Mientras que los manantiales del balneario Lázně Libverda ayudan al cuerpo, su naturaleza recupera el alma.
En el siglo XVI se corrió entre los peregrinos la voz sobre unos manantiales de “agua viva” que brotaba en la localidad de Libverda, situada aproximadamente a 30 kilómetros de la ciudad de Liberec. Un siglo después, la familia aristocrática Clam-Gallas convirtió el lugar en un balneario y los manantiales locales obtuvieron los nombres de los miembros de este linaje. El agua de bicarbonato local se volvió tan famosa que se exportaba en botellas, ya que su contenido ganó la fama de beneficiar el cerebro, el sistema nervioso y animar el espíritu. El caudillo militar Albrecht von Wallenstein se llevaba barriles con el agua a sus campañas militares y de sus efectos curativos disfrutaban en el balneario personajes como el emperador José II de Habsburgo, Franz Kafka, Alexander von Humboldt y Josef Jungmann.
Baños en aguas carbónicas
La doctora de Lázně Libverda Jana Všetičková afirma que el tratamiento estrella del balneario son los baños en agua carbónica.
“En la bañera se sueltan burbujas de dióxido de carbono que envuelven el cuerpo y calientan e irrigan la sangre en la piel. El agua tiene más efectos curativos; primariamente se utilizaba para tratamientos del aparato locomotor en caso de artrosis, artritis, dolores de espalda y de articulaciones, o después de operaciones tras una lesión. Pero también después de operaciones del corazón, para quienes tienen la presión alta o después de sufrir un infarto”.
Las terapias incluyen asimismo envolturas de turba, diversos masajes, electroterapia y ejercicios de rehabilitación. El balneario ofrece asimismo tratamientos para personas con enfermedades cardíacas, oncológicas, neurológicas y con problemas de circulación sanguínea. La oferta se ha extendido recientemente con estancias destinadas a las personas con secuelas del COVID-19.
Lázně Libverda es asimismo un lugar ideal para estancias deportivas y de descanso. Las columnatas albergan una piscina de rehabilitación y el recinto dispone de canchas de tenis, minigolf, un gimnasio y saunas. Lázně Libverda tiene mucho que ofrecer asimismo desde el punto de vista arquitectónicos. Las casas balneario fueron construidas entre 1783 y 1808 en estilo clasicista e imperio. El área de la columnata, construida a mediados del siglo XIX, está declarada como zona monumental por el Estado.
La magia de los Montes de Jizera
Efectos positivos en la salud tiene también la naturaleza que rodea la localidad de Lázně Libverda, que invita a emprender diversas excursiones, señala la doctora Všetičková.
“Creo que nuestros clientes aprovechan esta oportunidad y muchos regresan a sus casas con una mejor condición tanto física como psíquica”.
El recinto está conformado por las cuatro casas balneario. Los alrededores de Lázně Libverda ofrecen un total de cinco recorridos turísticos bordeados con estatuas de madera que representan figuras vinculadas a las leyendas locales. Uno de los recorridos da a conocer la historia de los manantiales locales y ofrece una excelente vista al recinto balneario y a las montañas de los alrededores.
Uno de los lugares frecuentemente visitados es la montaña Smrk, que con sus 1124 metros representa el pico más alto de la parte checa de los Montes Jizera y, con cielo despejado, su mirador ofrece una vista de hasta 150 kilómetros hacia Alemania, Polonia, mientras que en la parte checa se pueden observar los Montes Gigantes, la montaña Ještěd, el castillo de Bezděz e incluso la lejana montaña Říp. Lázně Libverda representa un punto de partida para emprender excursiones y viajes en bicicleta en los Montes Jizera. En invierno, los aficionados al esquí de fondo pueden disfrutar de 115 kilómetros de pistas preparadas. No hay que perderse una excursión a las románticas cataratas de Černý potok y a la localidad vecina de Hejnice, cuya Iglesia de la Visitación representaba en el pasado un importante lugar de peregrinación y en la actualidad alberga conciertos de música clásica. Por su parte, los cercanos hayedos de los montes Jizera han sido recientemente incluidos como el primer sitio natural checo en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.