre un guardabosques y un cazador local. Pero, por supuesto, tampoco faltarán risas en esta edición del Festival de Cine argentino.

“Siempre buscamos, por ejemplo, una comedia, este año será Re loca con Natalia Oreiro a quien la gente conoce aquí mucho como actriz, pero también como cantante y es una historia interesante, una comedia sencilla, pero creo que puede gustar aquí”.

Por otro lado, el cine argentino de las últimas décadas también se ha caracterizado por trabajar mucho el plano social, aunque de una forma realista, cruda y poco acartonada, como es el caso, por ejemplo, de la emblemática película Pizza, birra, faso (1998) que trata sobre la vida marginal en las calles del centro de Buenos Aires. Su director Bruno Stagnaro poco después realizó la exitosa miniserie Okupas que, este año, fue noticia porque tuvo un gran relanzamiento en la plataforma Netflix. Esa vertiente, según cuenta Jan Rybář, también tendrá cierta representación en la décima edición del festival.

“Y como siempre hemos elegido algunas películas que tienen un sentido social como por ejemplo Baldío que parece casi un documental y trata de la relación entre una madre, una actriz muy famosa, y su hijo que es adicto a las drogas y esta tensión entre el amor de una madre y la droga es triste y la película no es muy optimista, pero creo que es un tema muy importante.”

Por último, Jan Rybář recomienda también el film Las buenas intenciones, sobre una niña de padres separados que tiene que lidiar con continuas negociaciones para ver con quién pasa el fin de semana, y La deuda, otra película documental que pone en escena el tema del dinero y los posibles problemas que puede traer, incluso, entre íntimos amigos. Una película que, en definitiva, parece hacer referencia a uno de los dichos más conocidos de los argentinos: “cuentas claras conservan la amistad”.