Aumentar los impuestos para preservar las reservas de agua subterránea
El ministro checo de Medio Ambiente, Richard Brabec, quiere aumentar el precio de las aguas subterráneas para paliar las consecuencias de la disminución de su nivel debido al cambio climático.
Al año se consumen en Chequia una media de 6.000 metros cúbicos de agua por cada 100 habitantes a un precio de 0,11 céntimos de euro por metro cúbico de agua no potable y 0,07 por metro cúbico de agua potable, que se extrae del subsuelo, según afirma el diario.
Las tasas que se cobran por el agua de la superficie y las aguas residuales han aumentado siete veces en los últimos veinte años mientras que el precio del agua que se extrae de la tierra se ha estancado.
Por este motivo, las empresas prefieren perforar el suelo en busca de agua que construir infraestructuras como embalses, afirma el diario HN.
En este sentido, el incremento de los precios es una medida para preservar las reservas de agua. Además, se están planteado impuestos extras para los que extraigan grandes cantidades de agua durante las futuras épocas de sequía que vaticinan los climatólogos.
Hospodářské Noviny recuerda que hay empresas que ya han sido multadas por exceder la cantidad de agua que se puede extraer. Es el caso de Telefónica que tuvo que abonar más de 58.300 euros en 2007.
Por su parte, el Gobierno baraja otras medidas que ayuden a mantener estas reservas naturales, como la construcción de depósitos de retención o la aplicación de nuevas tecnologías que ayuden a mantener el agua pluvial.
El comentarista de Hospodářské Noviny Petr Honzejk escribió en el propio diario que la sequía que sufre la República Checa es un gran problema que prueba que el cambio climático es real y está sucediendo, algo que, según critica, muchos políticos han ridiculizado.
Asimismo, Honzejk mira con recelo las medidas que plantea el ministro de Medio Ambiente que, según opina, no son más que una excusa para conseguir fondos.
Honzejk considera necesario que el ministerio de Brabec plantee un proyecto a largo plazo que sirva para paliar los efectos del cambio climático y se centre en nuevas formas para mantener el agua sin destruir el medio ambiente.