Tras la reapertura de los bares y restaurantes, crece el consumo de cerveza de barril en Chequia
La cerveza de barril está recuperando su lugar entre los checos. La reapertura de bares y restaurantes ha devuelto el consumo de cerveza a las cifras anteriores a la pandemia.
La cerveza es la bebida por excelencia de la nación checa. El consumo per cápita sitúa a los checos en los primeros lugares a nivel mundial, y la calidad del “pan líquido”, como suelen llamarle, es conocida a nivel global.
La pandemia de coronavirus, que llevó al cierre de bares y restaurantes, perjudicó sobremanera el consumo de cerveza de barril y las personas optaron por la bebida en botellas o latas.
El retroceso de la pandemia y la suavización de las restricciones han ayudado a incrementar las ganancias de las cervecerías, aunque la producción en la primera mitad del año fue de casi 550.000 hectolitros menos que el año pasado.
La situación positiva la han notado las grandes cervecerías tradicionales, así como las medianas y algunas artesanales. El mes de junio ha sido el mejor de este año en términos generales. Para la minicervecería de la localidad de Slaný el mal momento se convirtió en un golpe de suerte, porque la empresa cambió de dueño y el futuro se presentaba incierto, dijo a la Televisión Checa Šárka Grguričová, directora de la minicervecería.
“Antes de la epidemia, empezamos a madurar la idea de producir cerveza. En más de una oportunidad quisimos dar un paso atrás, pero al final aguantamos, porque nos dijimos que la situación tenía que mejorar y así fue”.
Ahora la cervecería trabaja al máximo de su capacidad, pero nadie sabe que deparará el otoño y el invierno. Los días de calor y las actividades al aire libre han ayudado al aumento del consumo de la cerveza de barril.
En la localidad de Úvaly, cerca de Praga, la microcervecería Libertas, fundada tan solo hace dos años, registró en junio y julio ventas récord de cerveza en barril, sostuvo Renáta Weisová, directora de operaciones.
“Puedo decir que a lo largo de nuestra breve historia hemos registrado ventas récord en dos meses. Al principio se vendía más cerveza embotellada, pero ahora nuestra cerveza de barril es la más vendida“. En la tradicional cervecería Pilsen, acusan una situación similar. Aunque las ventas de Pilsen fueron una décima peor en la primera mitad del año y las pérdidas serán difíciles de recuperar este año, confirman el aumento de las ventas de cerveza de barril, según matizó a la Televisión Checa Tomáš Mráz, director de ventas de Plzeňský Prazdroj.
“Desde que los bares se abrieron por completo, hemos visto que los clientes han dejado las cervezas embotelladas para regresar a las de barril y tanques, esto es perfecto. Por lo tanto, contamos con volver, no a las cifras del año pasado, sino que a la época anterior a la pandemia”.
La directora ejecutiva de la Asociación de Cervecerías y Malterías, Martina Ferencová, calificó de favorable los resultados alcanzados. Desde su punto de vista, el buen tiempo y los deportes ayudaron al aumento de las ventas de cerveza de barril. Primero fue el Campeonato Europeo de Fútbol y después los Juegos Olímpicos de Tokio.
Las cervecerías también se vieron favorecidas por un significativo aumento de las exportaciones, dijo el director general de la cervecería nacional Budějovický Budvar, Petr Dvořák. “Crecimos en las exportaciones, estamos en cifras de crecimiento de dos dígitos en comparación con el año anterior”, agregó.
A pesar de las cifras positivas, las cervecerías han notado un bajonazo del consumo de cerveza de barril en la mayoría de los destinos turísticos nacionales, siendo Praga una de las zonas más afectadas.
La buena noticia del retroceso de la pandemia no ha calado en los turistas extranjeros que siguen sin llegar de manera masiva al país, como ocurría antes de la pandemia, lamentan las cervecerías y el sector de hostelería.