Bezděz, el rey de los castillos checos nunca conquistado

Bezděz, foto: Eva Bucharová, foto: Radiodifusión Checa

La inexpugnabilidad de uno de los castillos más visitados de Chequia, Bezděz, disuadió de su conquista hasta a los impávidos husitas. En sus interiores se escondía asimismo un tesoro monástico que trajo sufrimiento a sus habitantes. En esta edición de Radioviajes les invitaremos a conocer al llamado rey de los castillos checos, desde cuya torre se ofrecen vistas hasta a una cuarta parte del país.

Bezděz,  foto: Štěpánka Budková
El castillo gótico de Bezděz se alza majestuosamente en un abrupto monte de más de 600 metros de altura, constituyendo un punto dominante de Bohemia del Norte.

En 1264 fue construido por uno de los reyes más conocidos de la historia checa, Otakar II de Bohemia, según afirmó para la Radiodifusión Checa el ex administrador del castillo de Bezděz, Jan Jurička.

“Hizo levantarlo como un castillo militar a fin de defender el camino comercial ante los ataques de caballeros saqueadores y ladrones. También quería utilizarlo como sede para salir de caza a los bosques de los alrededores”.

Bezděz,  foto: Eva Bucharová,  foto: Radiodifusión Checa

Paradójicamente, poco después de su muerte el castillo se convirtió en la prisión de la reina viuda, Kunhuta, y el príncipe heredero Venceslao.

Durante varios años, el gerente del Reino de Bohemia y el tutor del príncipe, Oto de Brandenburgo, los mantuvo retenidos dentro de sus paredes para gobernar el país sin ningún tipo de intervención por parte del heredero.

Ni los husitas se atrevieron a invadir Bezděz

Para su época, el castillo de Bezděz representaba una fortificación moderna y su ubicación en un monte escarpado con una accesibilidad complicada disuadía a los enemigos de tratar de conquistarlo.

Bezděz,  foto: Maja Madárová,  foto: Radiodifusión Checa
“En caso del peligro, incluso la galería de su capilla servía como una fortaleza militar y desde donde era posible vigilar el espacio de tres puntos cardinales”, indicó Jurička.

Hasta los husitas, que desencadenaron en el siglo XV una serie de guerras en defensa del legado del reformador católico Juan Hus, evitaron invadirlo.

Y eso pese a que Bezděz llegó a ser en aquella época un refugio importante de su enemigo Segismundo de Luxemburgo y de los representantes de la Iglesia Católica, que guardaron en el castillo sus bienes y documentos. Bezděz nunca ha llegado a ser conquistado.

La Virgen de Montserrat

Uno de los lugares más atractivos de Bezděz es su capilla gótica, por sus disposiciones única en Europa Central, ya que está rodeada de una galería y su bóveda de crucería carece de cuadernas, apunta Juřička.

Alberto de Wallenstein
“Los cisterianos de Brandenburgo, encargados de la edificación del castillo, construían este tipo de capillas también en Alemania y en Francia. Con su decoración de piedra arenisca recuerda a una catedral francesa”.

En el siglo XVII, Bezděz se convirtió en un monasterio de los benedictinos de Montserrat, que llegaron a habitarlo a sugerencia del noble checo Alberto de Wallenstein.

Los monjes trasladaron a la capilla del castillo una de las tres copias de la Virgen Negra de Montserrat, que supuestamente tenía el poder de curar a los enfermos. Por tanto, Bezděz, se convirtió en un lugar de peregrinación muy frecuentado.

Actualmente, la patrona de Cataluña se puede ver en el museo del cercano municipio de Doksy.

Un tesoro de dolor

En 1778, en la época del reinado de María Teresa de Habsburgo, estalló la Guerra de Sucesión de Baviera, conocida también como la Guerra de la Patata.

María Teresa de Habsburgo
Entonces Bezděz se convirtió en un objeto de luchas entre los prusianos y los austríacos, que hicieron sacar a luz un doloroso tesoro, afirma Jurečka.

“Cuando los prusianos agotaron toda la munición, se pusieron a arrojar a su enemigo todo lo que tenían a mano. Descompusieron también una pila de madera colocada en el patio, y debajo de ella hallaron unas cajas con un tesoro monástico. Lo confiscaron e incluso sometieron a los monjes a tortura para que les dijeran dónde habían escondido más objetos de valor”.

La leyenda dice que el castillo esconde otro tesoro de los monjes benedictinos. Su búsqueda inspiró al compositor checo Bedřich Smetana para crear su ópera 'El Secreto' (Tajemství).

Aunque no se trató del dicho tesoro, Jan Juřička encontró en 2014 en el castillo un objeto de un valor enorme, un tallado en madera de más de 300 años de antiguedad. La obra retrata el acto de Sepultamiento de Jesucristo.

Desde Bezděz se ve una cuarta parte de Chequia

Cuando hay tiempo despejado, una de las torres de Bezděz ofrece vistas a una cuarte parte de la República Checa.

 Lago de Mácha,  foto: CzechTourism
A ningún ojo se escapa el Lago de Mácha, situado a los pies del castillo. Aunque su nombre lo niegue, realmente no se trata de un lago, sino de un estanque enorme, fundado en 1366 por el rey Carlos IV.

En sus aguas se hallan dos islas pequeñas, protegidas como unas importantes reservas ornitológicas. En la isla llamada Castillo de Ratones se han conservado restos de una fortaleza del siglo XV.

En los años ochenta del siglo XIX, las orillas del Lago de Mácha se convirtieron en un lugar recreativo popular de las clases altas y su mayor auge lo vivió en la época de entreguerras.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el estanque obtuvo su actual nombre en homenaje del famoso poeta romántico Karel Hynek Mácha, que en el siglo XIX encontró este lugar muy inspirador para su obra.

El Lago de Mácha representa hasta hoy día uno de los destinos recreativos más populares de los checos.

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