Chequia satisfecha con los acuerdos de inmigración alcanzados en la UE

Foto: ČTK / AP / Stephanie Lecocq

Los líderes de la Unión Europea han logrado un acuerdo para gestionar la inmigración. El primer ministro checo, Andrej Babiš, expresó que se ha tratado de un verdadero éxito.

Andrej Babiš,  foto: ČTK / AP / Olivier Matthys
Los países miembros de la Unión Europea acordaron la creación de “centros controlados” para separar a los refugiados de los inmigrantes económicos. Ese fue el resultado de la encerrona protagonizada por los líderes europeos tras arduas horas de reunión y otras tantas de negociación.

Para Chequia y los otros países del Grupo de Visegrád, Polonia, Hungría y Eslovaquia, se trató de una victoria que puso fin al debate sobre las cuotas obligatorias, según destacó el primer ministro checo, Andrej Babiš.

“Considero que se trata de un gran éxito. Las cuotas fueron tema de debate durante cuatro años, pero ahora todos se alejan de ese asunto. El Grupo de Visegrád se mantuvo firme, compacto, y logramos nuestro cometido”.

Foto ilustrativa: Štěpán Macháček,  Archivo de ČRo
El acuerdo alcanzado por los líderes europeos delinea de manera muy clara el procedimiento a seguir. La Unión Europea promoverá la creación voluntaria en su territorio de “centros controlados” para seleccionar a los solicitantes de asilo. Los inmigrantes económicos serán separados y devueltos a sus países de origen.

Las personas que demuestren que necesitan protección internacional serán reubicadas en los estados miembros que de manera voluntaria les quieran recibir. Con esta medida se pone fin a la política de cuotas obligatorias y de reubicación, rechazada y criticada por los países del Grupo de Visegrád.

En el texto de la cumbre fue acordado estudiar la posibilidad de crear plataformas de desembarco de inmigrantes en la orilla sur del Mediterráneo. La medida busca evitar que los emigrantes lleguen a tocar puerto europeo y sean retenidos y devueltos a su país de origen. Para esto la Unión Europea quiere cooperar con Turquía, al tiempo que dispondrá de 500 millones de euros para los países que quieran ayudar con las plataformas de desembarque.

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Los líderes europeos se comprometieron a respetar el Derecho Internacional, al tiempo que subrayaron que están obligados a proteger a sus ciudadanos. Es por ello que aumentarán el control de las fronteras externas para luchar contra la inmigración ilegal. Será necesario incrementar los recursos en esa dirección, así como la cooperación con terceros países.

Los resultados de esta cumbre son más que satisfactorios para el Grupo de Visegrád, que desde el estallido de la crisis migratoria repitió hasta la saciedad que la acogida de refugiados debe ser un asunto voluntario y que parte de la ayuda debe estar dirigida a los países de origen de los inmigrantes.