El presidente Miloš Zeman castiga al jefe del Senado por viaje a Taiwán
El presidente del Senado checo, Miloš Vystrčil, volvió a Praga después de encabezar una delegación que visitó Taiwán. A pesar de las amenazas de China, el político se reunió con los máximos representantes taiwaneses y entabló vínculos de cooperación.
El viaje del presidente del Senado checo, Miloš Vystrčil, a Taiwán revolvió las aguas de la política nacional e internacional. No obstante, desde su punto de vista se trató de una misión exitosa en lo político y comercial.
Con Vystrčil viajaron representantes de casi 40 empresas checas que expusieron sus productos al mercado taiwanés, al tiempo que desde la isla manifestaron interés por invertir en Chequia.
La embajada de China en Praga expresó su desacuerdo desde un principio y puso en marcha una campaña para convencer a los políticos checos de que semejante viaje amenazaba las relaciones bilaterales.
En un programa de la Televisión Prima, el presidente checo Miloš Zeman, anunció que castigaría a Vystrčil por no acatar sus recomendaciones y las de los otros máximos representantes políticos del país.
“La propuesta del seňor Vystrčil de viajar a Taiwán fue rechazada por el presidente de la República, el primer ministro, el presidente de la Cámara Baja y el ministro de RR.EE., pero él viajó. Por esa razón no lo invitaré a las reuniones de los máximos representantes constitucionales. Todo aquel que no respete las reglas del juego, no puede jugar”.
El ministro de RR.EE. chino Wang I, con anterioridad también había amenazado a Vystrčil. Ante las cámaras de televisión de su país, el jefe de la diplomacia china dijo que el presidente del Senado checo pagaría un precio muy alto por ese viaje a Taiwán.
Las palabras del político chino fueron condenadas por la cancillería checa y por la diplomacia de varios países europeos. El propio presidente Zeman reconoció que la reacción del ministro chino había sido un tanto exagerada.
Miloš Vystrčil ha reiterado que con su viaje ha demostrado que la República Checa es un país soberano que no se deja intimidar, y lanzó fuertes críticas contra los políticos checos cercanos a Beijing.
“Estamos haciendo una política que nos convierte en lacayos de la República Popular China. Eso no es correcto y considero que los que siguen esta tendencia están vendiendo nuestra libertad”.
De acuerdo con Vystrčil, la presidencia de la República y en cierta medida el primer ministro Andrej Babiš son partidarios de esa política. Sin embargo, Vystrčil reconoció que el jefe del Gobierno no se distanció de la visita, tal y como exigían los comunistas checos.
En un principio, la visita senatorial a Taiwán había sido idea del antiguo y hoy fallecido presidente de la Cámara Alta, Jaroslav Kubera, quien fue objeto de una fuerte presión por parte de la embajada china en Chequia.
La eurocomisaria checa Věra Jourová, compaňera de partido del primer ministro Babiš, calificó la visita de positiva puesto que, desde su punto de vista, puso en evidencia la firmeza de los checos, que no quieren ser vasallos de nadie.