Katerina "la mala" vigila los tesoros del palacio de Frýdlant
En esta edición de Radioviajes les invitamos a visitar el palacio Frýdlant en la frontera checo-polaca-alemana, con una significativa combinación de estilos arquitectónicos - gótico y renacentista.
En primer lugar hay que advertir que en la República Checa existen dos pueblos que llevan el nombre de Frýdlant: - Frýdlant nad Ostravicí y Frýdlant de Bohemia.
Nosotros viajaremos al palacio Frýdlant de Bohemia, al norte de país cerca de la frontera que comparten Polonia, Alemania y la República Checa.
El palacio de Frýdlant se halla en la ciudad del mismo nombre - Frýdlant mencionada por primera vez en un documento a finales del siglo XII, pero escrito en alemán - Vriedlant.El palacio, edificado en una roca sobre el río, es el lugar más emblemático de la ciudad. Fue construido por la familia noble checa Ronovci en el siglo XII, sin embargo, las primeras noticias escritas sobre el castillo gótico son posteriores, tal como indica la administradora de Frýdlant, Jana Pavlíková.
"Frýdlant es mencionado por primera vez en un documento escrito de mediados del siglo XIII, y nuevamente en el año 1278 cuando el rey checo, Premysl Otakar II regaló el castillo al aristócrata Rulko de Biberstein."
Los Biberstein, eran una famila noble polaca de la ciudad de Meissen, que administró el castillo de Frýdlant durante casi tres siglos. Fue precisamente dicha familia la que modernizó el castillo y le dió ese típico aspecto gótico-renacentista.
Gracias a la eficaz política económica y destreza en los negocios, los Biberstein ayudaron al auge del castillo y de la ciudad de Frýdlant, que se convirtió en un importante centro comercial.
No obstante, en el año 1554 llegó al palacio la familia Redern.
"Los Redern fueron una importante familia noble silesiana, valientes soldados y comerciantes. Gracias a sus actividades económicas pudieron ampliar sus propiedades tanto en Frýdlant como en el norte de las tierras checas donde se apoderaron de varias ciudades importantes, entre ellas, la ciudad de Liberec."
Entre los miembros de la familia Redern destaca uno de los hijos del primer propietario de Frýdlant, Melchior, que ocupó un importante puesto en la corte del emperador - llegó a presidente del Consejo de guerra.
Sin embargo, el personaje más conocido de los Redern fue Katerina la esposa de Melchior -- conocida como "la mala"."Se dice que Katerina de Redern se fue amargando por el hecho de que tuvo que velar y administrar el palacio sola, con su hijo, ya que su esposo pasó la vida de batalla en batalla, luchando contra los turcos. Se dice que tras de su muerte, Kate"ina deambula por las noches por el palacio, vigilando sus bienes. Yo misma debo confesar que la vi pasar por los pasillos del palacio."
El último descendiente de la familia Redern, Krystof, participó activamente en la sublevación de los estamentos checos contra el soberano de la dinastía de los Habsburgo, y como consecuencia de ello le fueron confiscadas todas las propiedades familiares.
Después de la batalla en la Montaña Blanca en el año 1620, que dio inicio a la Guerra de los Treinta Años en Europa, el rey adjudicó los bienes de los Redern a Albrecht de Valenstein, a partir de entonces conocido como conde de Frýdlant.
Además de buen soldado, Valenstein fue buen administrador. Durante su estancia en Frýdlant mejoró notablemente la situación económia de la región ya que las necesidades de su enorme ejército dieron empleo a muchos ciudadanos."Albrecht de Valenstein administró muy bien sus propiedades. Debido a que todos los ingresos los invertía en su ejército, que requería grandes gastos, modernizó todas las empresas e inspeccionó personalmente el trabajo para que todo marchara de la major manera posible".
Después del asesinato de Valenstein en el año 1634, el palacio pasó a manos de la familia Galas, a partir del año 1775 Clam-Gallas - una importante familia noble dentro de la corte del emperador.
No obstante, poco tiempo después, el palacio lo tomaron las tropas suecas, aún durante la Guerra de los Treinta Años. Los suecos estuvieron en el lugar más de diez años e hicieron del palacio un pequeño fortín.
Después de la Guerra y como consecuencia de varios incendios que acabaron casi por completo con el palacio, Francisco Fernando de Clam-Gallas decidió reconstruir la obra en estilo barroco. Los trabajos estuvieron a cargo del arquitecto italiano Marcantonio Canevalle.
Durante los años siguientes se reflejaron en el palacio todos los caprichos de la época - se introdujeron elementos neogóticos y más tarde neorenesancistas que perjudicaron el aspecto del edificio.En el año 1801 la familia Clam-Gallas instaló exposiciones de arte en una ala del palacio, la muestra fue abierta al público y Frýdlant se convirtió en el primer monumento de Europa Central abierto al público. Hasta hoy no se sabe a ciencia cierta cual fue el motivo de tan inusual la apertura. Se dice que el propietario del palacio de aquel entonces fue director de un grupo de amantes del arte y quiso ofrecer la posibilidad a todos los interesados de ver los tesoros artísticos del palacio.
"Otro de los motivos puede ser que en esa época el escritor alemán Schiller editó su drama Valenstein, sobre Albrecht de Valenstein y en la misma época cerca del palacio fue abierto el balneario de Libverda, destino preferido de muchos alemanes que más de una oportunidad manifestaron interés por ver el palacio donde había vivido Albrecht de Valenstein, héreo del drama popular."
La muestra actual consta de dos partes. La primera ofrece una original exposición, tal como la habían confeccionado los Clam-Gallas al principio del siglo XIX. Se pueden apreciar cuadros de propiedad de los familia Clam-Gallas, y una colección de armas históricas desde el siglo XII hasta el siglo XIX.
En la segunda parte del palacio se pueden observar interiores ricamente decorados que recuerdan a todos los propietarios que vivieron en el palacio.
Un lugar muy apreciado por los visitantes es la cocina, ya que está equipada con todo lo necesario e imprescindible que desearía toda ama de casa en la actualidad.
Otro de los tesoros del palacio es la habitación de los niños con muebles y juguetes tradicionales, que llegan a deleitar a los chicos al igual que a los visitantes adultos.