Chequia aplaude el acuerdo conseguido en Bruselas, pero queda mucho por debatir
El primer ministro Andrej Babiš cree que el acuerdo alcanzado por la Unión Europea es bueno para Chequia, pero admite que todavía hay cuestiones en el aire.
Después de cinco intensos días de debate, la Unión Europea ha conseguido un acuerdo histórico para el fondo de recuperación destinado a paliar los efectos de la crisis del coronavirus.
El primer ministro checo, Andrej Babiš, ha señalado que lo acordado hasta el momento beneficia a la República Checa. Por ejemplo, habrá más flexibilidad para traspasar el dinero de unos fondos a otros, algo que para Babiš era uno de los puntos fundamentales para aprobar el acuerdo.
Según el primer ministro, el país contará en los próximos años con 2800 millones de euros más de lo establecido en la anterior propuesta. En concreto, de los históricos 750 000 millones de euros del fondo de recuperación de la Unión Europea, 35 700 millones le corresponden a Chequia.
Además, tendrá la opción de pedir prestados 15 400 millones con unas condiciones ventajosas. No obstante, Babiš indica que no es seguro que Chequia vaya a solicitar algún préstamo.
Andrej Babiš dijo para la Radio Checa que su país no se encuentra entre los más necesitados económicamente, pero que su voluntad de acuerdo se basa en el deseo de apoyar la recuperación de los países más afectados por el coronavirus.
“Nosotros no necesitamos este fondo, pero lo apoyamos por solidaridad. Queremos que los países del sur funcionen y que puedan superar esta crisis”.
Asimismo, el primer ministro aclaró que su intención es asegurarse de que las condiciones económicas del reparto son justas y que Chequia no terminará viéndose afectada por el endeudamiento de otros países.
El plan aprobado por la UE también beneficiará a Chequia en lo que respecta a los fondos estructurales de desarrollo regional. Según informaciones obtenidas por la Radio Checa, este dinero se destinará principalmente al crecimiento económico y a la creación de empleo. En este sentido, Babiš ha resaltado la necesidad de hacer inversiones y de apoyar el sistema sanitario.
Los países del Grupo de Visegrado (Chequia, Eslovaquia, Hungría y Polonia) han tenido parte del protagonismo en esta cumbre. Estados como los Países Bajos han pedido que el reparto de dinero vaya sujeto al cumplimiento del Estado de Derecho, algo que afecta principalmente a Hungría y Polonia.
Los primeros ministros de ambos países, Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki, se han mostrado en contra de las acusaciones de no respetar el Estado de Derecho y de ir contra los valores europeos. Es por ello que proponen una versión del acuerdo que no incluya referencias a este aspecto.
En lo que se refiere al tira y afloja entre las instituciones europeas y Polonia y Hungría, el primer ministro checo Andrej Babiš ha declarado que todavía queda mucho por debatir.