Los músicos callejeros tendrán la vida aún más difícil en Praga
La Municipalidad de Praga vuelve a arremeter contra los músicos callejeros. Gracias a una nueva ordenanza los músicos tendrán que acatar una serie de prohibiciones que complicarán sobremanera su existencia. Las autoridades locales sostienen que las medidas ayudarán a reducir el ruido en el casco histórico de la capital checa.
Las medidas se justifican respondiendo a las quejas permanentes de las personas que viven en las inmediaciones de los puntos de actuación de los músicos callejeros.
Nada de amplificadores, gaitas y tambores
La nueva ordenanza de ocupación de la vía pública, aprobada la semana pasada, prohíbe la utilización de amplificadores, e instrumentos como gaitas, saxofones o tambores. Tampoco está permitida la actuación de animales.La adopción de la ordenanza levantó una ola de malestar entre los músicos callejeros que fueron respaldados por muchos artistas profesionales. Estos últimos indican que Praga es una ciudad entregada a la música y que los intérpretes callejeros ayudan a incrementar esa atmósfera especial de encanto que atrae a millones de turistas.
La alcaldesa mayor de Praga, Adriana Krnáčová, defiende que la normativa es producto de las quejas de los vecinos del casco histórico. “Reconozco que las prohibiciones son muchas, pero nuestra intención ha sido dar respuesta a las quejas de las personas que viven y trabajan en Praga 1”.
Las medidas tomadas por la Municipalidad han sido criticadas también por políticos opositores. El concejal Lukaš Manhart del movimiento TOP 09 teme que surgirán muchos enfrentamientos innecesarios entre los artistas callejeros y los agentes que velan por el orden público.Además de limitar el uso de instrumentos musicales, la directriz municipal especifica la superficie física en la que pueden actuar los músicos. Un intérprete solista tendrá a disposición menos de dos metros cuadrados y a una banda le tendrán que ser suficientes 6 metros cuadrados como máximo.
Los músicos profesionales apoyan a los callejeros
Músicos profesionales han puesto a circular una petición de respaldo a sus colegas, puesto que estiman que las medidas atentan, entre otras cosas, contra la libertad de expresión.
Entre los signatarios de la petición destaca la cantante Marta Kubišová, perseguida por el régimen comunista durante el llamado periodo de ‘normalización’, producto de la invasión a Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia en 1968.En declaraciones a la Televisión Checa, Kubišová se puso del lado de los artistas callejeros.
“Cada uno de nosotros puede contar con que le puede tocar empezar o terminar su carrera en la calle. Por eso respaldo a los músicos callejeros”.
Algo muy original complicará aún más la vida artística de los músicos callejeros. A partir de marzo sus actuaciones estarán divididas en tiempo y espacio.
Horas pares e impares
Cuando el reloj muestre una hora par podrán tocar en las zonas permitidas en la margen derecha del río Moldava mientras que en las horas impares tendrán que hacerlo en la ribera izquierda, según explicó el músico Václav Kameník.
“No entiendo por qué se tiene que tocar en horas pares e impares. No tiene lógica alguna, eso no ayuda y al final todos se sentirán mal y nadie tocará”.A los artistas profesionales les sorprende que las medidas adoptadas resulten tan complejas y hasta absurdas, tal y como indicara el trompetista Laco Deczi.
“En Nueva York se toca en cualquier lugar, en París, prácticamente en las grandes ciudades se puede tocar, y en Praga faltará la alegría de la música por la decisión de un funcionario”.
Buscan restablecer el triste silencio de la época bolchevique
La alcaldesa Krnáčová asegura que las medidas responden a las quejas de los vecinos de Praga. Ahora políticos opositores, músicos callejeros y artistas profesionales presentan sus peticiones y esperan que las autoridades capitalinas les presten oídos.
El cantante, antiguo disidente anticomunista y ex diputado, Vladimír Mišík, se sumó a la petición firmada también por la famosa vocalista Lenka Dusilová.En un llamamiento público Mišík dijo que recordaba cuando las calles de Praga eran tristes, grises y estaban sumergidas en el silencio bolchevique.
De acuerdo con el cantante, la música es un fenómeno positivo a diferencia de las matrioskas, esas muñecas tradicionales rusas, y miles de suvenires absurdos que contaminan y ganan terreno en el casco histórico de Praga.