La Comisión Europea insiste en señalar el conflicto de intereses del primer ministro Babiš
En un documento enviado a Praga por la Comisión Europea, Bruselas persiste en denunciar el conflicto de intereses del primer ministro Andrej Babiš al recibir subvenciones europeas para sus empresas. Chequia podría dejar de recibir fondos de la UE por su inacción al respecto mientras la oposición pide la dimisión del jefe del Gobierno.
En una información exclusiva ofrecida por la Radio Checa este jueves, se desvela el contenido de una carta de ocho páginas y una auditoría de 198 páginas remitida a las autoridades checas por la Comisión Europea. El documento analiza la respuesta dada por el Gobierno checo desde que recibió el informe que señalaba en 2018 la supuesta violación de la ley checa y comunitaria por parte del primer ministro.
“El señor Babiš controla compañías del grupo Agrofert” dice ya desde el encabezamiento, avanzando que las explicaciones dadas por Praga y los pasos dados para revertir la situación no han satisfecho a los auditores europeos. “Todo tipo de subvenciones recibidas por el grupo Agrofert desde el 1 de septiembre de 2017 no cumplen la ley 4c de conflicto de intereses”, establece el documento.
El primer ministro reaccionó con un mensaje de texto a la Radio Checa: “Ni controlo ni dirijo Agrofert. Por eso afirmo repetidamente desde hace mucho tiempo que no incurro en conflicto de intereses y la República Checa no va a devolver ningún dinero por un supuesto conflicto de intereses”. También aseguró que no sabía nada sobre el nuevo documento enviado por la Comisión Europea.
Más tarde, en la Cámara de Diputados, no tuvo más remedio que responder a las interpelaciones de miembros de la oposición. Andrej Babiš siguió negando cualquier irregularidad.
“Ya no sé cómo decir que no he incurrido en ningún conflicto de intereses. ¿Por qué dicen que es ilegal si saben que no es cierto? Cumplo la ley, transferí Agrofert a fondos fiduciarios”.
La auditoría denuncia que Babiš sigue participando personalmente en la elaboración de los presupuestos europeos para Chequia, poniendo en entredicho la imparcialidad y objetividad propias de la figura del primer ministro, del presidente del Consejo Gubernamental para los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos y del ministro de Finanzas.
El documento detalla varios proyectos de empresas como Lovochemie, Pekárna Zelená Louka o Cerea que no deberían haber recibido fondos y en otra lista señala otros proyectos del conglomerado Agrofert que deberían ser verificados.
La mayor parte de los partidos de la oposición pidieron nuevamente explicaciones al primer ministro y que se asuman responsabilidades, como expresó para la Radio Checa Tomáš Zdechovský, eurodiputado del Democristiano Partido Popular.
“Andrej Babiš tiene ahora solo tres opciones. La primera es dimitir, la segunda es vender Agrofert y la tercera es dejar de recibir subvenciones”.
Un mensaje que coincide con las recomendaciones que ya recibió Babiš por parte del Comité de Control del Parlamento Europeo en mayo de 2019: dimitir o dejar de recibir dinero de fondos europeos en sus empresas si se demostrase el conflicto de intereses.
Tanto la organización no gubernamental Transparencia Internacional como la oposición ven con preocupación cómo afectará la posición de Babiš al futuro de los fondos europeos en una época en la que cualquier aportación al presupuesto del país es más bienvenida que nunca.