El futuro sin residuos con ‘Czech Zero Waste’
Muchos ya se han acostumbrado a reciclar, sin embargo, las fundadoras de Czech Zero Waste invitan a llegar a otro nivel, a ni siquiera producir los residuos.
Además, organizan debates públicos, retos y eventos acerca del tema y como invitadas dan charlas para informar sobre una de las problemáticas de la protección del medio ambiente más actuales.
Muchos podrían preguntarse por qué no basta reciclar lo que generamos. Jana Karasová, una de las fundadoras de este movimiento, explica.
“Para empezar, el reciclaje no es perfecto, en cuanto al plástico, en Chequia se recicla solo un porcentaje muy pequeño de plástico, lo cual tiene diferentes motivos. Por ejemplo, existen distintos tipos de plástico y cada uno tiene su propio proceso de reciclaje, lo cual causa problemas a los establecimientos de reciclaje que no son capaces de procesarlos todos. El proceso es además, muy costoso en energía, si lo comparamos con materiales como el vidrio o el metal. Por eso, si se minimiza la producción de residuos, disminuye la cantidad de basura que termina en vertederos, pero también la energía que se necesita para crearlos. Ese es también el caso de los residuos alimentarios”.
A la tienda con bolsa propia
Contra el exceso de residuos luchan también las tiendas especializadas sin ningún tipo de envase, y de hecho forman una de las principales fuerzas del posible cambio. Su importancia consiste en que ofrecen la propuesta más sostenible para comprar.El gran problema que supone el desecho de los embalajes consiste en que el 40% de los residuos que generamos en el mundo son precisamente de este tipo. Latas de conservas, comida prefabricada, cartones de huevos o leche, bandejas de plástico de carne y pescado, bolsas de legumbres o incluso fruta y verdura: todo contiene residuos que crean un inmenso problema de contaminación.
Mientras que en Alemania existe un movimiento fuerte que llama a vivir sin generar residuos, Jana Karasová afirma que en otros países la situación es diferente.
“Mientras que en nuestro país la cantidad de residuos creció un 12% en los últimos 10 años, en España se ve que existe una tendencia opuesta, la cantidad bajó un 12%, aunque la producción de basura por persona sigue siendo más grande que aquí. La República Checa, Francia, Italia, España y sobre todo Alemania disponen de bastantes posibilidades de comprar sin envases: se crean muchas tiendas nuevas y hay muchos mercados. En este sentido, por ejemplo, Gran Bretaña, contiene menos opciones, las hay sólo en ciertas comunidades”.
Paradójicamente, los países más desarrollados están acostumbrados a un estilo de vida mucho menos sostenible. Y son ahora justo esos países, en los que se genera mayor interés por volver a producir menos residuos. Karasová explica la situación en América Latina.
“En América Latina, por ejemplo en Perú y Bolivia, hay una situación muy parecida a la de Europa del Este, a los países como Ucrania y Moldavia. Hay muchos mercados en los que la gente está mucho más acostumbrada a comprar y vender productos sin envases o de alguna otra manera sin producir residuos. Depende mucho de si la gente luego empaqueta los productos, pero cada uno tiene la posibilidad de venir con su propio recipiente o bolsa y llevarse las cosas así. Por otro lado, en Chile o en Argentina, la situación es diferente, ya que el nivel de vida es más alto y es mucho más común comprar en los supermercados que en los mercados”.
Seis hábitos para producir menos basura
Las tres mujeres asimismo manejan la parte checa de la campaña internacional ‘Semana sin residuos’ y organizan su propia iniciativa ’Reto, sin residuos durante 40 días’, que acaba de empezar. Jana Karasová explica.“El objetivo del Reto es ayudar a la gente a reducir los residuos a través de unos pasos simples. Este año hemos elegido seis hábitos que pensamos que en verdad pueden marcar una gran diferencia en el día día”.
Una de estas recomendaciones es utilizar una botella de plástico propia, que uno llevaría encima en su bolso o mochila, en vez de comprar siempre botellas nuevas. Otra es utilizar una bolsa propia a la hora de ir de compras, en vez de pedir bolsas de plástico o papel en la tienda. También habría que intentar reducir los residuos alimentarios, o sea, aprovechar realmente toda la comida que uno compra.
Asimismo, hay que procurar no utilizar los envases de un solo uso, que cuestan mucha energía de diferentes recursos y son muy difíciles de descomponer. Por eso, un producto que al final se utiliza sólo para unos cuantos minutos y daña tanto el medio ambiente, no se debería utilizar en ningún caso. En vez de eso habría que usar un envase propio o un vaso termo.
Otra de las tareas es desprenderse de una de las cosas que ya no utilizamos en nuestra casa. No tirarla, sino regalarla a alguien que la use de verdad y no quedarse con algo que, en realidad, por la ausencia de uso, se acabará convirtiendo un día en basura. Y por último, tirar un residuo que uno se encuentra en la calle a la papelera.
Existe una aplicación de web, en versión checa e inglesa, dónde uno puedo señalar qué tarea ha cumplido y cuándo. Los domingos son días libres en los que uno puede ver vídeos inspirativos o leer artículos acerca del estilo zero waste, que están preparados por las organizadoras.
Las chicas de ‘Czech Zero Waste’ insisten, igual que lo hacen otras organizadoras de dicho movimiento por todo el mundo, en que minimizar la producción de residuos es esencial para el futuro desarrollo del planeta.