Los Vivancos, un espectáculo para la eternidad
Flamenco fusión extremo. Así se define el espectáculo de danza, música, acrobacias y artes marciales de Los Vivancos, la compañía de danza formada por siete hermanos que arrasa en todo el mundo y que estos días ha actuado en la República Checa. Radio Praga ha hablado con Elías, uno de sus integrantes.
Danza, música, pasión y sobre todo sentimiento. Eso es lo que desbordan sobre el escenario, con esa fuerza inexplicable que les caracteriza a los siete hermanos Vivancos. Un espectáculo para la eternidad, 'Aeternum', calificado por el New York Times como “danza en un concierto de rock, pero brutalmente artístico”. Y es que la singularidad de su obra hace que, como dice uno de sus integrantes, Elías, sorprende por la variedad.
“Yo creo que son dos cosas. Una es la variedad. El hecho de que podamos bailar y tocar instrumentos. Esta fusión que es bastante única y que no se puede encontrar en otro espectáculo. Y otra cosa es otra cosa bastante intangible: el hecho de ser hermanos. Cuando salimos a bailar hay una energía, algo que pasa, que no puedo describir y es cierto que existe. Mis hermanos y yo hemos trabajado en compañías todas ellas de renombre y nunca habíamos sentido cuando estamos bailando los siete juntos. Ahí pasa algo. Hay una química que el público recibe. Esos dos elementos hacen que nuestros trabajos sean bastante únicos”.39 hermanos
Un espectáculo tan auténtico, tan único, como ellos. Siete hermanos de un total de 39 de un mismo padre. Y aunque aseguran que sus nombres no se deben a motivos religiosos, su arraigo a la familia les ha llevado, tras muchos años de carreras por separado a trabajar juntos, con los pros y los contras que eso conlleva.“Tiene cosas muy buenas y cosas un poco más difíciles. Por un lado, siendo hermanos tenemos todos la misma idea, conjugamos muy bien los esfuerzos, trabajamos muy bien juntos. Por otro lado, es como un rey, naces Vivancos. No podemos sustituirnos, tienes derecho a estar aquí. En cualquier empresa si no trabajas bien te vas. Aquí no, estamos para lo bueno y para lo malo”.
Reconocen que la compañía surgió de forma natural, que siempre quisieron hacer cosas juntos. Primero fue un circo, después una orquesta sinfónica y al final acabaron formando Los Vivancos, que como si el destino lo supiese les unió en este espectáculo con El Circo del Sol y con la Orquesta Sinfónica de Budapest, haciendo, en palabras de Elías, “ninguna cosa concreta y todo en sí”.“El espectáculo no es un espectáculo de danza al uso, tiene elementos circenses, tiene un componente musical muy potente, tocamos instrumentos en directo en la obra, tiene detrás toda la banda sonora hecha por la sinfónica. Entonces sí que tiene estos elementos que hacen al espectáculo muy único. Es verdad que tiene algo de circo, de orquesta sinfónica, de espectáculo de danza y de gran musical. No es ninguna cosa concreta y es todo en sí”.
Y es que durante todo este tiempo, Su Aeternum ha sorprendido a más de un millón de espectadores en todo el mundo. Desde España a Ecuador, pasando por más de 35 países donde han actuado delante de personalidades como Antonio Banderas o la princesa Estefanía de Mónaco, que los invitó personalmente a participar el prestigioso Festival du Cirque de Montecarlo con un espectáculo que Elías describe así.“Un espectáculo que empieza arriba y sigue subiendo. Se combina los pasos más fuertes del flamenco con acrobacias, con artes marciales, con muchos elementos artísticos y una escenografía bastante elaborada. En resumen una obra que la gente está disfrutando mucho por suerte para nosotros y que la puede disfrutar tanto los niños, como gente joven y personas mayores”.
Público femenino
Quienes sí que están acostumbradas a ir son las mujeres y es que se dice que las primeras filas de los conciertos de Los Vivancos son territorio femenino. Algo que, confiesan, llevan bastante bien.“(Risas) Lo llevamos bien. Si que tenemos un público femenino bastante amplio. Podría decirse que el 80%, o incluso más a veces, es un público femenino. No es que el espectáculo esté orientado a un público femenino. A veces los maridos vienen por acompañar a sus mujeres y luego, cuando vienen a felicitarnos después, están muy sorprendidos de haberlo disfrutado. Es una obra para todos los públicos, pero por el hecho de ser siete hombres tenemos este reclamo hacia el público femenino, que también es el público mayoritario del teatro”.
Un público, el femenino que ha entendido a la perfección el estilo Vivancos, como también lo han hecho los puristas del flamenco, que en un principio, simplemente con la explicación del espectáculo, podrían definir su trabajo como de todo menos de flamenco, en el que la música se adapta completamente a lo que la coreografía quiere y no al revés.“Se entiende cuando se ve. Cuando lo describes, cuando lo explicas cuesta un poco. Dices a ver qué tiene que ver el kung fu acrobático con el flamenco y qué narices me estás mezclando el flamenco con una orquesta sinfónica y con rock. A veces cuesta explicarlo y entenderlo. Pero cuando la gente viene a verlo, sucede de una forma muy orgánica, muy natural, y entonces se entiende y se acepta. Es cierto que han venido personalidades del flamenco, como José de Urdaneta, que era un hombre que ya tenía 90 años, que era flamencólogo, y que han disfrutado muchísimo de la obra. Han sabido entender que no es flamenco, sino un estilo propio”.
Récord Guinness de zapateado
Pero no sólo de danza y de música viven Los Vivancos, poseedores también del Récord Guinness al zapateado de flamenco más rápido del mundo con casi 1.400 ejecuciones por minuto. Una auténtica proeza que recuerdan como algo muy divertido y curioso.“(Risas) Es una historia muy buena. Un día, resulta que una de las personas que vino a ver el espectáculo, trababa en Guinness Records, era adjudicador, y nos preguntó˸ “¿Alguno vez habéis medido lo que hacéis?”. Porque le pareció muy rápido. Y obviamente no teníamos ni idea de la velocidad que podíamos coger. A raíz de esa conversación, empezamos a ver cómo se podría contar. Requirió bastante trabajo y utilizar unas cámaras que graban a cámara super lenta, tuvo que venir el notario y nos tiramos a ello. Estamos bastante contentos. Es una curiosidad y fue divertido”.
Tras la República Checa, le llegará el turno a España y a Alemania, donde Los Vivancos seguirán desbordando esa fuerza especial que les hace únicos, levantando, como en Praga y en Brno, a un público difícil, no acostumbrado a los aires mediterráneos y que, sin embargo, salió con dolor de manos de aplaudir a unos artistas dignos de pasar a la historia de la danza.