El Senado prepara el reparto de las funciones del presidente Miloš Zeman, incapacitado por enfermedad
El presidente de la República Checa, Miloš Zeman, no está capacitado por motivos de salud para cumplir con sus obligaciones, según informó el Hospital Militar Central este lunes al presidente del Senado, Miloš Vystrčil. Mientras el Parlamento decide sobre la activación del artículo 66, que reparte sus funciones entre otros responsables institucionales, la Policía ha iniciado una investigación sobre el entorno de Zeman por posibles delitos contra la República.
Más de una semana después del ingreso de urgencia en el Hospital Militar Central del presidente de la República Checa, Miloš Zeman, tanto su oficina como su familia ocultaban información acerca de su estado de salud. Amparándose en su derecho a la privacidad, tampoco respondieron a la pregunta particular del presidente del Senado, Miloš Vystrčil, de si estaba capacitado para ejercer el cargo cuando, además, se prepara un cambio de Gobierno en el que su participación es indispensable. Ante el silencio del Castillo, sede de la presidencia, Vystrčil se dirigió posteriormente al propio Hospital Militar Central.
En la tarde del lunes, el presidente de la Cámara Alta leyó las escuetas conclusiones acerca de la salud del mandatario en una carta firmada por el doctor Miroslav Zavoral, director del centro hospitalario y médico al cargo del presidente.
“A juicio del Hospital Militar Central, Miloš Zeman, presidente de la República, no está capacitado en la actualidad para realizar ninguna obligación laboral por razones de salud. Segundo: a juicio del Hospital Militar Central, teniendo en cuenta el carácter de la enfermedad, el pronóstico del estado de salud a largo plazo del presidente Miloš Zeman se considera como extremadamente incierto. Y, con ello, la posibilidad de su vuelta al ejercicio de sus obligaciones laborales en las próximas semanas se considera como poco probable”.
Tanto Vystrčil como el resto de miembros de la mesa del Senado presentes en la rueda de prensa hicieron hincapié en que no pretendían conocer el diagnóstico médico del presidente Zeman, sino únicamente si está o no capacitado para ejercer su cargo.
La tercera de las conclusiones del Hospital Militar Central dadas a conocer por Vystrčil choca directamente con el comportamiento y las aseveraciones del entorno de Zeman durante la semana pasada.
“La valoración del Hospital Militar Central sobre el estado de Salud del presidente de la República fue compartida el pasado miércoles 13 de octubre temprano por la mañana con Vratislav Mynář, director de la oficina del presidente de la República, a quien le fue entregada dicha valoración también por escrito”.
Sin embargo, tanto el portavoz de Zeman, Jiří Ovčáček, como el director de su oficina, Vratislav Mynář, desde el principio restaron gravedad a la situación del presidente, llegando a afirmar incluso que comía dulces o salchichas en la unidad de cuidados intensivos en la que está ingresado, algo impensable para un diabético en su situación, según alertaron muchos expertos.
El día 13 de octubre, Mynář ya conocía estas informaciones que ahora conoce todo el país. Sin embargo, el día 14, el presidente de la Cámara de Diputados, Radek Vondráček, aseguró haber estado reunido con Zeman en el hospital, a quien dijo encontrar mejor de salud y que supuestamente le firmó un documento convocando a la nueva Cámara Baja salida de las elecciones para el 8 de noviembre.
El hospital se distanció inmediatamente de las declaraciones de Vondráček y de la propia visita, que habría propiciado Mynář, y que desconocían los responsables del centro médico. Mientras, la Policía se ponía a investigar la firma, que levantó un gran revuelo mediático y no pocas sospechas acerca de su autenticidad.
Enrocado en su postura, el jefe de la oficina presidencial, Vratislav Mynář, acusaba todavía este lunes al presidente del Senado Vystrčil de buscar únicamente hacer caer a Zeman.
“Tanta hipocresía como muestran el presidente del Senado y algunos de sus miembros, no la he visto en mi vida. Y todo, desde el principio, se dirige hacia un único objetivo: apartar al presidente del ejercicio de su autoridad”.
En la mañana de este martes la Policía anunció en Twitter que iniciaba “una investigación por un posible comportamiento anticonstitucional en el que podía apreciar signos de delitos contra la República”. Poco después, el primer ministro, Andrej Babiš, pedía la dimisión de Mynář, a quien, de lo contrario, amenazaba con su cese en cuanto se activase el artículo 66. Dicho artículo prevé distintas situaciones como la actual, en la que el presidente electo no está en condiciones de ejercer su cargo.
La comisión constitucional del Senado decidió este martes antes del mediodía que, efectivamente, se reúnen las condiciones para la activación de dicho artículo, nunca antes usado en la historia parlamentaria checa. No se trata de una destitución, ya que las funciones del presidente de la República pasarían al primer ministro y al presidente de la Cámara Baja únicamente durante la convalecencia de Zeman. La votación definitiva en el Senado se celebraría muy probablemente el próximo 5 de noviembre.
Pero la activación del artículo debe ser aprobada por las dos cámaras parlamentarias, y la Cámara de Diputados no se reúne hasta el ya mencionado 8 de noviembre, con su nueva disposición salida de las elecciones.