Semafor: el legendario teatro cumple 60 años
El humor, la sátira, los juegos de palabras y, sobre todo, la música representan la esencia de Semafor. Uno de los teatros checos más famosos, por cuya escena han pasado numerosos renombrados actores y cantantes, celebra su sesenta cumpleaños.
El nombre de Semafor no hace referencia al aparato de señales luminosas utilizado para regular la circulación del tráfico, sino que se trata de un acrónimo que señala a las siete pequeñas formas artísticas, o sea: las comedias musicales, conciertos de jazz, producciones fílmicas, poesía, pantomima, títeres y artes plásticas.
El teatro lo fundaron Jiří Suchý y Jiří Šlitr en 1959. ‘El Hombre de la Buhardilla’, así se llamó la primera pieza que estrenó la compañía el 30 de octubre de ese año. Los espectadores pudieron escuchar por primera vez las canciones que más tarde se volvieron inmortales, como por ejemplo ‘Una Mecha de Cabellos’, ‘Ayer Fue Domingo’ y ‘La Vida Es Una Casualidad’.
A lo largo de los años sesenta la compañía lanzó numerosas piezas muy populares, como por ejemplo ‘Susana Está Sola En Casa’ y ‘El Blues de Papel’. El teatro sirvió de trampolín a numerosos actores y músicos que más tarde brillaron en solitario, como Eva Pilarová, Waldemar Matuška, Karel Štědrý, Miloslav Šimek, Jiří Grossmann y Jitka Molavcová, entre muchos otros.Semafor comenzó a funcionar bajo el régimen comunista que primero trataba de obstaculizar su carrera. El teatro tuvo que trasladar sus instalaciones en 1961, según la explicación oficial debido “al estado ruinoso del edificio en el que actuaba”.
La compañía luego pasó por una crisis, tuvo que deambular y no lograba conseguir un local estable en Praga. Hasta que a mediados de los años sesenta, en la época de un afloje del régimen, ancló en la céntrica Plaza Wenceslao con la bendición del censor principal.
“El régimen comprendió que si no podía destruirnos, lo mejor sería aprovechar la ola de nuestra fama. En aquella época la gente hacía largas colas para poder acudir a nuestras presentasiones. Nuestros fans se turnaban en la cola para adquirir las entradas y por la noche venían con sacos de dormir”. Con esas palabras conmemoró Jiří Suchý la época de auge del teatro.
En los años noventa el teatro tuvo que trasladarse primero al barrio de Karlín para instaurarse más tarde en Dejvice. Aunque hoy día la gente ya no tiene que pasar la noche delante de las taquillas para poder acudir a las presentaciones, Semafor sigue gozando de gran popularidad siendo uno de los teatros más famosos a nivel nacional.