Los trabajadores extranjeros sin trabajo deberán abandonar el país
El ministro del Interior, Ivan Langer, considera que los extranjeros sin trabajo pueden representar un peligro para la seguridad del país. El Gobierno respaldó su propuesta de ofrecer a los desempleados extranjeros un billete de avión y 500 euros para que abandonen el país.
El ministro del Interior, Ivan Langer, pidió al Gobierno que entregue a cada desempleado extranjero un billete de avión para que regrese a su país de origen y 500 euros.
“Nosotros le ayudamos a estas personas con el pasaje de vuelta y con una pequeña cantidad de dinero para motivarlos a abandonar el país. Creemos que de no hacerlo podrían cometer delitos o caer en las redes del crimen organizado”, indicó el ministro.
Varias Organizaciones No Gubernamentales critican la postura ministerial porque a priori hace de cada extranjero un criminal en potencia y eso podría generar xenofobia.
Pavel Čižinský, especialista en temas de ciudadanía teme que la campaña del Ministerio del Interior no tenga el éxito esperado porque los extranjeros que se sumen a la misma no tienen garantía alguna de que en el futuro puedan realmente volver al país.
El Ministro Langer insiste en que la medida trata de prevenir el estallido de problemas con una cantidad significativa de extranjeros que de la noche a la mañana se quedarán en la calle.
“Tenemos aquí a 12 mil personas de otros países que no hablan checo, no tienen ni una corona en su bolsillo y sin duda representarán un peligro para la seguridad”, subrayó el ministro del Interior.
De acuerdo con informaciones del Ministerio del Interior de aquí a finales de marzo unos 12 mil trabajadores extranjeros se quedarán sin empleo y a 68 mil les caducará su permiso de trabajo a mediados de año.
La oposición socialdemócrata no respalda las medidas del Gobierno. El ex ministro del Interior František Bublan indica que no se deja espacio para que el extranjero que pierda su trabajo tenga un periodo de tiempo para buscar un nuevo empleo.
La mayoría de los vietnamitas pagó miles de dólares a Agencias de empleo checas que sirvieron de intermediario. En su país contrajeron deudas astronómicas para poder vivir y trabajar en al República Checa de manera legal. No obstante, el hecho de haber perdido su trabajo les convierte, ante los ojos de las autoridades, en eventuales delincuentes.