La economía checa cada vez más dependiente de sus exportaciones, especialmente de automóviles
La República Checa es particularmente dependiente de su comercio exterior. En un espacio de 20 años, el volumen de exportaciones en acciones de su producto interno bruto (PIB) ha pasado del 27% al 67%.
La apertura creciente de la economía es acompañada lógicamente por una mayor sensibilidad a las fluctuaciones de la economía global. Un análisis realizado por la sucursal checa de UniCredit Bank confirma esta tendencia.
Las compañías checas son especialmente dependientes del mercado europeo. En el 2017, el 90.2% de las ventas de bienes y servicios checos al extranjero fueron realizados en el interior de las fronteras del continente y el 83.7% dentro de los países miembros de la UE. Sin embargo, estas cifras son ligeramente inferiores. Hace 10 años, más del 92% de las exportaciones checas se destinaban al mercado europeo.
Como era de esperar, la demanda de medios de transporte es el mayor influyente de la economía checa. Los autores del análisis estiman que si la industria automovilística desapareciera, la República Checa perdería el 13% de su PIB. De igual forma, hipotéticamente, si su vecino Alemania dejara de comprar vehículos producidos en el extranjero, Chequia perdería alrededor de 1.8 puntos porcentuales. Además, si Alemania dejara no solamente de adquirir sino también de producir automóviles, la economía checa perdería hasta el 4.2% de su PIB.
El Brexit tendrá igualmente sus repercusiones negativas. Aquí también, un descenso de la demanda de autos tendría importantes consecuencias para la economía checa, que sería el país más afectado de los 27 miembros dentro de este sector en concreto. Actualmente, la demanda de autos en Reino Unido contribuye a sumar un 0.6% del PIB checo, la mayor proporción de todos los países miembros contra el 0.58% de Alemania y el 0.55% de Eslovaquia.