Canciones Oldies en una nueva estación de la Radiodifusión Checa
La Radiodifusión Checa inauguró a principios de octubre una nueva estación bajo el nombre de Pohoda. A sus escuchas deleitará con los éxitos de entre los años 50 y 70 del siglo pasado.
El objetivo de la nueva estación de la Radiodifusión Checa es crear un ambiente de seguridad, proximidad y nostalgia. El escucha se sentirá a su gusto gracias a los grandes éxitos del pasado.
Hace tres años, con motivo del centenario de la fundación de Checoslovaquia, ustedes votaron por las canciones checas más populares de entre los años 50 y 70 del siglo pasado en la encuesta titulada Éxito del siglo.
Entre las canciones más populares de dicha época figuran, entre otras, Tereza de Waldemar Matuška, Ojos cubiertos de nieve de Karel Gott y varias piezas de Jiří Suchý, uno de los cantautores checos más renombrados.
Un baile que vivió su época de oro en los años 20 del siglo pasado reconquistó el escenario musical checoslovaco cuarenta años más tarde gracias al tema titulado Abuela, enséñame bailar charlestón, de Ludvík Podéšť.
Una canción sobre la fuerza del amor se convirtió en uno de los mayores éxitos checoslovacos de los años 60. En aquella época el teatro Semafor sirvió de trampolín para numerosos talentos. Entre ellos destacó la cantante Pavlína Filipovská que grabó en 1960 uno de los mayores éxitos checoslovacos de todos los tiempos, titulado Ayer era domingo.
Un blues se convirtió en el éxito musical checoslovaco de 1958. Uno de los cantautores checos más renombrados Jiří Suchý debutó ese año con la pieza Blues para tí que podrán escuchar a continuación en Radio Praga Internacional.
En los años 50 del siglo XX apareció una estrella muy brillante en el cielo de la charanga checoslovaca: Karel Valdauf. Una de sus polcas se convirtió en un verdadero éxito en el país. Se trataba de una historia simple de la vida sobre la infancia común de una pareja pasada entre pupitres escolares que desembocó en un amor juvenil y más tarde en un desengaño. La pieza se llama Bajo un techo.
Un famoso tema amoroso triunfó en Checoslovaquia en el año 1962. El tema se llama Oh, el amor divino. Un cuarto de millón de discos con esta canción se vendieron en el momento de su aparición. Más tarde fueron grabadas muchas de sus versiones en varias recopilaciones. En su creación participó también la pareja que la interpretó y adquirió más tarde una gran popularidad: Eva Pilarová y Waldemar Matuška.
El éxito checoslovaco del año 1965, titulado Tereza, impulsó la gran popularidad de la que goza este nombre femenino en el país hasta hoy día. En enero de 1965 fue estrenado el musical fílmico titulado Si los mil clarinetes. De allí proviene también la declaración amorosa dirigida por el soldado protagonizado por Waldemar Matuška a la presentadora televisiva Tereza, encarnada por Jana Brejchová.
Una versión checoslovaca de la canción británica del grupo Small Faces se convirtió en el éxito del año 1966 en Checoslovaquia gracias al grupo Golden Kids. El trío, integrado por Marta Kubišová, Helena Vondráčková y Václav Neckář, lo grabó bajo el nombre de Sha-la-la-la-li.
En 1967, por primera vez en la historia de la música checoslovaca, una canción rockera se convirtió en el éxito del año. En el escenario irrumpió entonces el grupo Olympic, hoy día la banda de rock checa activa más antigua, con una de sus canciones más populares. La pieza se titula Tortuga.
El lamento de un novio abandonado cosechó el mayor éxito en el escenario de la música pop checoslova en 1964. La pieza se impuso gracias al cantante Karel Gott. El éxito del dúo de autores Suchý y Šlitr se llama Ojos cubiertos de nieve y pone punto final al Domingo Musical de Radio Praga Internacinoal.