Máximos representantes del Estado analizan la política exterior checa
Convocados por el presidente de la República, Miloš Zeman, los máximos representantes del Estado examinaron este martes algunos temas de actualidad de la política exterior checa. Los políticos debatieron sobre las relaciones con China, Taiwán y Rusia, así como sobre la situación en Bielorrusia.
El reciente viaje del presidente del Senado, Miloš Vystrčil, a Taiwán con una delegación de empresarios, políticos y académicos, fue analizado al más alto nivel político del país.
Se trató de un viaje que desató polémica. Algunos sectores políticos nacionales advirtieron sobre un posible deterioro de las relaciones con China, mientras que otros alertaron sobre un posible daňo a los vínculos comerciales con la potencia asiática. Incluso desde Beijing llegaron amenazas.
Pasada la tormenta, todo parece indicar que la política exterior checa continúa por su camino establecido y declarado a nivel internacional. En declaraciones a la Televisión Checa, el ministro de RR.EE., Tomáš Petřiček, dijo que Praga está interesada en mantener sus relaciones con Beijing, pero que no aceptará dictados.
“Debatimos sobre el hecho de que nuestra política de cara a China no cambia. Deseamos implementar los intereses de la República Checa, al tiempo que mantemos una actitud crítica en algunos aspectos. Nos reservamos el derecho de cooperar con Taiwán y no aceptaremos que China nos dicte lo que debemos hacer en este sentido“.
El Gobierno checo reconoce el principio de una sola China, pero la República Checa insiste en que eso no le impide desarrollar la cooperación cultural, académica y científica con Taiwán. El ministro Petříček recordó que la base de las relaciones con China fueron establecidas en los aňos 90.
“Nadie pone en duda que en China hay un régimen autoritario, una dictadura. Pero es necesario recordar que nosotros aprobamos en 1993 las relaciones políticas con la República Popular China (no con Taiwán), porque se trata de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, y era importante que como tal reconociera a los países surgidos tras la partición de Checoslovaquia“.
A la reunión de los máximos representantes del Estado fueron invitados el primer minstro, Andrej Babiš, el presidente de la Cámara Baja, Radek Vondráček, el ministro de Defensa, Lubomír Metnar, el ministro de RR.EE., Tomáš Petříček y el ministro del Interior, Jan Hamáček.
El presidente Zeman había adelantado que no invitaría a la cita al jefe de la Cámara Alta, Miloš Vystrčil, debido al viaje a Taiwán. Según el mandatario dicho viaje no contó con el apoyo del primer ministro ni del presidente de la República.
Las relaciones con Rusia fueron otro de los temas debatidos este martes. Praga y Moscú atraviesan desde hace meses momentos de tensión, ya sea por escándalos de supuestos operativos de espionaje, tergiversación de hechos históricos y el traslado de estatuas de héroes soviéticos. En un intento por normalizar las relaciones se ha puesto en marcha un proceso de consultas, indicó Petříček.
“En primer lugar hemos analizado el proceso de consultas con la Federación Rusa. Coincidimos en que no podemos limitarnos al papel de receptores de propuestas, de temas. Debe prevalecer el respeto mutuo, porque somos un país soberano. En lo referente a Bielorrusia, insistimos en que es necesario poner fin a la violencia e iniciar el diálogo político. En este sentido debemos desempeňar un papel activo de apoyo a la sociedad civil“.
Desde otro frente, esta vez de Hungría, llegó una fuerte crítica contra la eurocomisaria checa Věra Jourová. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha pedido la dimisión de Jourová, después de que esta calificara de “enferma” la democracia en Hungría.
El ministro Petříček salió en defensa de la alta funcionaria checa quien se desempeňa como vicepresidenta de la Comisión Europea.
“Soy partidario de que debemos debatir todos los temas con nuestros aliados, ya sean asuntos agradables o no. Estoy convencido de que Věra Jourová hace bien su trabajo. En todos los paises de la Unión Europea transcurre un estudio sobre la democracia, no solo en Hungría. Tal vez sería bueno que Věra Jourová y el primer ministro Orbán beban una taza de café y, a pesar de una discusión fuerte, puedan intercambiar opiniones y aclarar muchas cosas“.
El primer ministro Orbán envió a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von de Leyen, una carta en la que dice que Jourová ha ofendido a los ciudadanos húngaros al asegurar que no están en condiciones de formular opiniones propias.
Budapest anunció que suspendía de manera inmediata todas las relaciones políticas con la vicepresidenta Jourová, mientras que desde la Comisión Europea expresaron apoyo total a su vicepresidenta.