Los checos descubren lo sabrosa que es la carne de avestruz
La carne de avestruz se hace cada vez más popular en la República Checa, hasta tal punto que su demanda ha llegado a superar la oferta. Mientras que hace unos años la cría de avestruces era algo más bien excepcional en este país, actualmente los granjeros se ven en la necesidad de ampliar sus manadas de avestruz.
La demanda de carne de avestruz es realmente grande y crece constantemente, según indicó la granjera Marie Dvořáková de la localidad de Sobíñov. El precio de esta carne se aproxima a la de la carne vacuna de la mejor calidad. Esto se debe sobre todo a que se trata de carne roja que responde a las normas dietéticas y sirve para preparar cualquier plato de comida. Además, contiene mucho calcio y poca grasa y colesterol, lo que también es importante para la salud.
Los granjeros de Vysočina están decididos a ampliar cuanto antes sus manadas de avestruces para cubrir la creciente demanda. Una hembra de ñandú pone alrededor de 30 y hasta 50 huevos al año, pero no de todos nace un polluelo. En las granjas se aplica la incubación artificial de los huevos para alcanzar mejores resultados en la cría.
Los polluelos nacen en unos 38 y hasta 45 días. En la granja pasan unos 9 y hasta 15 meses, hasta tener alrededor de 90 kilos de peso. Es entonces cuando tienen la mejor carne, que tanto es solicitada en el mercado. También se venden en Chequia cada vez más diversos embutidos de carne de avestruz y todo parece indicar que esta ave, extendida en África, Australia y Sudamérica, pronto llegará a ser un animal doméstico tradicional también en el campo checo. Y en un futuro no tal lejano su carne podría llegar a dominar el mercado nacional de productos cárnicos.