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2) Karel Zeman: el mago de la gran pantalla

Foto: Museo de Karel Zeman

Hablar de Karel Zeman es hablar de un pionero de los efectos especiales a nivel mundial. Sus películas fueron admiradas por artistas como Pablo Picasso y Charles Chaplin, y su estética influyó en directores modernos como Terry Gilliam y Tim Burton. En este episodio de nuestra serie sobre la animación checa, les hablaremos de este aclamado director. 

Karel Zeman,  foto: ČT

Sin Karel Zeman no podríamos entender la historia del cine checo, especialmente en lo que se refiere a la animación y a técnicas pioneras. El mago de la gran pantalla nació en el año 1910 en Ostroměř, una pequeña localidad en el noreste de Bohemia. Estudió dos años en una escuela comercial e hizo un curso de dibujo publicitario en Francia, en Aix-en-Provence. Tras terminar el servicio militar, comenzó a trabajar en el sector de la publicidad en un centro comercial de Brno, donde se fijó en él Elmar Klos, director de cine. Este le ofreció trabajar en un estudio en la ciudad de Zlín.

‘Un Viaje a la Prehistoria’,  foto: Ivana Vonderková

Inmediatamente tras el estreno de su primer corto grabado con marionetas, “Un sueño de Navidad”, fue premiado en el festival de cine de Cannes. Después, durante los siguientes diez años, grabó una serie de cortos con marionetas protagonizados por el personaje del señor Prokouk.

Sin embargo, la fama mundial le llegó a Zeman gracias a sus largometrajes, que mezclaban imagen real, animación y marionetas, como explicó para Radio Praga Internacional Michaela Mertová, del Archivo Nacional Cinematográfico.

‘Viaje a la Prehistoria’,  Katrel Zeman

“La gran contribución de Zeman fue que, tras varios filmes con marionetas, se centró en películas espectaculares que mezclaban efectos especiales con actores reales y con muñecos. Estas películas llevaban al público a un mundo fantástico al que no podían acceder normalmente. Y fue precisamente gracias a esa combinación de tecnologías que logró construir su propio mundo, que sigue sorprendiendo a los espectadores en la era de las tecnologías digitales. Consiguió expresar lo interesante de un mundo exótico y llamar la atención del público sin importar la edad”.

Viaje a la Prehistoria,  foto: ČT

El primer largometraje de Karel Zeman se estrenó en 1955, “Viaje a la Prehistoria”. Una historia educativa de cuatro chicos que viajan al pasado y se encuentran con mamuts y dinosaurios, y que sigue siendo hoy en día una película popular para niños y jóvenes.
En 1958 se estrenó el segundo largometraje de Karel Zeman, “Una invención diabólica”, inspirado en la novela homónima de Julio Verne. En los años siguientes se vendió a más de 70 países y se convirtió en la cinta checa más famosa de todos los tiempos. Con numerosos premios internacionales, dio bastante fama a su autor y a la cinematografía checa.

Con esta obra, Zeman experimentó por primera vez con un nuevo estilo artístico que más tarde desarrolló y aplicó a otras cintas. Se inspiró, entre otras cosas, en los grabados que traían los libros de Julio Verne.

Al igual que otros pioneros de la animación checoslovaca, como Hermína Týrlová y Jiří Trnka, Karel Zeman tuvo que inventar él mismo muchos de los procesos que usaba en sus obras. De esta forma, creó un estilo propio, una firma inconfundible.

De acuerdo con Michaela Mertová, su principal cualidad fue saber aprovechar la tecnología disponible y combinarla con otros métodos artísticos.

Baron Prášil,  foto: NFA

“Sus filmes con efectos especiales surgieron con técnicas clásicas, como por ejemplo, dibujar una parte de la escena, y en ella añadía a actores de verdad. Mezclaba animación con actuación real. Algunas piezas de vestuario, que en la vida real nos parecerían artificiales, en la pantalla quedaban perfectamente. En algunas escenas, el espectador tiene que prestar mucha atención para diferenciar que un actor ha sido sustituido por una marioneta. Me parece importante que el público no se dé cuenta fácilmente”.

“Cuentos de las mil y una noches”,  foto: Ivana Vonderková

Las películas de Zeman no solo reflejan su larga experiencia en el mundo publicitario, sino que también dejan ver su pasión por las aventuras y los viajes, dice Michaela Mertová.
Su mundo cinematográfico se parece al que creó el escritor Julio Verne, y que también supo llevar a los espectadores un pionero del cine como Georges Méliès, con el que Zeman fue comparado en numerosas ocasiones.

“Karel Zeman se refirió muchas veces a la obra de este autor francés, pionero en los efectos especiales. Creo que le sirvió de inspiración y también para aprender algunas técnicas, pero aplicado a los tiempos de Zeman y a las tecnologías disponibles entonces. Así creó un método único e irrepetible”.

“Cuentos de las mil y una noches”,  foto: Ivana Vonderková

En el año 1961 cosechó un gran éxito el tercer largometraje de Karel Zeman, “El barón fantástico”, la que para muchos es su mejor película. Para esta obra, Zeman se inspiró en las ilustraciones del artista francés Gustave Doré. Este filme inspiraría a su vez al director Terry Gilliam, quien en 1988 rodó su propia versión. En los años venideros, Karel Zeman dio vida a otros tres largometrajes: “Crónica de un loco”, “El dirigible desaparecido” y “Sobre la cometa”.

A partir de los años 70, el director volvió a centrarse en las películas de animación para niños, en parte por las dificultades de grabar con actores reales. De esta época son “Cuentos de las mil y una noches” y “El aprendiz de brujo”. Su última cinta es del año 1980: “Cuento de Juan y María”.

El Museo Karel Zeman’,  foto: Ivana Vonderková

Y precisamente de ese año se guarda en los archivos de la Radio Checa una emisión grabada en ocasión del 70 cumpleaños del director, donde declara su amor por el cine.

“Tengo uno de los trabajos más bonitos que existen: cuento historias. Dibujo figuras, creo algunas historias para ellos, y luego durante unas semanas trabajamos para darles vida. Cuando terminamos y vemos la grabación, observamos cómo nuestras ideas cobran vida en la pantalla. Eso te hace feliz, como cuando dibujas algo. Pero en nuestro caso conseguimos que se mueva. Eso me emociona aún más”.

Entre los colaboradores más cercanos de Zeman estaban, por ejemplo, el famoso compositor Zdeněk Liška, el animador Arnošt Kupčík y el productor Karel Hutěčka. En sus últimas películas, colaboró con él como diseñadora también su hija Ludmila.

Karel Zeman con su hija Ludmila,  foto: ČT

“Yo empecé a trabajar con él en la película ‘El dirigible desaparecido’, y también en ‘Cuentos de las mil y una noches’. Por supuesto, la colaboración entre padre e hija a veces fue difícil, pero pensábamos de un modo similar. Yo lo quería mucho. Era una persona de buen corazón, pero al mismo tiempo era estricto. Por último, trabajamos juntos en ‘Cuento de Juan y María’. Pero después la situación en el estudio empeoró y ya no podíamos trabajar allí, así que decidimos irnos a Canadá”.

Ludmila Zemanová sigue viviendo en Canadá a día de hoy. Ha publicado numerosos libros sobre su padre y ayudó a fundar el Museo de Karel Zeman, que fue inaugurado en Praga en el año 2012. Para Zemanová, se trata de un museo que puede inspirar a las futuras generaciones.

De la película ‘Una Invención Diabólica’,  foto: ČT

“Es una idea fantástica, es una inspiración para los niños. Pueden hacer fotos y crear su propia historia. Creo que esas técnicas y montajes están incluso más de moda actualmente que hace 30 años”.

La fama de Karel Zeman queda atestiguada por una publicación de la famosa distribuidora estadounidense The Criterion Collection, que el año pasado publicó una colección de tres de sus películas restauradas digitalmente: “Viaje a la Prehistoria”, “Una invención diabólica” y “El barón fantástico”.

Karel Zeman,  foto: ČT

Gracias a eso, Zeman se ha convertido en el primer autor de la antigua Checoslovaquia que es publicado en una colección especializada de esta conocida distribuidora.

A pesar de las décadas que han pasado desde la creación de estas películas, su originalidad y su particular combinación de técnicas hacen que todavía hoy sigan llamando la atención de los espectadores.

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