La falta de mano de obra golpea a las empresas checas
Un número cada vez mayor de empresas checas ha empezado a tener problemas para completar sus planillas de empleados. La situación se ha complicado a tal medida que faltan obreros no cualificados.
De acuerdo con Michal Novák, representante de Profesia, la escasez de mano de obra abarca varios sectores, faltan operarios, obreros de la construcción así como personal para la industria y la energética.
Las grandes y pequeñas compañías deben afrontar otro problema que perjudica seriamente su funcionamiento. Cuando finalmente logran armar una planilla de trabajadores topan contra otra dificultad, la falta de lealtad empresarial los devuelve al punto cero, indicó a la Radio Checa Michal Novák.
“En las profesiones obreras resulta casi imposible mantener la lealtad empresarial. La motivación financiera es lo que predomina, así que la promesa de un leve aumento de ingresos provoca que el obrero se vaya, por ejemplo, a la empresa de la competencia”.
La gravedad de la situación la refleja la cantidad de avisos clasificados que publican los portales dedicados a la ofertas de puestos de trabajo. La mayoría están dirigidos a las profesiones obreras. A estos se suman los anuncios para ayudantes de la construcción y de otros campos.
Una de las empresas que sufre en carne propia el problema de la falta de mano de obra es la compañía Kawe, dedicada a servicios de manufactura. Ivana Weber, ejecutiva de la empresa, comentó a la Radio Checa que disponen de una amplia oferta de trabajos no cualificados, pero que al final no consiguen mantener un equipo que trabaje a largo plazo.
“Con frecuencia se trata de labores de montaje, terminado de productos, limpieza, confección de juguetes. Son trabajos no cualificados sencillos, pero no resultan atractivos a largo plazo. Y es por eso que registramos un alto nivel de fluctuación de personal”.
Con el fin de no perder a los empleados, las empresas han empezado a ofrecer una serie de bonificaciones. En muchos casos se trata de aportes económicos para las vacaciones, el transporte, alimentación y la práctica de deportes.En algunos casos las compañías han optado por programas para ofrecer trabajo, directamente en sus instalaciones, a grupos de obreros no cualificados que cumplen penas en diferentes prisiones del país.
Otra medida es la creciente oferta de trabajo a obreros extranjeros. En la mayoría de los casos se trata de ucranianos que ayudan en el sector de la construcción.
La situación es tan alarmante que la empresa privada se ha dirigido al Estado para que agilice los permisos de trabajo para que los extranjeros ayuden a llenar el gran vacío que sufre el mercado laboral checo.