Los Premislitas recuperan sus rostros mil años después
Una detallada reconstrucción digital de los rostros del fundador del Castillo de Praga y del padre de San Venceslao realizada a partir de restos óseos es un reciente éxito de un equipo checo-brasileño de expertos.
Con ellos se inician las clases de historia checa, pero sus rostros permanecían siendo hasta hace poco una incógnita. Un equipo internacional conformado por especialistas en geoinformática, arqueología y tecnologías 3D decidió completar la historia del siglo X. La reconstrucción facial del príncipe Spytihnev I de Bohemia y de su hermano Bratislao I de Bohemia se basó en los datos de una investigación antropológica de sus restos óseos, que se encuentran guardados en el Castillo de Praga. Para verificar su autenticidad, los especialistas analizaron el ADN y posteriormente fotografiaron los cráneos desde todos los ángulos con el método de fotogrametría para obtener medidas precisas, explicó para la Radio Checa el geofísico checo Jiří Šindelář.
“En cuanto obtuvimos una imagen muy detallada y bastante precisa del cráneo de cada individuo, no resultó ningún problema realizar una reconstrucción científica digital de sus rostros”.
La reconstrucción se basa en la combinación de dos métodos tridimensionales: el anatómico, que proporciona datos sobre la inserción de los músculos; y de tejidos blandos, que ofrece información sobre el grosor de este material biológico. Estos datos facilitaron la creación de un modelo básico, realizado por el especialista en tecnologías 3D brasileño Cicero André da Costa Moraes, que compartió más detalles sobre el procedimiento.
“Tenemos que crear varios puntos en la nariz y en la boca para saber qué dimensiones tendrán estas partes. Después de enfocar los puntos, colocamos músculos en el cráneo. A continuación, seguimos con la modelación digital del cráneo y del modelo básico del rostro y luego añadimos colores y la textura del rostro”.
El método del ADN brinda datos sobre el aspecto físico
Aunque las fuentes históricas no mencionan el color de los ojos ni del cabello de los príncipes, el análisis del ADN reveló estos datos: los hermanos tenían los ojos azules y el cabello claro y rubicundo. Para terminar de hallar el aspecto físico de estos primeros Premislitas, los especialistas se basaron en los manuscritos de la época y añadieron a los rostros barba y cabello largo, como los llevaban los hombres de la época.
El método de la reconstrucción del rostro conforme al cráneo se desarrolla en la ciencia desde los años setenta del siglo XX. El padre de la reconstrucción facial forense fue el arqueólogo y antropólogo ruso Mijaíl Mijáilovich Guerásimov.
Spytihnev I de Bohemia fue hijo del príncipe Bořivoj, el primer monarca checo históricamente documentado, y de su esposa, Santa Ludmila. Spytihnev se inscribió en la historia checa especialmente como fundador del Castillo de Praga. Por su parte, su hermano Bratislao I de Bohemia fue el padre del patrono de los checos, San Venceslao.
Gracias al método de datación por radiocarbono, los científicos descubrieron la edad aproximada de muerte de los príncipes. Mientras que las leyendas hablan de los 36 años, Spytihnev falleció aproximadamente con una edad de 40. Su hermano vivió probablemente hasta la misma edad, aunque las fuentes lo entierran a los 33 años.
De acuerdo con Jiří Šindelář, la madre de los hermanos recuperará después de más de un milenio también su rostro.
“Con motivo del 1100 aniversario de su muerte (en septiembre), hemos acordado con el Arzobispado de Praga la reconstrucción del rostro de Santa Ludmila. También comenzaremos a trabajar en el rostro de nuestro santo patrón Venceslao I”.
En 2018, el equipo recuperó después de más de siete siglos el rostro de Santa Zdislava de Lemberk, fundadora de conventos y hospitales, y de la reina checa Judith de Turingia.
