El Parlamento Europeo pide procesar al primer ministro checo por conflicto de intereses
El Parlamento Europeo ha aumentado su presión contra el primer ministro checo, Andrej Babiš. En una resolución aprobada por una abrumadora mayoría este jueves, se recomienda iniciar un proceso por conflicto de intereses contra el político checo
El multimillonario Andrej Babiš entró en la política checa diciendo que estaba cansado de ver como los políticos administraban mal el dinero público. Llegó a insinuar que sería bueno gestionar el país como si fuera una empresa.
Desde aquellas declaraciones han pasado varios años y desde entonces el primer ministro viene acumulando imputaciones por sospechas de fraude de subsidios europeos.
La Eurocámara aprobó una resolución para iniciar un procedimiento contra Babiš por varias vulneraciones a la Ley de la UE, además de un conflicto de intereses relacionado con los fondos agrícola europeos. A favor de la resolución levantaron la mano 505 europarlamentarios, 30 en contra y 155 se abstuvieron.
En repetidas ocasiones Babiš ha rechazado toda acusación al tiempo que aseguró a la nación que la República Checa no devolverá nada a Bruselas. Una vez más responsabilizó a la oposición de atentar contra él, según dijo a la Radio Checa.
“Somos un país soberano, nos encontramos en una contienda política por las elecciones venideras. El Parlamento Europeo busca influir de alguna manera en los comicios gracias a la iniciativa orquestada por la oposición. Topamos aquí con mentiras y calumnias contra el estado checo”.
El eurodiputado checo Jiří Pospíšil, del opositor partido TOP 09, sostuvo que el tema del conflicto de intereses de Babiš representa un gran problema para Chequia y que en ningún momento se ha tratado de algo preparado por la oposición política.
“Tenemos ante nosotros una prueba fehaciente del conflicto de intereses de Andrej Babiš, y esto representa un problema muy grave. No se trata de un juego prefabricado por la oposición política y los periodistas, tal y como suele decir el primer ministro. Insisto en que se trata de un gran problema que afecta a la imagen de la República Checa en la Unión Europea”.
Por su parte, Stanislav Polčák eurodiputado del Partido de Alcaldes e Independientes rechazó las especulaciones del primer ministro de que la Eurocámara quiera influir en los resultados de las elecciones checas.
“Estoy convencido de que la Eurocámara no pretende influir en las elecciones checas. El Parlamento Europeo lo integran representantes de todos los países miembros, dudo que alguien haya coordinado una acción contra Babiš a nivel de toda la Unión Europea”.
En declaraciones a la agencia Euronews, el eurodiputado alemán Daniel Freund, de los Verdes, sostuvo que el primer ministro checo tiene tres opciones: dimitir como primer ministro, vender su empresa o dejar de recibir fondos de la UE, porque en caso de no hacerlo pedirá que la UE deje de darle fondos a Chequia.
Para la europarlamentaria Veronika Vrecionová, del Partido Cívico Democrático, la situación en torno al primer ministro Babiš afecta el prestigio de la República Checa a nivel internacional.
“Los eurodiputados han perdido la paciencia. Los resultados de la auditoría de la Comisión Europea sostienen que hubo conflicto de intereses, pero el estado checo decidió continuar pagando subsidios a Agrofert”.
A pesar de que el primer ministro, Andrej Babiš, y el presidente de la República, Miloš Zeman, han restado importancia a la votación por tratarse de una resolución no vinculante, el europarlamentario Michal Peksa, del Partido Pirata, recordó la seriedad del caso.
“Las resoluciones (del Parlamento Europeo) son una especie de manual para la Comisión Europea. La recomendación indica que debe terminar el conflicto de intereses y la presión sobre la Justicia y los medios de comunicación. Además se indica que los subsidios irregulares que recibió Agrofert deben devolverse”.
En abril de 2019, la Comisión Europea realizó una auditoría que confirmó un conflicto de intereses en la recepción de ayudas para Agrofert, un consorcio agroindustrial bajo control del primer ministro.
Según la auditoría, Babiš tenía el control de Agrofert a pesar de haber traspasado sus participaciones a dos fondos fiduciarios en 2017, lo que supone un claro conflicto de intereses.
En contra de la resolución votaron, por ejemplo, la eurodiputada comunista Kateřína Konečná, Ondřej Knotek del partido ANO de Babiš e Ivan David del Partido por la Libertad y la Democracia Directa.