El no irlandés repercutirá en la presidencia europea de la República Checa
El No de Irlanda ha puesto a Europa en crisis. La no ratificación del Tratado de Lisboa por parte de los irlandeses coloca ahora en la mira a la República Checa, que a partir del 1 de enero de 2009 presidirá a la Unión Europea.
Ese mismo día la República Checa asumirá la presidencia de los Veintisiete después de Francia y antes de Suecia, pero con una papa muy caliente en sus manos.
Los políticos y responsables europeos clavan su vista en Praga, porque se encuentra entre los ocho países que no han ratificado el Tratado y fácilmente se pueden contagiar con el no irlandés.
El presidente checo, Václav Klaus, desde su lecho en un hospital capitalino donde se recupera de una operación de cadera, no ocultó su satisfacción por el resultado en Irlanda y expresó que no tiene sentido continuar con el proceso de ratificación.El vicepresidente del gubernamental Partido Cívico Democrático, Petr Nečas, respaldó a Klaus, presidente honorífico de dicha formación, acotando que no sería democrático seguir con la ratificación del documento
“Creo que sería incorrecto no respetar la decisión tomada por los electores irlandeses y continuar el proceso de ratificación para presionar a Irlanda que cambie de opinión. Me parece que se trata de un comportamiento no democrático, porque es como decir pueden votar libremente, pero deben votar Sí”, indicó Nečas.
La República Checa se encuentra actualmente en el grupo de países integrado por Suecia, Chipre, Reino Unido, Italia, España, Holanda y Bélgica que todavía no han definido su postura en torno al Tratado de Lisboa.
El segundo hombre del opositor Partido Socialdemócrata, Zdeněk Škromach, asegura que independientemente de los resultados de Irlanda, es indispensable que prosiga la ratificación.“En su referéndum los irlandeses no votaron en nombre de la República Checa, por eso creo que deberíamos continuar el proceso de ratificación. El primer ministro Mirek Topolánek firmó el Tratado y creo que deberíamos ratificarlo”, subrayó el político socialdemócrata.
Eslovenia, que actualmente preside la Unión Europea, expresó su preocupación por lo ocurrido en Irlanda. El ministro de Relaciones Exteriores, Dimitri Rupel, matizó que “sería aventurado decir que vamos a volver a dar vida al Tratado de Lisboa cuando estamos ante un bloqueo”.
Para finales de esta semana fue convocada una reunión cumbre del Consejo Europeo, algunos políticos proponen que en caso de que los 26 países restantes ratifiquen el documento, se podría buscar un compromiso con Irlanda, pero muchos temen que Dublín termine contagiando a Londres y Praga, lo que representaría el fin del Tratado de Lisboa.