Las personas con problemas cardíacos se dirigen desde 1908 al balneario de Poděbrady para aprovechar los efectos curativos de sus aguas carbónicas y disfrutar de las bellezas de esta ciudad de Bohemia Central.
Detrás de la fundación del balneario Poděbrady estuvo paradójicamente la escasez de agua. El conde del palacio local se molestó por el ruido causado por ciudadanos que recogían agua del pozo situado en su patio. En 1904, se localizó en el mismo lugar otra fuente más alejada de las ventanas del aristócrata. El brote era tan fuerte que el agua saltaba hasta el primer piso del palacio, pero tenía un color parduzco y apestaba. Un análisis mostró que el agua era beneficiosa para la salud. La fuente es hoy conocida a lo largo del país como Poděbradka, apuntó para la Radio Checa el director general del balneario Lázně Poděbrady, Petr Valenta.
“La fuente Poděbradka es específica por su sabor ferroso y su alto contenido de hierro y dióxido de carbono que tiene el efecto curativo principal. Al sumergirse en esta agua, el dióxido se liga a los tejidos, el cuerpo se pone a bombear y el sistema circulatorio empieza a funcionar mejor, lo que tiene un impacto positivo en el corazón, el sistema circulatorio y la presión alta”.
Del pozo directamente a la bañera
El descubrimiento de la fuente impulsó la apertura del balneario. Las bañeras en Poděbrady se llenaron por primera vez con agua de carbono en 1908. Los tratamientos se enfocan especialmente a enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos y problemas con el aparato locomotor. Se utiliza asimismo para tratar la hipertensión, arterías de los miembros inferiores o problemas provocados por la diabetes. El principal efecto terapéutico es causado por el dióxido de carbono. Los tratamientos se conforman principalmente por baños terapéuticos. Las bañeras se llenan con agua mineral que sale directamente del pozo y se calienta con vapor a una temperatura de entre 34 y 36°C, que es ideal para aprovechar al máximo su efecto curativo, prosigue el director.
“El baño se prolonga durante unos 15 minutos y después toca descanso. Los clientes se tumban en un salón bello, se relajan y absorben la energía que acaban de obtener”.
Las fuentes minerales se encuentran a lo largo del centro de la ciudad. La más importante, conocida como Hohenlohe, brota en el foso palaciego, mientras que otros se encuentran en las columnatas, en una glorieta frente a la estación de tren o en la Plaza de Rieger (Riegrovo náměstí), entre otros lugares. La ciudad ofrece entretenimiento para todos; desde un chapuzón en un lago cercano, una visita al Museo de Cristal o un poco de deporte, invita el director.
“Pueden montar la bici en una ruta hacia la ciudad de Nymburk o a un lugar de confluencia de dos ríos. Ambas rutas son planas y agradables para ciclistas de todos los niveles. Con gusto les prestaremos una bicicleta”.
En el extenso parque de la ciudad, rodeado de numerosos restaurantes y cafeterías, se encuentra una columnata de cristal construida en 1938 encima de un manantial de agua mineral que permanece activo. Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad es el Palacio de Poděbrady, construido en estilo barroco, que alberga un museo dedicado Jorge de Podiebrad, conocido como el rey de “un pueblo doble” y precursor de la unidad europea. Otro de los atractivos es un reloj compuesto de flores que muestra la fecha y la hora en el parque.
Conocida como la ciudad donde se cura el corazón, Poděbrady conmemorará el 25 de septiembre el 'Día Mundial del Corazón' con conciertos y charlas dedicadas a la prevención de enfermedades cardiovasculares y a un estilo de vida sano.