6) ‚Alois Nebel‘ y ‚La hija‘, dramas de animación únicos e inconfundibles
Las películas 'Alois Nebel' (2011) e 'Hija' (2019) han entrado en la historia de la cinematografía checa por sus originales técnicas de animación de primera calidad y cautivadoras tramas dramáticas.
A finales de los años ochenta, la Revolución de Terciopelo que acabó con el comunismo en Checoslovaquia estaba a la vuelta de la esquina. Mientras tanto, el trabajador ferroviario Alois Nebel lidia con sus alucinaciones - en ocasiones avista una niebla extraña con el rostro de Dorothe, una víctima de crímenes cometidos durante la expulsión de los alemanes de la zona de los Sudetes después de la Segunda Guerra Mundial.
La película en blanco y negro es una adaptación de la trilogía del cómic 'Alois Nebel', escrita en 2006 por Jaroslav Rudiš y dibujada por el artista Jaromír 99. Crear una novela-cómic se les ocurrió en la taberna U vystřelenýho voka en el barrio praguense de Žižkov. El éxito de la obra literaria representó para ambos una grata sorpresa, afirmó Jaroslav Rudiš.
“Nos sorprendió mucho que haya tenido tanto éxito y que los checos hayan aprendido a leer cómics. Creíamos que venderíamos solamente cientos de ejemplares y regalaríamos el resto. Nos asombró tanto interés. Al recibir las primeras ofertas para, filmar la historia, nuestra condición fue una película - cómic”.
La adaptación cinematográfica de un cómic ha representado cierto riesgo, puesto que este género no ha tenido mucha presencia en la cinematografía checa. De la filmación se encargó el director Tomáš Luňák, graduado de las prestigiosas escuelas de cine en Zlín y FAMU. 'Alois Nebel' es su ópera prima. El protagonista fílmico difiere de su homólogo literario, apunta el director Luňák.
“Nuestro héroe es un poco diferente, ya que habla menos. El protagonista y la trama son muy literarios y se caracterizan por un lenguaje literario rico, típico de Jaroslav Rudiš. Nuestro objetivo fue realizar una película wéstern o nórdica, por lo que no se habla tanto y las frases son sencillas”.
Convertir a un narrador elocuente del libro en un observador conciso de la trama en la película fue un proceso acompañado por varios conflictos entre el cineasta y los creadores del cómic, apunta Luňák.
“Una cosa es adaptar un cómic y otra escribir un guion, así que hubo peleas y no siempre agradables. Sin embargo, seguimos siendo amigos y tomamos cerveza juntos, así que todo está bien”.
Un drama centroeuropeo con una técnica única
El rodaje del filme fue una coproducción en la que participaron la República Checa, Alemania y Eslovaquia, lo que refleja el tema centroeuropeo de la historia, afirma Luňák.
“Se viven y reviven las injusticias del siglo pasado – la guerra, el éxodo, la expulsión. Creo que esto es un tema centroeuropeo”.
Alois Nebel es la primera película de la historia de la cinematografía checa creada con el método de rotoscopio, que consiste en la combinación de escenas reales y animadas. Primero se realizan tomas con actores reales que posteriormente se calcan y animan. El resultado ha cumplido con las expectativas, afirmó Jaroslav Rudiš.
Hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, el 80% de los habitantes de la ciudad de Jeseník era de nacionalidad alemana. Con su expulsión después del fin de la contienda, llegaron nuevos habitantes y con ellos un gran cambio, explica Tomáš Luňák.
“Este acontecimiento se reflejó en la vida de la región. La gente que había llegado no tenía raíces en el lugar, apareció de repente, en un sitio diferente. A pesar de que las fronteras cambiaron en más de una oportunidad a lo largo de la historia, (los checos) no somos un pueblo migratorio. Ni en la actualidad la gente acostumbra desplazarse a otra ciudad por motivos de trabajo. El hecho de que la población haya cambiado, con la gente nueva llegada al lugar, es un tema muy fuerte. En la película no quiero resolver asuntos políticos, la idea es presentar el espíritu, la atmósfera de dicha región”.
Alois Nebel fue estrenada en 2011 en el Festival Internacional de Cine de Venezia. Obtuvo el Premio de Cine Europeo a la mejor película de animación. La Academia de Cine y Televisión checa seleccionó el filme para postular al Oscar a la Mejor Película Extranjera. La cinta fue galardonada en 2012 con tres Leones Checos al mejor sonido, música, diseño artístico y al mejor cartel. La banda sonora de la película realizada por el cantante Václav Neckář y el grupo Umakart figuró durante la época navideña de los años 2011 - 2014 entre las más populares del ránking.
'La hija', un drama emocional de títeres
Una injusticia antigua y la fragilidad de las relaciones entre padres e hijos son los temas clave de la película 'La hija' ('Dcera'), un cortometraje de animación protagonizado por títeres.
La joven cineasta Daria Kashcheeva, natural de Tayikistán, creó el filme como su proyecto final en la escuela de cine FAMU de Praga. En ese entonces ni sospechaba que su obra pudiera estar nominada en 2020 a los Premios Óscar a la Mejor Película de Animación. Aunque no se llevó el galardón, 'La hija' recibió otro muy importante - a la Mejor Película de Animación Internacional otorgado por la Academia del Arte y las Ciencias de Cine, de Estados Unidos, considerado los Premios Óscar estudiantiles, recuerda la directora.
“Por supuesto, estuve muy feliz, no me pude creer que lo había ganado. Solo el hecho de que la película estuviera nominada me causó mucha alegría, y no me esperaba que seleccionarían una película de títeres. En Estados Unidos son muy populares las películas en 3D o con animaciones en ordenadores, así que para mí fue un gran honor”.
Una historia personal
La protagonista del drama emocional 'La hija' se encierra en su mundo interior, al sentirse incomprendida por su padre que, a su parecer, es indiferente y no le muestra suficiente amor parental. El sentimiento de soledad cobra tanta fuerza, que la protagonista no es capaz de aceptar las muestras de amor de su padre ni de adulta. Frustrado por el sentimiento de culpa, el padre busca un camino para llegar a una comprensión mutua y volver a recuperar la confianza de su hija. De acuerdo con Kashcheeva, el argumento se basa en su historia personal.
“Para mí fue como una psicoterapia. Durante todo el rodaje pensé en las relaciones con mis padres. Llegué a la conclusión de que los padres no tienen que prestar tanta atención a sus hijos, aunque en ocasiones pueda tener un impacto negativo. Los padres no lo hacen con mala intención y no significa que no quieran a sus hijos. Simplemente es la vida, es importante entenderlo y perdonar a los padres. Para mí fue una especie de psicoterapia. Cuando elaboro mis películas, es importante que sea un tema personal”.
La creación de la película de 15 minutos de duración tomó a Kashcheeva un año y medio – ella misma hizo de directora, guionista, animadora y técnica de sonido. Se encargó asimismo de la fabricación de los títeres, hechos de madera y papel higiénico, que están inspirados en las máscaras de las fiestas checas de la Cuaresma. La técnica de animación destaca por un método atípico que consiste en redibujar las expresiones de los ojos y refleja perfectamente la melancolía de la historia. Innovativa es la técnica de la cámara manual utilizada habitualmente en películas con actores. La directora se inspiró en las películas con actores rodadas conforme al manifesto Dogme 95, un movimiento vanguardista que regresa a la sencillez de películas y se concentra en los protagonistas y la trama sin depender de grandes presupuestos. De acuerdo con Kashcheeva, la técnica de la cámara manual es tan exigente que a veces en un día se logra realizar solamente ocho segundos de película.
“La cámara manual ha otorgado cierto ambiente a la película. Para mí fue importante que el espectador se sumergiera en la historia y que se identificara más con los protagonistas. La cámara manual en las películas con actores o en los documentales me da la impresión de estar dentro de la historia con los protagonistas. Así que se me ocurrió probarlo en la película de animación. Técnicamente fue muy complicado, pero creo que ha salido muy bien”.
La directora recorrió durante un periodo relativamente corto más de 90 festivales de cine en todo el mundo. Aunque recibe ofertas del extranjero, Kashcheeva prefiere de momento concentrarse en sus proyectos futuros que se destacarán por la experimentación.