Pasaporte COVID: entre la vuelta a la normalidad y la discriminación
La Comisión Europea ha presentado el nuevo pasaporte digital de vacunación, que debería facilitar los viajes por Europa durante la pandemia. Mientras que para algunos constituye un paso hacia la normalidad, otros temen que se convierta en una herramienta de discriminación, al no estar vacunada la mayoría de los checos y europeos.
La Comisión Europea presentó este miércoles su propuesta sobre la introducción de un nuevo pasaporte digital para tiempos de pandemia. Este serviría como confirmación de que el viajero ha sido vacunado contra el COVID-19, cuenta con un test negativo PCR o tiene anticuerpos tras haber pasado ya por la enfermedad.
El pasaporte, pedido principalmente por los países del sur de Europa, debería facilitar los viajes por el continente y ayudar a salvar la temporada turística del verano, de la que muchos dependen y pocos pueden permitirse perder tras el impacto de la pandemia durante los últimos meses.
No obstante, varios expertos y funcionarios, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores checo, Tomáš Petříček, han advertido sobre el lado discriminatorio de la propuesta, dado que gran parte de los europeos no ha sido vacunada.
Věra Jourová, vicepresidenta de la Comisión Europea, ofreció explicaciones en entrevista con la Televisión Checa.
“Por eso incluimos también otras condiciones, como el test o una confirmación de haber pasado por la enfermedad. Creemos que no es apresurado, porque la temporada turística está por llegar y nosotros debemos estar preparados para asegurar que las personas puedan viajar por la Unión Europea sin confusión y una carga burocrática innecesaria”.
A pesar de que el ritmo de la vacunación en Chequia se esté acelerando, y el Gobierno tenga previsto que se apliquen 100 000 dosis diarias en abril, queda claro que el país, al igual que otros Estados europeos, tardará en vacunar a una parte sustancial de la población.
De acuerdo con Jourová, la mitad de los adultos europeos podría estar vacunada antes de las vacaciones estivales.
“No prevemos que en junio estén vacunados todos los que quieren o pueden recibir la vacuna. Calculamos que es realista que esté vacunado un 50 % de la población adulta, si es que el suministro de las dosis se realiza tal y como se desprende de nuestras últimas negociaciones con las empresas farmacéuticas”.
De acuerdo con Jourová, al ser aprobado a nivel comunitario, el pasaporte brindaría seguridad a los viajeros, que ya no tendrían que preocuparse por conseguir cantidades de documentos para viajar a diferentes países ni por ser rechazados en aeropuertos o fronteras.
El pasaporte COVID debería ofrecerse en forma impresa al igual que digital, según informó el ministro de Relaciones Exteriores, Tomáš Petříček.
“La propuesta indica que los países miembros deberían aprovechar ambas posibilidades para que las personas que, por ejemplo, no pueden descargar una aplicación, no se vean discriminadas. El sistema debería funcionar basado en códigos QR, que deberían ser reconocidos y aceptados en todos los países comunitarios”.
El jefe de un nuevo consejo interdisciplinar creado para asesorar al Gobierno, el epidemiólogo Petr Smejkal, apoya la propuesta y afirma que podría incitar incluso a las personas a que se vacunen.
“Yo estoy muy a favor. Obviamente esto provoca reacciones negativas y acusaciones de discriminación. Pero yo creo que no es discriminación y que, por el contrario, la gente se verá más motivada para vacunarse. La cuestión es en qué momento empezar a emitir los pasaportes. Si lo hacemos ahora, la gran mayoría de la gente que no ha podido vacunarse estará enfadada, naturalmente. No obstante, los que han recibido la vacuna son los grupos de riesgo y las personas mayores, ¿así que por qué no permitirles viajar? No es necesariamente algo que los más jóvenes tengan que envidiarles”.
Věra Jourová afirmó que el pasaporte se ofrecería de manera gratuita en los puntos de vacunación. En cuanto al tipo de la vacuna aplicada, de acuerdo con la vicepresidenta de la Comisión Europea, la propuesta cuenta con las vacunas autorizadas por la Agencia Europea de Medicamentos.
La propuesta del pasaporte digital será debatida ahora por el Parlamento Europeo y los Estados miembros, que podrán contribuir con sus observaciones.
Pascua en cuarentena
Mientras tanto, la situación epidémica en Chequia parece mejorar, pero no sustancialmente. El domingo concluye el periodo de tres semanas para el que estaba previsto el cierre de los distritos. El Gobierno se reúne este jueves para debatir cómo ajustar las medidas a partir de la próxima semana, no obstante, según declaraciones anteriores del ministro de Salud, Jan Blatný, no parece probable que las medidas se suavicen a tiempo para las fiestas de Pascua.
“Sobre todo en el periodo de Pascua debemos insistir en limitar el movimiento de las personas, de otro modo correríamos el riesgo de que se repitiera una situación similar a la que ocurrió en Navidad”.
Actualmente, las cifras diarias de nuevos contagios de COVID son inferiores a las registradas durante la semana pasada, pero se mantienen por encima de los 10 000 nuevos casos durante los días laborales.
La situación en los hospitales sigue siendo preocupante. El número de hospitalizados alcanzó su máximo este lunes, cuando recibían cuidados médicos más de 9400 personas. De acuerdo con datos proporcionados por el Ministerio de Salud, en Chequia se encuentra disponible solo un 11 % de las camas en unidades de cuidados intensivos y las unidades de anestesiología y reanimación.